Cartas: Como el Comunismo Acabará con el Sexismo

Compartiendo Nuestra Visión Comunista aquí ♦  Las Leyes Capitalistas Anti-Aborto Sirven a las Ganancias Patronales, No a las Necesidades de las Mujeres aquí ♦

Compartiendo Nuestra Visión Comunista

“Gracias por compartir esa visión. Me encantó lo que dijiste sobre un mundo comunista, donde nadie tiene el poder de obligarnos a vender nuestra fuerza de trabajo”, dijo Alice. “Hemos estado hablando sobre la capacidad de controlar nuestras vidas y nuestro destino, y lo que tu dijiste suena como lo que quiero”.

Estábamos en un club de lectura de Zoom en la Universidad Comunitaria donde trabajo. Nos hemos estado reuniendo durante los últimos dos años, hablando de equidad: la lucha contra el racismo, el sexismo, la xenofobia y la homofobia. A pesar de estar en Zoom durante la pandemia, hemos construido lazos estrechos y hemos tenido conversaciones personales y políticas significativas.

Esta discusión había comenzado hablando de roles de género. Coincidimos en que los niños son moldeados para encajar en los estereotipos de género, y que es difícil y fundamental hablar con los niños sobre la necesidad de luchar por sus propias posibilidades, contra un sistema que opera para encajarlos en casilleros para que puedan ser etiquetados, divididos y explotados.

Surgió en la plática la decisión reciente de la Corte Suprema de los EE. UU., y la discusión se centró en la prohibición de los abortos legales y el aumento predecible de mujeres embarazadas que morirán a causa de abortos inseguros. Empezamos a discutir cómo luchar por una sociedad sin estos ataques fascistas contra las mujeres.

“Tengo algunos amigos comunistas”, comentó Janet. “Me frustro con ellos porque solo quieren apegarse a los liberales. Necesitamos unidad en la izquierda. Tenemos que derrotar a los republicanos que están construyendo un movimiento fascista atacando a las mujeres”.

“Soy comunista”, dije. Y compartí la foto de arriba donde estoy sosteniendo una pancarta comunista en una protesta contra la decisión de la Corte Suprema hace tres días. “Esta no es una situación con una solución rápida. Necesitamos una solución a largo plazo y, en mi opinión, debemos luchar por una sociedad comunista”.

¿Qué significa el comunismo para ti?”. preguntó Magdalena.

“Es la sociedad por la que lucho”, respondí, “es una sin esclavitud asalariada ni mercados, donde nada, incluido el trabajo de nuestros cuerpos, está a la venta. Trabajaremos juntos, cooperando para producir lo que necesitamos y compartiéndolo, en lugar de venderlo. Cuando eliminemos las relaciones de mercado, lo que Marx llamó el “nexo del dinero en efectivo”, tendremos que construir relaciones sólidas, igualitarias y de colaboración. Podremos asegurarnos de que nadie tenga poder sobre nadie más. Podremos deshacernos de la competencia que conduce al racismo, sexismo y la homofobia”.

“Vengo de un país comunista”, dijo Natasha. “Los comunistas legalizaron el aborto antes que nadie”.

“La URSS ciertamente lo hizo”, respondí. “Pero eso era socialismo. Mantuvo los salarios y el mercado laboral, y finalmente los logros de la revolución fueron revertidos. Nosotros luchamos por el comunismo”.

Natasha, Allice, Janet, Magdalena y otra mujer de las ocho personas que aún estaban en reunión en Zoom me dieron las direcciones de sus correos electrónicos para que pueda enviarles un artículo sobre el aborto de Bandera Roja publicado en enero de 2017. También les envié nuestro folleto, La Lucha Comunista Contra el Sexismo. Espero tener más y más profundas conversaciones con ellos.

—Maestra Roja

Las Leyes Capitalistas Anti-Aborto Sirven a las Ganancias Patronales, No a las Necesidades de las Mujeres

“Las mujeres deben tener el derecho de hacer lo que quieran con su cuerpo. El aborto tiene que ser legal porque es una decisión de la mujer y solo nosotras sabemos lo que es mejor para nosotras. Mas recursos para la salud tienen que ser proveídos para todas las mujeres sin importar su clase social”.

Esa fue la opinión de una de mis dos hijas, a las que les pedí sus opiniones del articulo “La Ley Mordaza de Trump”.  Era un artículo que escribimos en Bandera Roja hace cinco años sobre el aborto. Ahora la Corte Suprema de EE. UU. ha anunciado que intenta revierte la legalidad del aborto. De ser así EE. UU. se convertiría en el cuarto país en eliminar la legalidad del aborto después de El Salvador, Nicaragua y Polonia desde 1994.

El acceso al aborto legal es regulado y limitado en muchos países del mundo.

En la actualidad 91 millones de mujeres en edad reproductiva viven en 24 países que prohíben el aborto sin importar si el feto sufre de alguna malformación o si fue producto de una violación o si desesperadamente no cuentan con los medios económicos para alimentar una boca más.

Hay cinco países que no permiten de ninguna forma el aborto como El Salvador que dio 30 años de cárcel a Evelyn Hernández de 18 años que fue violada en repetidas ocasiones por un pandillero y que tuvo un aborto espontaneo; la jueza la sentenció porque no buscó ayuda prenatal. Antes de 1998 se permitía en casos extremos. Nicaragua y la República Dominicana tienen leyes antiaborto en su máxima expresión al no permitir el aborto en ninguna circunstancia.

Las leyes son impuestas dependiendo de las necesidades de los patrones en cada lugar y las circunstancias históricas en que se encuentren. Lo cierto es que en esta sociedad capitalista que por naturaleza es sexista al tratar de mantener divididos a hombres y mujeres con sus diferentes roles en la sociedad.

Más mujeres seguirán muriendo en algún cuarto solas, en la obscuridad y mal oliente; desangradas y sin atención médica. Esto es porque esta sociedad no se preocupa en el bienestar de una mujer que consideran mala por tomar la decisión de abortar, sin entender los motivos que la llevaron a tomar una decisión tan dura y dolorosa, tanto física como mental.

La reversión de la ley en EE. UU. que permite el aborto puede tener varias razones. La más visible parece ser un ataque contra las minorías femeninas negras y latinas. Las menos visibles puede ser la influencia de las cupulas más derechistas y racistas del imperio en decadencia o pueden ser solo el recorte de fondos para financiar la presente guerra en Ucrania y juntar fondos para otras guerras que se avecinan.

No sabemos todos los detalles que el imperialismo estadounidense tiene para la clase obrera internacional. Pero por la historia sucia de todas las guerras, racismo y sexismo sabemos que el camino que la clase explotadora tiene no es bueno para nosotros. Eso es puro capitalismo donde la clase que tiene el poder económico con sus millones de la moneda que usen deciden la vida de millones que no tenemos más que nuestros brazos y mentes para producirles sus mercancías y sus ganancias.

Solo en una sociedad comunista las mujeres junto con los hombres podrán decidir lo que es lo mejor para ellas y para todo un grupo amplio del que formen parte. Ya no serán ellas solas contra el mundo. La decisión de abortar como otras decisiones de suma importancia será tomada por los mismos actuadores de la historia como lo son los trabajadores y no por fuerzas ajenas como la culpabilidad y leyes impuestas por quienes no están en el problema.

“Estoy muy de acuerdo con lo que dice en este articulo”, dijo mi hija. “El gobierno no está prohibiendo el aborto por los intereses de las vidas de las mujeres y los recién nacidos, pero principalmente por sus beneficios financieros. Es verdad que terminar con el aborto les va a proveer fundos que pueden hacer por sus propios intereses”.

—Camarada en Los Ángeles

 

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