India: Desafiando Inundaciones para Organizar para el Comunismo

 Trabajadoras de la Salud Muestran el Potencial de la Atención Sanitaria Comunista

BENGALURU (India), 29 de septiembre- Las lluvias monzónicas inundaron, durante casi dos semanas, esta ciudad de trece millones de habitantes. La electricidad, el Internet, las carreteras y los hospitales se restablecieron rápidamente en las zonas acomodadas, pero la clase obrera sigue sufriendo por la falta de los servicios básicos. Cientos de miles de personas están enfermas, y algunas se están muriendo, por enfermedades gastrointestinales y por la falta de agua potable.

Los barrios de los trabajadores de la costura son los más afectados. El colectivo del PCOI vadeó el agua hasta los hombros para distribuir volantes que denuncian el sistema capitalista asesino, que debe ser sustituido por el comunismo.

Sólo bajo el comunismo la clase obrera puede cuidarse mutuamente. Sin el dinero y los capitalistas chupasangre, los trabajadores distribuiremos nuestros recursos según las necesidades. Desaparecerán los alquileres, los dueños de los barrios bajos, las enormes facturas de los hospitales y la educación con fines lucrativos.

A medida que construyamos una nueva fundación basada en la colectividad comunista, acabaremos también con el sistema de castas y el odio religioso que los patrones nos imponen porque son los únicos que se benefician de ello.

Trabajadoras de Acreditadas Activistas de Salud (ASHA, por sus siglas en inglés) vinieron a ayudar a nuestro barrio de obreros de la costura. ASHA significa «esperanza» en hindi. Más de cuatro millones trabajadoras de ASHA y otras trabajadoras han recibido entrenamiento para vacunar y recoger muestras de tuberculosis y otras enfermedades. Atienden partos, proporcionando cuidados antes y después del nacimiento. Proporcionan planificación familiar y saneamiento en barrios marginales y zonas rurales. La mayoría de estos proveedores de atención primaria son mujeres casadas con menos de 10 años de educación.

Las trabajadoras de ASHA están de guardia día y noche para partos o atención urgente. Estas mujeres súper explotadas cobran entre 2,000 y 8,000 rupias (entre 25 y 100 dólares) al mes. Sólo reciben 640 rupias (8 dólares) por parto normal que requiere que estén con la madre y el niño por lo menos cuatro días.

Los miembros del PCOI le dieron la bienvenida a una docena de mujeres de ASHA que se acercaron a nosotros. Enseguida les hablamos del comunismo y de cómo trabajadores de la salud como ellos prestarán sus servicios cuando los capitalistas ya no los encadenen. Todas estaban llenas de rabia y odio hacia la patronal. Nos contaron con orgullo que el Covid ha disminuido en la India porque llegaron a todas las aldeas y vacunaron a los trabajadores aun cuando los familiares de ellas morían.

Nos hablaron de personas infectadas de tuberculosis que huelen tan mal que nadie se acerca a ellas. La trabajadora de ASHA se ocupa de estas personas, toma muestras y les da medicamentos y esperanza.

«Cuando recibimos una llamada telefónica a medianoche diciéndonos que una mujer está de parto, salimos corriendo por la puerta», dice una trabajadora. «Dejamos atrás a nuestra familia y a nuestros hijos pequeños. Cuando nos encontramos con mujeres embarazadas, estamos con ellas cada segundo.

«Establecemos vínculos tremendos con ellas. Cuatro días después, cuando nos vamos, sentimos que dejamos atrás familia. Nos acordamos de todas las mujeres que han dado a luz. Nunca las olvidamos. Y los patrones nos tratan como basura. No nos han aumentado el sueldo desde 2016».

Otra trabajadora describió cómo se sienten las mujeres al acudir a los hospitales para dar a luz. «No nos fiamos de esos médicos», dijo. «Leen y aprenden de los libros. Si las mujeres entran en el hospital, pagarán por ello toda su vida».

«Aprendemos de nuestra experiencia», continuó. «Las mujeres enseguida se sienten cómodas con nosotros. Son todas muy pobres, como nosotras. Muchas veces acabamos dándoles dinero, aunque no tengamos». Muchas de estas trabajadoras nos contaron que llevan más de dieciséis años en contacto con sus pacientes.

La experiencia de las trabajadoras de ASHA demuestra que el aspecto principal de la atención sanitaria no es la «pericia», sino el compromiso con la salud de las masas. Trabajadoras como ellas ayudarán a desarrollar nuestra comprensión y práctica de la atención sanitaria comunista.

Pasamos horas hablando de las atrocidades criminales de los capitalistas que se benefician del trabajo de estas trabajadoras. Todas las trabajadoras de ASHA estaban de acuerdo en que las cosas deben cambiar. Sin embargo, muchas pensaron que, si luchamos por más salarios, eso ayudará a mejorar sus condiciones

Un miembro del PCOI dijo: «Los patrones pueden dar más dinero, pero la inflación se comerá cualquier aumento que obtengamos. Siempre seremos esclavos asalariados. Os invitamos a uniros a nuestro Partido que quiere acabar con la esclavitud salarial».

La batalla para ganar a estos trabajadores acaba de empezar. Sienten una enorme empatía por los trabajadores a los que sirven. Han construido increíbles relaciones a largo plazo con las mujeres y han luchado por las vacunas y el saneamiento que salvan vidas.

Les dimos a cada una copias de nuestro volante y de Bandera Roja. Sabemos que difundirán nuestras ideas. Y al igual que ellas hacen con las mujeres a las que ayudan, mantendremos un contacto constante con ellas con miras de formar colectivos comunistas.

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