Profesores Comunistas Son Inseparables de la Comunidad
«El señor P fue mi maestro en la escuela secundaria y un modelo masculino positivo en mi vida”, dijo un joven maestro. “Aunque enseñamos diferentes materias, su ejemplo fue en gran parte la razón por la que me convertí en maestro. El Sr. P siempre ha sido un camarada para mí y para todos sus alumnos”
¡El Sr. P está bajo ataque por construir solidaridad obrera con sus estudiantes!
En abril fue enviado a casa bajo investigación en abril. Finalmente, en septiembre, el Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD) lo interrogó. Le preguntaron si sabía de Bandera Roja, ¡por supuesto que sí! Si había reclutado a un estudiante específico y, de no ser así ¿por qué este estudiante lo llamaba camarada?
¿Por qué un estudiante llamaría a su maestro «camarada»? Porque eso es lo que es, un camarada y un miembro comprometido con la comunidad.
A lo largo de más de treinta años en Prepa Washington, el Sr. P, al igual que otros maestros del Partido, ha estado comprometidos con sus alumnos. Ha luchado contra el racismo y la ideología antiobrera en las escuelas. Se ha unido a las marchas y protestas del Primero de Mayo contra las deportaciones, la guerra imperialista y el asesinato policial racista. Mantiene una estrecha relación con los exalumnos y sus familias, sirviendo como padrino de varios. Ha jugado fútbol durante años en equipos comunitarios con padres y estudiantes.
Esta unidad de maestros y la comunidad obrera es lo opuesto de la escolarización capitalista.
Este camarada está bajo ataque porque la administración ha sentido la amenaza de la verdad comunista. Nuestro camarada rompe los límites que le imponen.
El distrito escolar (LAUSD) está tratando desesperadamente de identificar (o inventar) algún «comportamiento inapropiado» del Sr. P. Después de interrogar estudiantes, lo único que pudieron sacar a relucir fue que Sr, P estaba siendo llevado al taller donde reparan su carro y él les daba dinero para la gasolina – y vagas acusaciones, sin fundamento, de «abrazos» y de decir cosas «inapropiadas».
“Todo esto de ‘comportamiento inapropiado’ es una calumnia y no será aceptada por nadie que haya conocido al Sr. P. ¡Todos deberíamos estar enojados! ¡No lo aceptaremos con los brazos cruzados!”. dijo un padre. “Mi hija y dos de mis hijos fueron sus alumnos. Mi hijo y yo hemos jugado en un equipo de fútbol con él durante años. Hemos marchado con él el Primero de Mayo. Lo considero mi camarada y un hombre comprometido con el bien de todos los trabajadores”.
Las acusaciones insustanciales contra el Sr. P indican cuán ignorantes y amenazados se ven los patrones. Los maestros comunistas construyen relaciones sólidas y de confianza con los estudiantes. Rompamos la división que nos impone el capitalismo.
El sistema nos separa para que no veamos que lo que lastima a los alumnos también lastima a los maestros. Los maestros comunistas luchan por la unidad de la clase trabajadora para construir una revolución exitosa y establecer una sociedad comunista.
“Cuando un maestro de secundaria abre la puerta del salón de clases, hay una treintena de estudiantes en diferentes estados emocionales, diferentes mentalidades, diferentes situaciones personales en el hogar y diferentes niveles educativos”, dijo otro camarada maestro. “Esto sucede una y otra vez cada hora u hora y media. Así es la vida en el capitalismo: inestabilidad trabajando contra condiciones de fábrica”.
Los “estándares educativos” capitalistas que a los maestros se les ordena enseñar contradicen la verdad que viven los estudiantes. Las clases de economía requieren que los hijos de trabajadores costureros creen “modelos empresariales” de como mejor explotar a los obreros de la costura. A los niños que experimentan el racismo todos los días se les enseña a jurar lealtad a una nación “con libertad y justicia para todos”. Nuestros estudiantes quieren y necesitan la verdad, y ahí es donde intervienen los maestros comunistas.
Los ataques como este contra el Sr. P son intentos de intimidar a otros maestros que se niegan a seguir inculcando las mentiras capitalistas o que quieren generar solidaridad con la comunidad.
Las escuelas capitalistas usan a los maestros de la misma manera que los ejércitos capitalistas usan a los soldados. Ambos están en el centro de la ideología capitalista. Un soldado debe marchar al ritmo del tambor. Cuando los soldados cuestionan el sistema y se niegan a seguir el ritmo de los tambores, los patrones se ven amenazados. Al igual que las fábricas: cuando los trabajadores denuncian las condiciones de explotación, los patrones se asustan.
Las escuelas capitalistas controlan los tambores para mantener a los maestros marchando al ritmo de la ideología capitalista. Bueno, ¡los maestros comunistas no bailan al son de los capitalistas! Y cuando involucramos a nuestros estudiantes con la verdad, los patrones lo odian.
¡Unámonos para combatir este ataque contra el Sr. P!
Pero gane o pierda, los maestros, estudiantes, padres y otros trabajadores comunistas seguirán diciendo la verdad y construyendo relaciones de solidaridad.
Organizando en las escuelas, las fábricas y, lo que es más importante, en los cuarteles, construiremos un Partido Comunista Obrero Internacional capaz de movilizar a las masas para la revolución. Construiremos la sociedad comunista donde enseñaremos la verdad y compartiremos los frutos de nuestro trabajo—¡CAMARADAS TODOS!