El Control de Armas No Puede Protegernos aquí ♦ Carta: ¿Quién Debe Controlar las armas? aquí ♦
El Salvador Hemos aprendido de la experiencia que una revolución comunista requiere un Partido con una base de masas, una línea revolucionaria y una estrategia militar.
El Control de Armas No Puede Protegernos. Pongámosle Fin a la Violencia Capitalista con la Revolución Comunista
EEUU., 20 de junio— “No entiendo por qué un joven de 18 años necesitaría un arma de asalto”, dijo un amigo. “¡Los republicanos y los partidarios de Trump están locos y tantas personas han sido asesinadas!”. Otro dijo: “¡Es ridículo esperar que los maestros tengan armas en el salón de clases para poder defender a sus alumnos! Esto me rompe el corazón”.
Compartimos su ira por la atroz violencia armada contra los niños y las personas de color de clase trabajadora. Pero la solución propuesta, leyes estrictas de control de armas, toma en cuenta solo una fracción de la violencia que el capitalismo comete en todo el mundo, todos los días.
“Hay tantos factores que se cruzan que vuelven loco a cualquiera”, dijo otro amigo. La única forma de lidiar con esos factores que se cruzan es aplastando el capitalismo.
Mientras exista el capitalismo, los trabajadores nunca podrán estar seguros.
En los Estados Unidos, el suicidio es la segunda causa principal de muerte entre los jóvenes. Uno de cada treinta niños experimenta la falta de vivienda cada año. La muerte por violencia armada se cruza con la falta de atención médica, especialmente la salud mental. El racismo y el sexismo rabiosos del capitalismo significa que las personas de color y las mujeres se ven afectadas de manera desproporcionada.
Para las masas, no existe la seguridad bajo el capitalismo, una sociedad construida sobre la explotación con fines de lucro. El capitalismo significa sufrimiento y muerte para la clase obrera: Guerras por ganancias. Mil millones de personas enfrentando el hambre. Seis millones de muertes confirmadas por Covid. Personas de color asesinadas por la policía. Familias obligadas a huir de sus hogares y rechazadas en las fronteras.
Estamos luchando no para acabar con un problema mortal, sino para acabar con todos.
Las leyes se hacen para beneficiar a los ricos
Las leyes de la clase dominante nunca pueden beneficiar realmente a la clase trabajadora. Los avances aparentes, como el derecho al aborto, pueden desaparecer en un santiamén si la clase dominante siente que se beneficiará.
Otro amigo preguntó: “¿Qué pasaría si se votara por más políticos representativos? Y todo mundo tuviera la oportunidad de votar de manera justa… ¿seguiría siendo válido este argumento?
Absolutamente. Los políticos representan a las personas que les pagan. Las grandes sumas de dinero eligen candidatos y financian campañas. La clase que se beneficia del sistema nunca permitirá que sea de otra manera.
Hasta que hayamos eliminado el dinero y la esclavitud asalariada, la causa material del racismo, el sexismo y la xenofobia, las masas no tendrán poder ni seguridad.
Históricamente, las leyes de control de armas de EE. UU. se han promulgado y aplicado de manera selectiva. La clase dominante aprobó la Ley Milford cuando estaba aterrorizada de armas en manos de los Panteras Negras. Cualquier ley de control de armas que hagan los políticos será para proteger su posición y sus bienes, no por el bien de las masas.
Los partidarios de Trump pueden querer tener sus armas listas para otra insurrección, pero la principal facción de la clase dominante estadounidense está más preocupada por controlar el ejército, donde se encuentran las verdaderas armas. Ambos lados no se preocupan por protegernos a nosotros o a nuestros hijos. Si lo hicieran, los refugiados no serían azotados y rechazados en la frontera sur de Estados Unidos. El cuidado médico sería universal y gratuito. Nadie seria desamparado.
Pero en lugar de proveernos loque necesitamos y proteger a nuestros hijos, los gobernantes nos atacan negándonos el derecho al aborto y acceso al cuidado médico. Promueven teorías racistas y sexistas para dividirnos y construir un movimiento fascista. La crisis capitalista global fomenta la violencia racista, sexista y homofóbica a medida que los imperialistas avanzan hacia la guerra mundial.
Pongámosle Fin a la Violencia Capitalista con la Revolución Comunista
Nuestro trabajo como comunistas es construir un Partido masivo en preparación para una revolución que acabe con el maldito capitalismo. Requerirá una lucha armada con armas en manos de la clase obrera dirigida por el PCOI, junto con soldados revolucionarios y marineros.
El Estado reclama el monopolio del uso de la fuerza. Pero el ejército está compuesto principalmente por jóvenes de la clase trabajadora. Aprenderán que sus intereses son opuestos a los de los patrones que los envían a matar y morir en guerras por imperios y ganancias. Podemos ganarlos para que volteen sus armas y se unan a la revolución comunista.
No queremos que los patrones desarmen a la clase obrera. La agitación por las leyes de control de armas hace que los trabajadores y los jóvenes rechacen la lucha armada. La ideología pacifista es suicida para nuestra clase. Significa seguir siendo esclavos asalariados y carne de cañón en vez de derrocar a nuestros opresores.
Por lo tanto, nuestra tarea inmediata es política: ganar soldados, marineros, trabajadores y jóvenes a la necesidad de la revolución armada.
En el comunismo, tomaremos colectivamente las decisiones pertinentes al uso de armas, no individualmente. Las decisiones se basarán en la lucha por los mejores intereses de los trabajadores. El racismo, el odio y el miedo que motivan a los asesinos eventualmente serán cosas del pasado.
Nadie estará aislado. Con relaciones cercanas, sabremos si alguien planea hacerse daño a sí mismo o a los demás. Esta es la única seguridad real para todos nosotros, y vendrá con la muerte del capitalismo-imperialismo y la construcción de un mundo comunista.
¿Quién Debe Controlar las Armas?
En las conversaciones sobre la interminable serie de impactantes masacres con armas de fuego, especialmente los tiroteos en las escuelas, la gente suele preguntar: ¿Está el PCOI a favor del control de armas?
Creo que la mejor respuesta es sí: control por parte del Partido.
Por supuesto, se referían a las restricciones del gobierno de EE. UU. sobre quién puede poseer armas y que clase de armas. No endorsamos esto porque es posible que nosotros queramos tener armas. Y, de todos modos, no es probable que suceda. Los republicanos están totalmente en contra y los demócratas están a favor, pero de una manera típicamente débil. Las matanzas continuarán hasta que el comunismo lo borre todo.
Pero, ¿qué pasará en el comunismo?
El comunismo tendrá un control estricto de las armas. El principio básico es que las armas solo estarán disponibles para los miembros del Partido y sus organizaciones de masas. Movilizaremos a las masas para reclutar a nuestro Ejército Rojo y a otras organizaciones como grupos de defensa comunitaria.
La membresía en tales organizaciones armadas será controlada. Las armas solo se distribuirán a personas que hayan demostrado lealtad al comunismo y aun ellos no se les dará acceso ilimitado. Por ejemplo, no se les permitirá necesariamente mantener sus armas en sus domicilios.
No habrá armas en manos de particulares no afiliados. Se harán arreglos especiales para deportes, como tiro al blanco, caza y control de animales.
En el pasado, los comunistas a veces hablaban de la necesidad de armar a los trabajadores en general, pero esto fue un error. Al comienzo, no todos los trabajadores apoyarán la revolución y no queremos poner armas en manos de nuestros enemigos.
Sin embargo, antes de que el comunismo finalmente triunfe, intentaremos armar a tantos partidarios como podamos. Alentaremos a los jóvenes a adquirir experiencia con armas de fuego, desde pistolas hasta rifles de asalto y artillería pesada. Bajo la dirección del Partido, por supuesto.
Algunas personas con armas serán, o se volverán terroristas. Pueden planear o intentar tiroteos masivos. ¿Como frustraremos estos intentos contrarrevolucionarios?
Movilizando a las masas para que se defiendan. Algunas personas especialmente confiables podrán andar armadas, incluso portando armas ocultas. Serán entrenadas para confrontar inmediatamente a los terroristas y liderar a otros a hacer lo mismo. (A diferencia de los cobardes policías de Uvalde).
Algunos lectores pueden sorprenderse de que el PCOI este entusiasmado en armar a jóvenes y trabajadores. Pero los comunistas no somos pacifistas. Toda revolución comunista ha tenido que defenderse de ataques armados masivos. No seremos aniquilados por subestimar la importancia de la lucha armada.
Recordemos también que esta es una situación temporal. Una vez que el capitalismo y sus partidarios hayan sido eliminados en todo el mundo, ese será el fin de las armas que son usadas contra personas. Es posible que tengamos algunas armas para uso deportivo o contra animales salvajes. Pero nunca más los padres tendrán que preocuparse de que les disparen a sus hijos.
—Camarada en Canadá