SUDÁFRICA, 12 de febrero—Desde el comienzo de la pandemia, los ataques xenófobos, a manos de policías y políticos por igual, contra trabajadores nacidos en el extranjero se han disparado. Los trabajadores de todo el mundo tienen los mismos intereses: luchar por un mundo comunista que satisfaga las necesidades de todos los trabajadores, donde produzcamos para satisfacer nuestras necesidades, no para producir ganancias. Los gobernantes capitalistas temen que aprendamos esto y actuemos de acuerdo. Por eso impulsan la xenofobia para dividirnos.
Julius Malema, líder de Luchadores por la Libertad Económica (Economic Freedom Fighters) (LLE), hizo rondas en un centro comercial la semana pasada para inspeccionar las listas de empleados de varios restaurantes y tiendas. Aparentemente, tenía la intención de evaluar la proporción de trabajadores nacidos en el extranjero con respecto a los trabajadores nacidos en el país.
En papel, el oportunista y egoísta LLE dice que apoya a los inmigrantes africanos y condena la xenofobia. Pero esto es sólo en papel. Sus acciones racistas son un ataque frontal contra toda la clase obrera.
Tanto la LLE como el movimiento Tierra Negra Primero (Black Land First) son responsables de algunos de los viles actos de violencia cometidos contra nuestros hermanos y hermanas de clase. En las últimas semanas también se les ha sumado el Congreso Nacional Africano (CNA).
Solo el mes pasado en Soweto, uno de los municipios más grandes de Sudáfrica, un concejal del ANC lideró una pandilla de matones racistas contra las tiendas “spaza”, propiedad de personas nacidas en otros países, quemándolas y robando las mercancías. El dueño de una tienda fue asesinado. Varios otros fueron enviados al hospital.
Conforme más y más familias obreras continúen sufriendo debido al Covid, a la explotación, la codicia de los patrones y la corrupción de los políticos, los gobernantes difunden la mentira de que la razón del desempleo son los inmigrantes.
Pero la verdadera razón es la crisis del capitalismo, con su caída de la tasa de ganancia y el aumento del desempleo. Políticos como Malema están colaborando con las artimañas patronales de dividir a los trabajadores, con la ayuda de algunos líderes sindicales como Irvin Jim de NUMSA.
Para pelear por mayores ganancias, los patrones están atacando más duramente a los trabajadores. Están despidiendo a trabajadores locales y contratando trabajadores con salarios más bajos, reduciendo los salarios. Junto con esto están los ataques directos de la policía.
Los patrones empujan la xenofobia para culpar a los inmigrantes de la crisis provocada por el mismo sistema capitalista que obliga a los trabajadores a emigrar para buscar trabajo. Esto está sucediendo debido a la necesidad de ganancias de los patrones y su necesidad de tratar de mantener divididos a los trabajadores enojados. Temen perder el control de los trabajadores.
Podemos ver en pasadas huelgas de mineros y en protestas masivas contra la xenofobia en Sudáfrica la posibilidad real de una lucha unida contra el capitalismo. Nuestro Partido internacional lucha por la erradicación de este sistema racista a través de una revolución para establecer un mundo comunista sin fronteras, explotación, racismo o desempleo.
Para que podamos liberar a la clase obrera en todo el mundo, debemos construir el PCOI en todas partes y confrontar el racismo de los patrones con soluciones comunistas.