Sudáfrica: Obreros Industriales Claves para la Movilización Hacia el Comunismo

Jóvenes Sudafricanos Llevan el Comunismo a las Fábricas aquí ♦ Los Obreros Necesitan el Comunismo del PCOI, No el Socialismo del PCSA aquí ♦ El Comunismo Usará la Tecnología para Satisfacer las Necesidades Obreras, No para Crear Desempleo Masivo aquí ♦

Jóvenes Sudafricanos Desempleados Construyen el PCOI en los Distritos Fabriles

Obreros Industriales: Claves para la Movilización Hacia el Comunismo

GQUBERHA (Puerto Elizabeth, Sudáfrica), 29 de mayo— “Si hacen su trabajo todos los días, como yo manejo mi taxi todos los días, la gente los va a escuchar”, dijo el taxista de una camioneta que transporta obreros a las fábricas. “Los patrones les mienten; ustedes les están diciendo la verdad a los obreros”.

Este chofer había recibido Bandera Roja una semana antes, cuando estábamos repartiendo periódicos en las grandes fábricas. Más de siete mil trabajadores industriales se concentran en esta Zona Económica Especial Coega, financiada por el imperialismo chino.

Si bien todos los trabajadores y jóvenes son importantes en organizar nuestra lucha directamente por una sociedad comunista, los obreros industriales enfrentan en carne viva en las fábricas la brutalidad del sistema por medio de la explotación.

“Los trabajadores industriales son clave para luchar contra los patrones y su sistema porque sin ellos no hay plusvalía ni ganancias”, dijo un camarada.

Bajo el capitalismo, los obreros industriales desarrollan odio de clase y solidaridad de clase en la lucha de clases. Esto los hace más abiertos al comunismo y claves en la lucha revolucionaria para lograrlo. Los patrones lo saben y trabajan para ganarlos al fascismo. Los comunistas debemos confrontar eso.

El conductor que conocimos estaba esperando a sus pasajeros donde muchos otros taxistas esperan a los pasajeros cuando hay cambio de turnos. Él dijo: “El rico es cada vez más rico, y el resto de nosotros somos más pobres cada día”.

La manera perfecta de presentar cómo podemos llegar al comunismo donde no hay ricos y pobres. Leyó cuidadosamente Bandera Roja, intercambió información de contacto e incluso retrasó a los pasajeros para poder hablar con nosotros sobre el comunismo.

Construyendo el PCOI: De las Fábricas a los Barrios

Nuestra confianza creció a medida que aprendimos de nuestra experiencia.

Tuvimos una buena distribución de Bandera Roja en la planta de Volkswagen en Puerto Elizabeth. La planta VW, la más grande de VW en África, emplea a unos cuatro mil obreros y produce más de 100,000 automóviles Polo VW para exportar principalmente a Europa. Cada uno de nosotros hizo contactos sólidos. Un camarada conoce a un trabajador de VW que también recibe Bandera Roja. Sabemos que ganar a estos obreros requerirá una lucha ideológica constante. Continuaremos visitando estas áreas industriales.

Dos camaradas más jóvenes tomaron la iniciativa y le mostraron a un nuevo camarada cómo llegar a las masas con Bandera Roja. Cada camarada reconoció a obreros que conocían de su municipio. Una trabajadora de Isuzu le dijo a un camarada que sabía cómo él podía solicitar empleo en Isuzu.

“Si pudiera conseguir empleo en Isuzu, sería muy beneficioso para nuestra lucha por ganar a los obreros y tratar de crear una base interna”, comentó el camarada.

Visitamos la casa de un obrero que quería venir a nuestra reunión semanal pero no pudo contactarnos. Trajo a otro obrero que estará en la reunión con nosotros la próxima semana. La comunicación telefónica en los municipios es difícil porque las conexiones no son buenas y comprar tiempo para hablar es caro. Un camarada mayor se ha puesto en contacto con siete compañeros, incluidos los obreros de Isuzu, y planea reunirse con ellos.

Más tarde visitamos otra fábrica de propiedad china que emplea principalmente a trabajadores de otros países. Hicimos contactos con trabajadores de Zimbabue y Kenia. Esperábamos encontrara a otros obreros durante la hora del almuerzo, pero el dueño de la fábrica no siempre les permite ir a almorzar.

Él sabe que algunos obreros no tienen documentación legal y por lo tanto no lo denunciarán por encerrarlos.

Nuestro objetivo es trabajar con los contactos que hicimos en esta fábrica para que puedan distribuir Bandera Roja individualmente a otros obreros. Otro camarada enviará Bandera Roja electrónicamente a sus compañeros de trabajo.

Avanzando con la Bandera Roja

Camaradas desempleados realizaron estas movilizaciones. Calculamos que distribuimos más de dos mil ejemplares de Bandera Roja. Sabemos que somos el único Partido que da una perspectiva comunista a los trabajadores.

Veinticinco jóvenes trabajadores, en su mayoría desempleados, disfrutaron de un braai (barbacoa) y una reunión animada y políticamente aguda que concluyó este proyecto e inició su próxima etapa.

Si distribuimos constantemente Bandera Roja, visitamos a los obreros industriales y los convencemos de que ingresen al PCOI, podremos influir en miles de obreros industriales para que luchen por una sociedad comunista sin patrones capitalistas.

Este trabajo debe comenzar con desarrollar más organizadores comunistas y la formación de un núcleo como los camaradas que han mostrado el camino a seguir.

Tomaremos en serio la sugerencia del taxista y lucharemos para continuar nuestro trabajo, no solo por unas pocas semanas, sino regularmente. El materialismo dialéctico afirma que “el cambio cuantitativo conduce al cambio cualitativo”. Periódico por periódico, visita por visita, debemos movilizar a la clase obrera de todo el mundo para tomar el poder por medio de una revolución comunista.

Los Obreros Necesitan el Comunismo del PCOI, No el Socialismo del PCSA

En Strundale, un centro automotriz, cuando mencionamos “comunismo”, algunos obreros estaban confundidos. Pensaron que representábamos al Partido Comunista de Sudáfrica (PCSA). Les explicamos la diferencia.

El PCSA se alía con el gobernante Congreso Nacional Africano, cuyos líderes se encuentran entre los propietarios de las mismas empresas que explotan diariamente a los obreros.

SACP aboga por una sociedad socialista donde el gobierno reemplaza a los patrones individuales para controlar los medios de producción sin reemplazar el sistema salarial. Pero las personas que ejercen el control reciben privilegios especiales, y esto crea una nueva clase dominante. Por el contrario, como Partido Comunista Obrero Internacional (PCOI) luchamos por una sociedad sin clases.

Un obrero de otra zona industrial también pensó que representamos al PCSA. Vio la palabra comunismo y dijo: “Los he estado buscando, ¿cuánto es la cuota de inscripción?” Un camarada le explicó que no éramos el PCSA sino el PCOI.

Estamos luchando directamente por el comunismo, una sociedad donde los medios de producción serán propiedad y estarán controlados por la clase obrera. Una sociedad donde los obreros contribuirán según su capacidad y se beneficiarán según sus necesidades. Nos dio su número telefónico y seguiremos luchando con él para que ingrese a nuestro Partido.

Tres mujeres tomaron Bandera Roja en Perseverancia, otra zona industrial. Uno comenzó a hojearlo y luego dijo: “No quiero oír de política porque hace que la gente tenga hambre. Querrán que protestemos y perdamos nuestros empleos”.

Un camarada explicó que no somos un partido electoral ni un sindicato, y no estamos diciendo que deben protestar y perder sus trabajos. Queremos que se unan al PCOI para luchar por un mundo sin patrones que los despiden para reducir los costos de producción y maximizar sus ganancias. Una sociedad donde el hambre no será una preocupación.

El Comunismo Usará la Tecnología para Satisfacer las Necesidades Obreras, No para Crear Desempleo Masivo

SUDÁFRICA, 23 de mayo—El desempleo masivo está devastando aquí la vida de comunidades enteras. Si se cuenta a las personas que han desistido de buscar trabajo, el 46% de la fuerza laboral está desempleada. Dos tercios de los jóvenes (de 15-24 años) están desempleados. La gente tiene hambre. La gente tiene miedo. La gente está enojada.

Khwezi (no su nombre real) es un obrero negro de 38 años. Ha trabajado durante ocho años para una empresa estadounidense, Huggies, que fabrica pampers. Hasta el año pasado, en su unidad trabajaban 102 hombres, divididos en diez equipos. Sus tareas eran cortar, estampar, pegar, ensamblar y enviar.

El año pasado hubo un despido masivo en su unidad de producción. “En 2021, los patrones nos dijeron que no estábamos alcanzando nuestros objetivos”, nos dijo Khwezi. “Dijeron que, si no mejoramos, tendríamos despidos”.

Los obreros estaban muy nerviosos, ya que la mayoría trabajaba para un contratista que les cobraba hasta la mitad de su salario. No tenían seguridad, ni vacaciones pagadas, ni servicios médicos. Efectivamente ganaban menos del salario mínimo diario. Todos ellos caminaban al trabajo desde un municipio lejano porque no podían pagar el transporte.

“Los patrones dijeron que iban a actualizar toda nuestra unidad, lo que facilitaría nuestras tareas y mejoraría la eficiencia”, continuó Khwezi. “Todos entendieron que eso significaría más trabajo para algunos de nosotros y muchos trabajadores perderían su trabajo.

Cuando las nuevas máquinas entraron en la línea de producción, pidieron a diez trabajadores que asistieran a una capacitación especializada.

Nos dimos cuenta de que estaban despidiendo a los otros noventa obreros y que los restantes íbamos a ser la nueva unidad.

“La nueva máquina automatizada que manejo produce 1000 pampers por minuto. Todas las tareas son realizadas por 10 obreros en lugar de 100 obreros. Las máquinas requieren una sola persona para operar todo, desde el corte hasta el envío”.

Este fenómeno viene ocurriendo desde hace cientos de años, desde que el sistema capitalista echó raíces. Los patrones necesitan más ganancias. Compiten con otros capitalistas. Esto los obliga a crear eficiencia, velocidad y automatización para reducir el costo de producción.

Esto requiere que los patrones inviertan más en maquinaria que reemplaza a los obreros. Y dado que solo los obreros crean ganancias, para que 10 obreros produzcan más ganancias que los 100 obreros de antes, los patrones tienen que expandir grandemente su tajada del mercado, destruyendo así directamente a sus competidores y causando aún más despidos.

El capitalismo está actualmente en crisis. Ha producido enormes fuerzas y eficiencia para crear mercancías en enormes cantidades. Pero en lugar de que los obreros nos beneficiemos del fruto de nuestro trabajo, los patrones han creado condiciones de despidos masivos. La necesidad de aumentar las ganancias causa que la tasa de ganancias decaiga. Esto socava todo el sistema capitalista. Termina en despidos racistas en todo el mundo. Enfrenta a los obreros contra obreros.

Solo cuando los obreros se apoderen de los medios de producción de los patrones podremos liberar a la clase obrera de la esclavitud asalariada. Debemos unir a los trabajadores empleados con los desempleados en nuestro objetivo común de aplastar el capitalismo y crear una sociedad comunista.

En una sociedad comunista, libre de explotación, el fruto de nuestro trabajo enriquecerá a la humanidad entera conforme construyamos basándola en satisfacer nuestras necesidades. El cuidado de la salud, la vivienda y la educación descansarán sobre esa nueva base. ¡No más racismo, desempleo, hambruna, violencia pandilleras ni guerras por las ganancias de los capitalistas!

Llevamos este mensaje a las masas hambrientas y enojadas para reclutarlas a nuestro Partido.

Primera página de esta edición

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