Monarquía Imperialista aquí ♦ Obreros Inmigrantes en Qatar aquí ♦
“¡Reyes, reinas, princesas y príncipes pertenecen a los CUENTOS DE HADAS, no a JAMAICA!” marzo 2022
Abajo las Monarquías y Toda Dictadura Capitalista
“¡A cortarle su cabeza, con su corona en ella!” Así fue como Oliver Cromwell, en la Inglaterra del siglo 17, incitó a su coalición de niveladores y capitalistas para atacar el gobierno del rey Carlos I y sustituirlo por un sistema de gobierno parlamentario.
Sin embargo, en Inglaterra, unos 350 años después, el príncipe Carlos asume la corona a la muerte de su madre, la reina Isabel II, y se convierte en el rey Carlos III. De alguna manera, la monarquía como una institución principal de gobierno de clases ha sobrevivido en la Inglaterra capitalista desde los tiempos feudales hasta la actualidad.
Ha sobrevivido porque su papel ha cambiado. Es cierto que sigue ostentando su riqueza (y poder) en desfiles ceremoniales con cetros de oro, coronas tachonadas con enormes diamantes robados de Sudáfrica o la India y soldados con sombreros divertidos. Sin embargo, es algo más que una mega-atracción para los turistas estadounidenses y japoneses.
En Inglaterra (y en algunos países de la Mancomunidad Inglesa como Australia, Canadá y Nueva Zelanda) los votantes eligen un gobierno y un primer ministro. Ese gobierno, sin embargo, no tiene poder legal hasta que sus dirigentes se presentan en palacio y juran lealtad al Rey o a la Reina.
Lo mismo ocurre incluso con las instituciones estatales no elegidas, como las Fuerzas Armadas, la policía, el MI5 (Inteligencia) y los 400,000 funcionarios. Todas las instituciones, que dirigen el día a día de Gran Bretaña, juran lealtad al Rey o a la Reina -la Monarquía- y no al gobierno elegido. Incluso el primer ministro debe presentarse en Palacio una vez a la semana.
Sin embargo, la Monarquía no tiene un poder absoluto. Cromwell y sus fuerzas capitalistas ascendentes cortaron eso juntamente con la cabeza de Carlos I en 1649. La monarquía británica es una institución a través de la cual las principales fuerzas capitalistas no elegidas afirman su poder.
Cuando el líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, que era pro-Palestina y antibombas nucleares, creció en popularidad, los líderes de las Fuerzas Armadas y las agencias de inteligencia declararon que no servirían plenamente a su gobierno. La lealtad de ellos era a la corona, no a ningún gobierno futuro. Era un claro ejemplo de cómo la institución de la monarquía actuaba como un freno a cualquier deseo político radical de las masas.
Al fin y al cabo, fue el Gobernador General de la Reina de Australia quien destituyó “constitucionalmente” en 1975 al primer ministro australiano – elegido por su posición contra la guerra de Vietnam. Detrás de la deferencia, la pompa, las reverencias, el discurso rebuscado y los títulos feudales, opera una eficiente y brutal dictadura del capital.
Cuando, después de setenta años, se entierra por fin “Dios salve a la Reina”, hay que responder a las muertes perpetuadas por el Ejército que le juró lealtad. Es un legado vergonzoso que se extiende desde la brutal supresión de los Mau Mau en Kenia, pasando por el cobarde “Domingo Sangriento” en Irlanda del Norte, los bombardeos de la OTAN y las ocupaciones de Yugoslavia y el sur de Irak, y más.
¡Al diablo con la Reina y sus consortes capitalistas! Ha llegado el momento de luchar por el gobierno abierto, honesto y directo de la clase obrera que la revolución comunista traerá.
Londres, Septiembre 2022
Luchar Contra la Deportación y la Explotación en Todas Partes Organizando el Comunismo
Varios obreros inmigrantes fueron arrestados y deportados de Qatar, después de participar en una protesta denunciando a la corporación Al Bandary, que no les han pagado salarios atrasados de hasta siete meses. Una práctica muy común desde el 2010 en que se nombró a Qatar como la sede de la copa mundial de fútbol.
Entre los deportados se encuentran trabajadores de Bangladesh, India, Nepal, Egipto, Las Filipinas, y de África. Miles de obreros invisibles y desechables a los ojos del capitalismo, pero con una magia de construir grandes carreteras, estadios y hoteles que servirán para enormes ganancias durante la copa mundial en noviembre de este año. Estos obreros trabajan en temperaturas de más 40 grados centígrados y trabajando de 16 a 18 horas.
El capitalismo está en decadencia y para tratar de mantenerse a flote, tiene que hacer la vida más miserable a millones de trabajadores y a los otros millones también nos tocará el turno de la mala racha, cuando los patrones en su desesperación por acaparar recursos energéticos y de los mercados, tengan que apretar los botones de la guerra mundial.
Estos trabajadores llevaron su enojo a un punto más alto y salieron a las calles, no se quedaron de brazos cruzados ante esta situación producto de un sistema capitalista que quiere pasar por encima de la clase trabajadora. Por lo que toca a los trabajadores que no aceptamos esta derrota, tenemos el arma que es el periódico Bandera Roja, que está concientizando a estos trabajadores para organizar la revolución comunista que destruirá al sistema capitalista y sus fronteras.
Desde ahora estamos edificando las bases del sistema comunista donde las fronteras y la explotación serán cosas del pasado. Millones de obrerxs pondrán sus mentes y manos a construir esa nueva sociedad comunista que tanto necesitamos.
Eliminaremos la esclavitud asalariada y toda forma de intercambio, con la base de compartir todos los recursos con que cuenten los trabajadores en esos momentos. Ni un deportado más cometido por los patrones, luchemos ahora por el comunismo.
Camarada Inmigrante en Los EE. UU
Primera página de esta edición
