Obreros Chinos Protestan la Política «Cero-Covid» de Sus Gobernantes Capitalistas

24 de diciembre- ¿Cómo entender las protestas en China contra la política de «Cero Covid » de su gobierno?

Los gobernantes capitalistas de China abandonaron abruptamente la política de «Cero Covid » apenas unas semanas después de haber prometido mantenerla. Quizá vieron en las protestas una oportunidad para levantar las restricciones que dañaban la economía y, al mismo tiempo, desviar la culpa de los resultados al levantamiento de las restricciones. Tal vez fuera un intento de apaciguar a los que pedían la renuncia de los altos dirigentes del partido.

En cualquier caso, ahora deben que lidiar con la rápida propagación del Covid sin la preparación adecuada. Los hospitales están abarrotados y miles de personas mueren diariamente.

¿Gobernantes capitalistas? ¿No está China gobernada por el Partido Comunista de China (PCCh)? Sí. Pero el PCCh ha sido por décadas comunista sólo de nombre. Es capitalista hasta la médula.

Los años 1960 y 1970 fueron testigos de una enorme lucha interna en el seno del PCCh entre los «abiertamente seguidores de la ruta capitalista» y la facción contraria que estaba a favor del socialismo. Pequeños grupos de estudiantes y trabajadores se organizaron en torno a la línea de pasar directamente al comunismo. Fueron reprimidos, pero sus valientes esfuerzos basados en principios comunistas aún nos inspiran.

Los abiertamente capitalistas ganaron. Sus «reformas económicas» de 1978 privatizaron la tierra y otros medios de producción. En diez años, el Estado había vendido los activos de casi todas sus empresas a inversionistas privados. La mayoría de esos inversionistas eran lideres del PCCh o sus aliados cercanos.

¿Queda algo de los principios y metas comunistas que inspiraron a las masas a colectivizar la producción y la distribución en los años 50 y 60? ¿A revolucionar las relaciones de género, la educación, etc.? ¿A movilizar campañas masivas de salud pública?

No muchos chinos recuerdan hoy aquellos días. Pero estamos seguros de que muchos allí, como en todas partes, creen en una sociedad en la que todos contribuyan con lo que puedan y quieran. Donde todos comparten según las necesidades. Han visto que las relaciones capitalistas -realizadas en una economía de mercado- corrompen todo lo que tocan.

Confiamos en que cuando encontremos formas de llevar Bandera Roja a las masas chinas, el PCOI echará raíces y crecerá allí.

Mientras tanto, si tienes algún contacto que pueda ayudarnos a entender las recientes protestas chinas de Covid, por favor comparte lo que puedas. Traducir artículos de Bandera Roja al mandarín o a otras lenguas siníticas sería de gran ayuda.

Esto es lo que sabemos:

A mediados de noviembre, cientos de obreros migrantes del sector textil de Guangzhou, centro neurálgico de la industria manufacturera, rompieron las barreras del encierre, arremetieron contra los retenes de chequeo, marcharon por las calles y se enfrentaron a las autoridades sanitarias locales.

Los trabajadores de la fábrica de Foxconn protestaron masivamente contra las estrictas medidas que afectaban los salarios y las condiciones de vida de los trabajadores recién contratados. El fundador de la empresa, uno de los mayores inversionistas extranjeros de China, advirtió a los dirigentes chinos que sus políticas del Covid estaban perjudicando las cadenas de suministro mundiales de China en medio de una baja en el crecimiento económico.

Semanas después, un incendio en Urumqi, capital de la región de Xinjiang, mayormente musulmana, causó al menos diez muertos. Esto desencadenó la principal oleada de protestas en toda China, ya que muchos creían que las víctimas habían quedado atrapadas por el encierre de Covid.

Muchos manifestantes en Shanghái y otros lugares pertenecían a la etnia mayoritaria china Han. Su solidaridad, más allá de las divisiones étnicas y religiosas de los gobernantes, demostró que entienden que la represión sistemática de la minoría musulmana uigur afectará a todos. Los gobernantes saben que esto supone una gran amenaza para sus tácticas de dividir y conquistar.

El liderazgo de la clase obrera y la solidaridad antirracista marcan una diferencia cualitativa entre las protestas de Covid en China y las que hemos visto en Estados Unidos y Europa occidental. Y las masas chinas han demostrado, a lo largo de tres años, su compromiso con el bien colectivo, a diferencia del individualismo rampante en Occidente.

Algunas manifestaciones de chinos en ultramar, y algunas fuerzas dentro de China, parecen intentar desacreditar a los capitalistas chinos para apoyar a sus rivales imperialistas estadounidenses en nombre de la «democracia». En China, como en todas partes, los trabajadores y la juventud deben rechazar a todos los capitalistas-imperialistas y movilizarse por el comunismo real.

Las protestas de Covid en China -al igual que la continua rebelión en Irán- demuestran que la censura y las medidas represivas violentas no pueden mantener a las masas reprimidas indefinidamente. Pero las luchas reformistas no conducen a la revolución, logren o no sus metas inmediatos.

Y la historia china del siglo XX demuestra que ni siquiera la revolución dirigida por los comunistas conduce automáticamente a una sociedad comunista, a menos que sea eso por lo que las masas se organicen para luchar y construir.

El Partido Comunista Obrero Internacional debe organizar en todas partes precisamente para eso. A diferencia del Partido Comunista de China, somos un Partido de masas abierto a todos los que quieran trabajar colectivamente para luchar, ganar y construir el comunismo. Cuando las masas comprendan y actúen conforme a las ideas comunistas, serán imparables.

 

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