Seattle (EE.UU.): El Aprendizaje Requiere Lucha en el Mundo Real

Añadamos Nuevas Voces a la Batalla por el Comunismo aquí ♦ La Mejor Respuesta al Anticomunismo es Mas Comunismo aquí ♦ Después de las Líneas de Piquetes ¿Qué? aquí ♦ A Un Millón de Preguntas Sobre el Comunismo aquí ♦

El Aprendizaje Requiere Lucha en el Mundo Real: Añadamos Nuevas Voces a Nuestra Batalla por el Comunismo

Seattle (EE. UU.)— La respuesta positiva sin precedentes al comunismo por parte de los educadores en huelga reflejó cómo han cambiado las condiciones en las que luchamos. La pandemia y las manifestaciones masivas de millones contra el racismo, sexismo y la xenofobia habían afectado profundamente a los huelguistas, estudiantes y nuestra base obrera en general. Al mismo tiempo, muchos huelguistas estaban preocupados por la “reacción fascista”.

Esta respuesta positiva nos llamó a centrarnos aún más que en el pasado en la necesidad del comunismo y la educación comunista en toda nuestra literatura y conversaciones. Con este fin, distribuimos un volante muy bien recibido titulado “El PCOI apoya a los educadores y estudiantes: el PCOI apoya al comunismo para dar a nuestros estudiantes la educación que merecen”. El volante enfatizaba que solo la sociedad comunista puede proporcionar tal educación.

 

Construir el Partido para Avanzar Nuestra Línea Comunista en la Práctica

 

Ya fueran educadores o no, muchos cuestionaron si tal sociedad comunista es posible. Estas dudas llevan a muchos educadores y a otros en nuestra base a conformarse a regañadientes con las reformas.

Una de las mejores formas de luchar por nuestra línea comunista, en lugar de conformarse con reformas, es movilizar nuevas fuerzas revolucionarias.

Construyendo el Partido ayuda a convencer a nuestra base de que se puede lograr la revolución comunista. Los volantes, panfletos y Bandera Roja, por importantes que sean, solo inician la lucha. Las relaciones sociales a largo plazo con los educadores y otros trabajadores abrieron la puerta a docenas de extensas discusiones sobre el comunismo y la preparación para la revolución comunista.

Durante e inmediatamente después de la huelga, cuatro posibles nuevos miembros del PCOI asistieron a reuniones colectivas. Algunos estaban conectados a la huelga a través de familiares e hijos, otros trabajan en áreas completamente diferentes. Cada uno vino con sus propias contradicciones, pero su aporte fue invaluable.

Una nueva asistente recordó cómo un camarada la convenció hace 33 años a participar en un proyecto de verano. “Las relaciones que desarrollé con los voluntarios de Haití que se quedaron en mi casa es la razón por la que estoy aquí hoy”, dijo, y concluyó que fomentar las relaciones comunistas es clave para construir el Partido.

Las luchas con nuestros amigos en torno a la teoría y la práctica comunista continúan a un nivel más alto e involucran a más personas que antes de la huelga. Dos trabajadores industriales adicionales quieren asistir a nuestras reuniones mientras nos concentramos en asegurarnos de que el colectivo sea multirracial y de todos los géneros.

No podemos dormirnos en los laureles. Ahora más que nunca, debemos concentrarnos en agregar muchas voces nuevas a la batalla.

Comencemos Antes y Demos Seguimiento

Durante las semanas previas al paro, los camaradas y amigos educadores no preveían un paro. Autocríticamente, deberíamos haber publicado un volante sobre educación comunista de todos modos y un artículo en Bandera Roja. Dicha literatura es necesaria antes del comienzo de cada año escolar, con huelga o sin huelga.

Cuando las escuelas reabrieron, los camaradas fueron a cuatro escuelas secundarias y distribuyeron cientos de Bandera Roja con un artículo de primera plana sobre la respuesta de los huelguistas a nuestra línea comunista. Conocemos a profesores y alumnos en tres de ellas. Los estudiantes preguntaron por los camaradas que conocían del año pasado. En las tres nos faltaron periódicos.

Miles de estudiantes de extracción obrera de todas las razas y géneros asisten a estas escuelas. El año escolar acaba de comenzar, pero estos estudiantes, al igual que el personal de la escuela, muestran un gran potencial. También debemos sumar sus voces a la batalla.

Organizadores Comunistas para Nuestra Familia Global

Camaradas y amigos tuvieron muchos debates con los huelguistas sobre cómo la educación capitalista recrea los peores aspectos de la explotación capitalista y prepara a los estudiantes para aceptarla. Además, calculamos que cerca de mil trabajadores, estudiantes y educadores en el área local han leído la literatura del Partido sobre educación comunista.

La lucha que libró el colectivo durante y después de la huelga es un ejemplo de educación comunista. El conflicto entre reformar las escuelas o construir la fuerza revolucionaria necesaria para crear una educación comunista para una sociedad sin clases estaba frente a nosotros las 24 horas del día, los 7 días de la semana. La lucha en el mundo real nos ayudó, y las masas ven la contradicción.

Más huelguistas de los que esperábamos estaban igualmente preocupados por lo que un sistema comunista traería a todos los aspectos de la sociedad. Aquellos en nuestra base que no trabajan para el distrito escolar también leen la literatura del Partido. Su interés en la política de la huelga también dio lugar a debates sobre la política comunista del PCOI, acercando a algunos al Partido.

Las luchas comunistas en las que participó el PCOI durante e inmediatamente después de esta huelga mostraron el potencial para reclutar más organizadores comunistas. Es nuestra responsabilidad convertir este potencial en el crecimiento del partido.

 

“La Mejor Respuesta al Anticomunismo Es Más Comunismo”

 

Cuando las escuelas de Seattle reabrieron, los camaradas distribuyeron cientos de Banderas Rojas y folletos del PCOI sobre la educación comunista en las escuelas secundarias. Para cuando los camaradas llegaron a la última escuela, la noticia se había extendido. El distrito escolar preparó a dos estudiantes para lanzar una confrontación anticomunista.

Bajo la atenta mirada del subdirector, estos estudiantes se quejaron de que estábamos distribuyendo literatura comunista a menores sin permiso del distrito escolar. Cuando eso no nos detuvo, comenzaron el ataque anticomunista.

“El comunismo era una dictadura en la que los ricos seguían siendo ricos y los pobres seguían siendo pobres”, afirmaron.

“Se parece más a Estados Unidos”, respondió un camarada. Incluso los estudiantes que habían sido preparados tuvieron que asentir con la cabeza.

Otros estudiantes se reunieron alrededor, escuchando el debate. A partir de ese momento, los estudiantes preparados prefijaron todos sus comentarios con algo así como: “Como me enseñaron sobre el comunismo…”.

La conversación se extendió a la diferencia entre el socialismo (que mantiene la esclavitud asalariada) y el comunismo, que acabará con la esclavitud asalariada y con toda la superestructura que sostiene la explotación.

La discusión duró hasta que sonó el timbre final, unos quince minutos. Los dos alumnos que la iniciaron se llevaron nuestra literatura comunista y la entregaron al subdirector. Otros estudiantes se llevaron copias adicionales para leerlas y dárselas a sus amigos.

Los administradores del distrito pensaron que el anticomunismo ganaría el día. Es un arma que la clase dominante ha empleado durante décadas. Pero ahora, más que nunca, puede ser derrotada. Como dijo otro camarada, “¡La mejor respuesta al anticomunismo es más comunismo!”

 

Después de las líneas de Piquetes, ¿Qué Sigue?

 

B es un amigo desde hace mucho tiempo que fue un líder en la reciente huelga de educadores de Seattle. Quiere seguir luchando contra el racismo y el fascismo. En particular, quiere acabar con Trump y sus seguidores.

Tuvo muchas conversaciones con camaradas. En una, preguntó por qué Trump había tenido tanto éxito. Un camarada sugirió que el surgimiento de Trump estaba relacionado con que Estados Unidos era una potencia imperialista en declive. A la clase dominante estadounidense le estaba resultando difícil gobernar de la misma manera que lo hacía cuando era la potencia dominante del mundo.

Pero los capitalistas sencillamente no se rendirán. Han decidido que el fascismo es la orden del día y con ello toda la violencia de que es capaz todo gobierno capitalista. Esto es cierto estén los demócratas o los republicanos en el poder.

Mientras tanto, la clase obrera no puede vivir como antes. Foreign Affairs, el portavoz del Consejo de Relaciones Exteriores (CRE) de Estados Unidos, llama este periodo la “era de la incertidumbre”.

Otro camarada dijo: “Esto acelera el momento de la posibilidad de la revolución comunista “.

Era la primera vez que B escuchaba este análisis. Pensó en ello mientras descargábamos los suministros de su camioneta para el mitin de la huelga.

El presidente del CRE, Richard Haass, escribió un influyente artículo en el que admite que la hegemonía de Estados Unidos ya no existe. Ve imposible que el imperialismo estadounidense pueda controlar el caos mundial, dadas las divisiones del país. Hace un llamamiento a los educadores para que ayuden a zanjar las divisiones políticas del país.

Un tercer camarada, que vive cerca de la escuela primaria donde trabaja B, habla a menudo con él. En nuestra próxima conversación, profundizaremos en la cuestión que tanto preocupa a la clase dominante: “¿Para qué sirven las escuelas?” La clase obrera no debe aceptar la agenda del capitalismo: utilizar a los educadores para reestablecer el violento reinado del imperialismo estadounidense.

Lo que comenzó como una discusión sobre cómo continuar la lucha contra el racismo y el fascismo al estilo de Trump se expandió a la necesidad de construir un movimiento comunista internacional y el PCOI.

Camaradas en Seattle

 

Un Millón de Preguntas Sobre el Comunismo

P, un obrero industrial, tenía “un millón de preguntas”. Después de asistir a una reunión colectiva del Partido en Seattle durante la huelga de educadores, tenía “un millón más”.

La literatura del PCOI enfatiza que sólo una sociedad comunista puede proporcionar la educación que los estudiantes merecen. Pero las preocupaciones de P van más allá de la educación comunista. Cuestiona la propia naturaleza de esa sociedad.

Le inquietaba la fusión del trabajo “mental” y “manual” en una sociedad comunista. Criticó una frase del panfleto de educación: “El agrónomo y el obrero agrícola, el ingeniero y el obrero de la construcción, el biólogo molecular y la enfermera serán la misma persona”. Para él, sonaba mágico.

P pensaba que la especialización era inevitable. Todos tenemos un tiempo limitado para aprender.

El colectivo del partido está de acuerdo en que ningún individuo puede saberlo todo. Por eso el lema comunista es: de cada cual, según su compromiso y capacidad, a cada cual según sus necesidades.

P argumentó que incluso una sociedad sin clases sociales seguiría necesitando la especialización. “Si queremos que los seres humanos sobrevivan a las amenazas urgentes, necesitaremos personas que estén en la cima de sus carreras “, dijo. “Nunca confíes en un científico que diseña cohetes mediocres”.

Sin embargo, incluso la producción de cohetes requiere muchos cerebros y manos.

Otros camaradas argumentaron que mucho de lo que P llama especialización, nosotros lo llamamos estratificación. El capitalismo requiere la estratificación para maximizar las ganancias y mantener una superestructura que justifique la explotación, el racismo, el sexismo, la xenofobia, etc.

La colectividad comunista liberará la creatividad y el potencial de toda la clase trabajadora. Romper la división entre el trabajo mental y el manual no sólo es posible en una sociedad comunista, sino que conducirá a grandes avances en la educación, la sanidad y todos los aspectos de la sociedad.

Desde entonces, P se ha planteado nuevas preguntas que considera más urgentes: ¿Cómo se puede movilizar a las masas? ¿Es posible? ¿Qué motivaría a la clase trabajadora? Para justificar los costos, el futuro “estado” tendría que ser obviamente mucho mejor que las condiciones actuales.

P se toma en serio la lucha por una nueva sociedad comunista. Esto hace que los debates sobre nuestro colectivo sean más útiles. Agradecemos especialmente las opiniones de los lectores de Bandera Roja sobre estas cuestiones.

Al terminar la reunión, sugerimos que una vez que haya leído y discutido más de nuestra literatura, P debería ingresar al PCOI.

“¡Sí, hagámoslo oficial!” Respondió P.

-Camaradas de Seattle (EEUU)

Primera página de esta edición

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