EE.UU.: Demócratas No Tienen Solución a la Crisis Climática o al Racismo

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La Legislación Climática de EEUU Está al Servicio del Imperialismo Estadounidense

EE.UU., 11 de septiembre- Activistas liberales y polítiqueros demócratas están pregonando la reciente Ley de Reducción de la Inflación como “un nuevo día en la lucha contra el cambio climático”.  Esto muestra claramente cómo los gobernantes están tratando de persuadirnos de que su sistema de ganancia capitalista puede resolver la crisis climática que creó.

Los demócratas, que aprobaron esta ley sin el apoyo de los republicanos, creen que les ganará votos en las elecciones de noviembre. Cuentan especialmente con el aumento en las filas de votantes jóvenes.

Pero los jóvenes están más interesados en “las protestas masivas, los movimientos de ocupación y el aumento del uso de las redes sociales como nueva plataforma de compromiso político”, informó un estudio internacional.

Los capitalistas están desesperados por ganar a los jóvenes trabajadores para que voten por reformas, no para que se organicen para la revolución. Debemos ver la urgencia de utilizar todas las oportunidades para ganarlos para que se movilicen por la revolución comunista, no por reformas.

¿Qué hará -y qué no hará- la Ley de Reducción de la Inflación sobre el desastre climático?

  • Ni siquiera intenta frenar la industria de los combustibles fósiles.
  • Regala dinero a las empresas para “promover la descarbonización”.
  • Sus disposiciones de “justicia ambiental”, insuficientemente financiadas, promueven la inversión capitalista en comunidades devastadas por la pobreza y el racismo que el propio capitalismo creó.
  • “Reestablece el liderazgo de Estados Unidos en las negociaciones internacionales sobre el clima” como parte del intento del imperialismo estadounidense de revertir su decreciente influencia global.
  • Posiciona a los capitalistas estadounidenses para “competir con éxito en un mercado mundial de energía limpia de 23 billones de dólares”.
  • Reforzará la seguridad energética de EE.UU., algo crucial en tiempos de guerra.
  • Incluso si lograra sus objetivos, Estados Unidos sería uno de los mayores contribuyentes al calentamiento global, con emisiones de gases de efecto invernadero por persona varias veces superiores a las de otros grandes países.

Los límites de la política estadounidense en materia de cambio climático están integrados en el afán del imperialismo estadounidense por competir con éxito contra los demás capitalistas del mundo para obtener los máximos beneficios. Limitar nuestros esfuerzos a esos límites sería un desastre y posiblemente un crimen contra la humanidad y otras especies.

Debemos movilizarnos para romper esos límites destruyendo el capitalismo-imperialismo con la revolución comunista.

¿Por qué el Comunismo?

Porque en el comunismo no se producirá nada con fines lucrativos. No calcularemos los costes y beneficios en dólares, rupias, renminbi o cualquier otra moneda. Los trabajadores decidiremos colectivamente qué producir con nuestro trabajo, y cómo, basarlo en función a nuestras necesidades a largo plazo, incluida la sostenibilidad.

¿Cómo podría el comunismo abordar inmediatamente la crisis climática y empezar a mitigarla?

“No habría. ninguna mercancía. El agua no sería una mercancía; por lo tanto, eliminaríamos el agua embotellada individual”, dijo una joven camarada. “Los envases en general se reducirían mucho, lo que eliminaría enormes cantidades de residuos”.

“Los productos se harán para que duren el mayor tiempo posible”, sugirió otra. “Construiremos ciudades que permitan a las comunidades producir alimentos localmente para reducir las emisiones del transporte de alimentos”.

“Organizaremos y asignaremos viviendas para que los trabajadores puedan vivir cerca de donde trabajan”, añadió una tercera. “No habrá largos desplazamientos en coche debido a los costes de la vivienda.

“Y los trabajadores que viven en islas o en zonas costeras amenazadas por la subida del nivel del mar podrán trasladarse a terrenos más altos y seguros”, continuó. “Un amigo me dijo que en Jamaica ahora mismo se están construyendo más casas en las montañas, pero la mayoría de la gente no puede comprarlas”.

Llevemos este debate sobre el potencial del comunismo a las protestas masivas, a los movimientos de ocupación y a las redes sociales donde los jóvenes trabajadores y estudiantes buscan alternativas. Y a los lugares de trabajo, las aulas y los cuarteles donde tenemos, o podemos construir, concentraciones.

Las masas tendrán muchas más ideas sobre el comunismo y cómo movilizar para ello. Ellos, y nosotros, empezaremos a ver la posibilidad y la urgencia de construir un Partido Comunista Obrero Internacional masivo.

No votes, ¡organiza para la revolución comunista! Eso realmente iniciará un nuevo día en la lucha contra la catástrofe climática.

No Hay Agua Potable en “La Ciudad Más Radical del Planeta”

En Mississippi (EE. UU.), una combinación devastadora de crisis climática capitalista y racismo ha dejado a la capital de este Estado sin agua potable. Jackson es una ciudad mayormente de gente negra. De 163.000 habitantes, una cuarta parte vive en la pobreza. Hoy, Jackson no tiene suficiente agua para combatir incendios o descargar inodoros.

A medida que la crisis climática se acelera, los trabajadores más oprimidos enfrentan los peores efectos. Eso es ciertamente cierto en Jackson.

A mediados del siglo 20, sus habitantes era mayoritariamente gente blanca. Pero a medida que el movimiento de derechos civiles desafió la segregación legal, las familias blancas y negras de clase media comenzaron a mudarse de la ciudad a los suburbios. Abandonaron Jackson, como muchas otras ciudades, a la decadencia urbana. La financiación se fue con ellos. La infraestructura fue abandonada y los trabajadores en Jackson han sufrido durante años interrupciones en servicios y obligados muchas veces a hervir el agua.

Las cooperativas comunitarias lideradas por negros han organizado en el área desde fines de la década de 1960.

Cooperación Jackson, por ejemplo, organiza “sectores subempleados y desempleados de la clase trabajadora, particularmente de las comunidades negras y latinas… en una forma radical de organización social basada en la igualdad, la cooperación, la democracia obrera y la sostenibilidad ambiental”. Este movimiento, como el colectivo Mondragón en Francia, se ve a sí mismo como un núcleo de ecosocialismo.

Por un lado, sus experiencias, en involucrar a masas de personas, son una rica fuente de práctica sobre cómo podemos vivir en una sociedad comunista.

Pero, por el otro lado, estas cooperativas, como los socialistas utópicos del siglo 19 criticados por Engels, chocan con la realidad capitalista. En el peor de los casos, caen en el apoyo a politiqueros negros como el alcalde de Jackson, Chokwe Antar Lumumba, que hizo campaña con un programa para hacer de Jackson “la ciudad más radical del planeta”.

El hecho es que la infraestructura del imperio estadounidense se está desmoronando, más dramáticamente en las comunidades donde viven los trabajadores más pobres. Las cooperativas locales o las campañas de poder municipal no cambian las decisiones de los organismos de financiación estatales y nacionales dirigidos por los capitalistas.

Este verano, las lluvias torrenciales provocadas por el cambio climático hicieron que el río Pearl creciera e inundara la planta de tratamiento de agua de la ciudad. Pero la ciudad ya había estado bajo un aviso de hervir el agua.

En el invierno de 2021, las tormentas heladas provocaron la rotura de tuberías y conductos principales de agua. Decenas de miles estuvieron sin agua durante tres semanas. En 2020, la agencia de Protección Ambiental advirtió que contaminantes peligrosos como E. coli en el sistema de agua ponían en peligro a los residentes. En 2016, los funcionarios estatales advirtieron a la ciudad sobre los altos niveles de plomo.

El alcalde Lumumba dice que modernizar la infraestructura de la ciudad podría costar hasta $2 mil millones. Mississippi recibió solo $ 75 millones para agua y alcantarillado del proyecto de ley de infraestructura federal del año pasado, pero ese dinero es para todo el estado, no solo para Jackson. El racismo significa que el sistema de agua de Jackson no se arreglará pronto.

Una razón más para luchar por un sistema comunista donde las necesidades de los trabajadores sean primarias.

Sudáfrica: Estudiantes Protestan la Inacción del Gobierno ante el Cambio Climático, 2019

Primera página de esta edición

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