Guerra en Ucrania y la Muerte del Petrodólar
25 de octubre – El imperialismo estadounidense acaba de desplegar su 101ª División Aerotransportada en Rumanía a sólo seis millas de la frontera ucraniana. Esto no es para ayudar a las masas ucranianas, que sufren y mueren cada vez más a medida que la guerra entre EEUU y Rusia continúa. Es para posibilitarle al imperialismo estadounidense una gran escalada militar, acercando más al mundo a la Tercera Guerra Mundial. ¿Por qué están dispuestos a arriesgar una guerra nuclear con Rusia por Ucrania?
En el mundo capitalista-imperialista en el que vivimos, Ucrania se ha convertido en el campo de batalla en el que el imperialismo estadounidense lucha por su supervivencia como potencia imperialista dominante del mundo. Uno de sus principales contendientes es Rusia (aliada con China).
En un mundo comunista, Ucrania sería un lugar más en el que vive parte de nuestra familia humana. El comunismo no tendrá fronteras, naciones, dinero ni mercados. No habrá necesidad de guerras genocidas como la que hoy asola Ucrania porque en el comunismo compartiremos los recursos del mundo para producir y distribuir colectivamente todo según nuestras necesidades.
En el capitalismo esto es imposible. La competencia está integrada en un sistema que reduce a la mayoría de la humanidad a esclavos asalariados y eleva el dinero por encima de todo. El dinero gobierna el mundo. Y desde el final de la Segunda Guerra Mundial, el dólar estadounidense les permitió a los imperialistas estadounidenses desplazar a los imperialistas británicos y gobernar la mayor parte del mundo.
Sin embargo, en 1971 Estados Unidos no pudo respaldar con oro todos sus dólares en circulación. Había malgastado sus reservas de oro en su guerra contra Vietnam. El dólar se vio obligado a abandonar el patrón oro y a caer libremente. Rápidamente perdió el 10% de su valor. El futuro del dólar parecía aún más sombrío con el embargo petrolero árabe de 1973.
Pero los patrones de EE.UU. habían impuesto su control de la región del Golfo Pérsico, rica en petróleo, tras la Segunda Guerra Mundial, desplazando al imperialismo británico y francés. Pudieron obligar a Arabia Saudí, entonces el mayor productor y exportador de petróleo, a vender su petróleo sólo en dólares. Para 1975, la mayoría de los países productores de petróleo siguieron el ejemplo de Arabia Saudí. Así nació el petrodólar. Esto hizo que el control de la región del Golfo -que había sido la base de la dominación mundial desde la primera guerra mundial- fuera aún más crucial.
Los petrodólares aumentaron enormemente la influencia y el dominio mundial de los imperialistas EE.UU. Les permitió controlar las principales instituciones financieras y diplomáticas del mundo (como el FMI y la ONU). Le permitieron a EEUU convertirse en el mayor deudor de la historia: $31 billones sobre un PIB de $23 billones.
Los petrodólares dieron a los patrones de EE.UU. un almuerzo gratis. Imprimieron dólares con poco o ningún coste y recibieron billones de dólares en monedas de otros países. Los utilizaron para exigir bienes a cambio. También obligaron a los países árabes productores de petróleo a reciclar sus fabulosas ganancias comprando bonos del Tesoro de EE.UU., bienes inmuebles y armamento caro.
Pero el mundo ha cambiado. EE.UU. ha perdido el control de la región del Golfo a China y Rusia. Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos rechazaron recientemente la petición de Biden de producir más petróleo, lo que habría perjudicado a los gobernantes capitalistas rusos.
Arabia Saudí y Rusia han profundizado su relación económica y militar. Arabia Saudí es el principal exportador de petróleo de China. Desempeña un papel clave en la Iniciativa del Cinturón y la Ruta de China.
Irán- donde EE.UU. perdió su influencia en 1979 y ahora aliada con China y Rusia – desafía al imperialismo de EE.UU. por el dominio mundial.
Los imperialistas de EE.UU. temen el día en que China obligue a los saudíes a aceptar su yuan a cambio de petróleo. Eso será el fin del petrodólar y el colapso total de la economía estadounidense y de su hegemonía mundial. Acorralados contra la pared, ahogarán al mundo en sangre obrera.
¿Y Ucrania? Tiene poco que ver directamente con la región del Golfo. Pero es un campo de batalla en el que EE.UU.-OTAN luchan contra Rusia hasta el último ucraniano. Esperan conseguir dos cosas: un cambio de régimen en Rusia y la destrucción de Rusia como superpotencia militar. Esto rompería la alianza China-Rusia-Irán, dando a los imperialistas de EE.UU. una mejor oportunidad de ganar una guerra contra China.
Que imperialista gane o pierda, los trabajadores siempre perdemos. Nuestro deber es organizar y movilizar a las masas de jóvenes, obreros industriales y soldados para la revolución comunista armada antes de o durante la Tercera Guerra Mundial.