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La Educación Capitalista Perjudica a Todos los Trabajadores
4 de diciembre— En la huelga nacional más grande del año, 48,000 trabajadores académicos están en la cuarta semana de su huelga en los nueve campus que conforman la Universidad de California (UC). Estos son los trabajadores que imparten clases, dirigen grupos de discusión, laboratorios y sesiones de tutoría, hacen la mayor parte de las tareas diarias de investigación, califican trabajos y exámenes, y mantienen funcionando a la universidad.
Un salario digno es su principal demanda. Es muy modesto. El trabajador académico promedio de la UC gasta más de la mitad de sus ingresos en alquiler. Algunos duermen en sus autos, tienen dos o tres empleos, asumen deudas de crédito y préstamos estudiantiles, y/o viajan horas al empleo, año tras año apenas alcanzando a pagar los intereses de sus deudas.
Los bajos salarios explotadores significan que los estudiantes de extracción obrera, padres solteros y estudiantes discapacitados son excluidos de la educación superior. Es una característica tácita de todos los niveles de la educación capitalista que el dinero juega un papel divisivo.
La Universidad de California (UC) tiene un fondo de dotación de $ 152 mil millones de dólares. Sin embargo, esta institución financiada por el estado ha creado una situación financiera que hace que sea cada vez más difícil para los estudiantes de clase obrera trabajar en academia.
Sin embargo, tan poderoso como lo es, no es solo el dinero lo que divide a los estudiantes. Desde K-12 hasta la escuela de posgrado, la estructura misma de la educación capitalista los aísla. El conocimiento que la sociedad ha acumulado colectivamente se expresa de forma privada en exámenes o trabajos de tesis. Paso a paso, las presiones cotidianas alejan al joven trabajador intelectual de la comunidad.
Es un aislamiento que nos perjudica a todos. Cuarenta y ocho mil huelguistas organizados y unificados exigiendo un salario digno es una declaración poderosa. Resonaría tan fuerte como un trueno a través de las filas de millones de trabajadores esenciales que también necesitan ese salario digno. Pero la brecha entre el trabajo intelectual y manual que la educación capitalista ha diseñado significa que el significado de la huelga es mal entendido.
“Educación”, señala nuestro folleto sobre la educación comunista. “Es más que la escolarización”. Es una declaración que la situación actual apoya claramente.
En Berkeley, la semana pasada, camaradas repartieron Bandera Roja a los huelguistas. Los huelguistas querían leer sobre las luchas mundiales contra el capitalismo de austeridad. Autocríticamente, no aplicamos el argumento del panfleto a las condiciones reales de los propios huelguistas. No nos preparamos políticamente, y realmente no habíamos pensado en ello. Podemos hacerlo mejor la próxima vez.
La resistencia de los estudiantes de posgrado a su explotación por parte del prestigioso sistema de la UC implicó una organización exhaustiva, capacitación de capitanes de huelga, creación de comités en cada departamento y enseñanza a los líderes de los lugares de trabajo cómo organizar conversaciones. La energía y las habilidades que desarrollaron para resistir la negociación ilegal y de mala fe por parte de la UC son la forma en que todos los trabajadores pueden y difundirán el mensaje comunista. Necesitamos una lucha no por un salario digno, sino para organizar un sistema basado no en el margen de ganancia, sino en las necesidades de cada ser humano.
La exuberancia de los estudiantes de posgrado e investigadores mientras hacen huelga contra la Universidad es un presagio esperanzador de la resistencia que todos los trabajadores sentirán al levantarnos contra el sistema capitalista.
—Camaradas en California (EE.UU.)
Educación Comunista versus Educación Capitalista
El reporte (última edición de Bandera Roja) de la huelga estudiantil en Puerto Rico muestra cuán importantes son los jóvenes en la lucha de clases.
Me encantaría saber qué piensan los estudiantes en los Estados Unidos, Sudáfrica y otros lugares al respecto.
El artículo explica claramente por qué los estudiantes y los maestros necesitan enseñar y aprender la conciencia de clase. Sugería, pero podría haber sido más claro acerca de, la principal contradicción en las escuelas capitalistas.
Como decía el artículo, los jóvenes “realmente son la escuela. Son el sector mayoritario de la comunidad escolar y el eje del sistema educativo”. Pero, al igual que los trabajadores que no poseen ni controlan la fábrica donde trabajan, los estudiantes e incluso los maestros no controlan las escuelas.
Las escuelas capitalistas son parte del Estado capitalista. Por eso “no estimulan el pensamiento crítico y se reprime la lucha por la justicia social”. Y, no porque “el sistema capitalista y su educación no tomen en serio a los estudiantes”.
Toman muy en serio el hecho que los jóvenes son rápidos en ver y odiar la opresión. Esa ira de clase es ciertamente “algo que la educación capitalista trata de destruir” en sus futuros trabajadores y soldados.
Los maestros y estudiantes con conciencia de clase, especialmente los comunistas, libran una batalla diaria dentro y contra las escuelas capitalistas para difundir esa conciencia de la clase trabajadora.
Luchan contra un sistema donde existen puntos, calificaciones y otras cosas para dividir a los estudiantes y obligarlos a competir. Donde las prácticas capitalistas refuerzan ideas divisivas y engañosas como el individualismo, el patriotismo, el nacionalismo y el reformismo.
El sistema escolar capitalista no puede existir sin estudiantes de clase trabajadora, y los estudiantes no pueden escapar del sistema. La escolarización capitalista es una contradicción: una unidad y una lucha de opuestos, siendo la lucha primaria.
Sólo podemos resolver esta contradicción destruyendo el capitalismo con un nuevo sistema comunista. Eso significa luchar por la conciencia de clase comunista.
No sólo para “asegurar la toma del poder”, sino también para garantizar que la sociedad posrevolucionaria crecerá sobre una base completamente diferente. Que habrá un cambio cualitativo real que no podrá ser revertido.
Creemos que la educación en la sociedad comunista será cualitativamente diferente de las escuelas capitalistas de hoy en muchos aspectos. Más aprendizaje estará conectado con el trabajo. No existe una separación real entre el trabajo “mental” y el “manual”, y organizaremos el trabajo y la sociedad de acuerdo con eso. No más “títulos” para justificar el trato desigual.
Pasaremos mucho menos tiempo segregados por edad y nadie será empujado como en una línea de montaje (asamblea) como lo son los estudiantes de hoy. No más “pruebas” y “calificaciones” como las conocemos. Hay mejores maneras de garantizar que las personas tengan las habilidades que necesitan para hacer su trabajo de manera segura y bien.
La forma en que enseñamos y aprendemos en el PCOI hoy es la semilla de la educación comunista. Todos enseñamos, todos aprendemos, mientras hacemos el trabajo comunista y nos esforzamos por hacerlo mejor. Alentamos a todos a aprender de política, filosofía, ciencia y más. Invitamos a todos a escribir para Bandera Roja
Espero escuchar más sobre las luchas de los estudiantes y maestros en Puerto Rico.
—Camarada docente en Los Ángeles (EE.UU.)
Lee Nuestro Folleto:
Educación Comunista para una Sociedad Sin Clases
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Primera página de esta edición
