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Contradicciones: Estudiando el Materialismo Dialéctico
LOS ANGELES (EE. UU.), 27 de julio- Una camarada obrera dijo en un grupo de discusión sobre dialéctica que una de sus contradicciones internas era el miedo al régimen de excepción en El Salvador bajo el que vive. Pero ella vence su miedo luchando colectivamente y organizando pequeños grupos del partido.
Esa contradicción es entre su miedo a la represión frente a su compromiso de construir el PCOI para deshacerse del odiado capitalismo. Ella refuerza el lado comunista participando en las reuniones del Partido, dando a los trabajadores Bandera Roja y hablando de ello con ellos.
El PCOI está organizando cuatro sesiones para estudiar el Materialismo Dialéctico vía Zoom. El objetivo es que los camaradas más jóvenes estudien, entiendan y lideren en estas discusiones para fortalecer el trabajo del partido.
Unas veinte personas se reunieron para la primera sesión. Los camaradas que la dirigieron leyeron varios artículos (disponibles Aquí).
Una breve presentación visual explicó que el concepto más importante de la dialéctica es la contradicción. Es la unidad y la lucha de los opuestos. Las contradicciones existen en todo: en el interior de cada persona, en las familias, en los lugares de trabajo, en la vida de una planta, en la decadencia de un coche viejo, en el capitalismo.
La gente dio buenos ejemplos. “Dentro del capitalismo, los trabajadores y los capitalistas se necesitan e influyen mutuamente, pero están en agudo conflicto. Este conflicto produce protestas, huelgas, rebeliones y revoluciones. La victoria del comunismo acabará con la contradicción entre obreros y patronos”.
Todos los procesos tienen contradicciones. La contradicción interna a un proceso es lo que impulsa ese proceso. Determina la dirección que tomará el proceso y su carácter.
Por ejemplo, una camarada demostró que, si aplastaba un huevo con la mano, el huevo se rompería. Pero si aplica la misma fuerza externa a una roca, ésta no se romperá. La composición interna del huevo y la roca son diferentes, por lo que la misma fuerza externa conduce a dos resultados diferentes.
La represión fascista no detendrá a la clase obrera cuyo partido comunista se organiza en colectivos en las fábricas, escuelas y cuarteles para luchar por el comunismo. Al organizar el partido de esta manera, los camaradas luchan para que el partido sea como una roca y no como un huevo.
“Cuando estemos en el comunismo, ¿no habrá contradicciones?”, preguntó un camarada. Llegamos a la conclusión de que cuando agudizamos y resolvemos una contradicción, ésta da lugar a nuevas contradicciones que luego tendremos que resolver.
Después de que la clase obrera destruya el capitalismo, parte de su ideología y sus prácticas, como el racismo, el sexismo y el individualismo, seguirán existiendo junto con la ideología y las prácticas comunistas que construiremos, y en oposición a ellas. El partido tiene que guiar a las masas para resolver esta contradicción derrotando de una vez por todas estos vestigios del capitalismo.
Otro camarada describió su experiencia en una fábrica de Los Ángeles. Demostró que los trabajadores pueden superar colectivamente contradicciones internas como el miedo frente a la necesidad de luchar.
Pensaba que los trabajadores tendrían demasiado miedo para parar la producción. Pero cinco trabajadores dejaron de trabajar en una sección cuando el jefe bajó allí la tarifa por pieza. El camarada escribió un papel a una compañera diciéndole que dejara de trabajar para apoyarles. Pensó que no pasaría nada. Pero cuando se dio la vuelta, toda la fábrica había dejado de trabajar. Se levantó y dijo a los trabajadores: “¡La fábrica es nuestra!”.
Esto ocurrió, dijo, porque el partido había estado distribuyendo periódicos comunistas en el exterior. Debemos superar el miedo confiando en los trabajadores. Esta fue una lucha reformista, pero podemos tener confianza en que los trabajadores lucharán por el comunismo.
El tiempo se agotó. Estamos planeando más tiempo para la próxima sesión para que más camaradas puedan dar ejemplos de contradicciones en su vida cotidiana, en la naturaleza y en el trabajo político.
Las contradicciones están en todas partes. Podemos aprender a identificarlas y luchar para resolver las principales, fortaleciendo el lado comunista. Este ha sido un buen comienzo. Después de estas cuatro sesiones, tendremos grupos de discusión más pequeños sobre el materialismo dialéctico.
¡Nos vemos en la próxima reunión! Pide a un organizador del partido el enlace Zoom.
Ver la página materialismo dialéctico del PCOI, disponible aquí
Tener Confianza en El Comunismo y La Clase Obrera
Recientemente me invitaron a una actividad social política comunista del PCOI en un parque. Agradecido de haber ido y compartido con diferentes personas de diferentes partes del mundo.
En Colombia, yo era parte del ejército colombiano y mis ideas eran de derecha. Hasta hace poco que conocí al compañero H y con él empezamos a platicar acerca de cuál era nuestra posición en la sociedad.
Él me hizo entender lo equivocado que estaba de una forma tranquila y constante. Yo fui siguiendo el hilo y me di cuenta de que había vivido en el lado equivocado.
Para no ir solo al parque, invite a M, un amigo de mi pueblo. Pero no conocía sus ideas políticas. Al principio cuando yo cambié y empecé a ver las ideas de una manera diferente, no sabía cómo podía decirle a él, lo que yo había experimentado o encontrado, porque no estaba seguro cómo iba a reaccionar.
Sin embargo, decidí empezar a sondear su pensamiento y le empecé hacer una exposición en general de lo que es la lucha de la clase trabajadora.
Para mi sorpresa él me comunico que su abuelo había sido revolucionario. De igual forma su papá ha luchado toda su vida por la clase trabajadora y que a él también le gustaban las ideas revolucionarias.
A él le pareció muy bien la actividad, y ahora también está dispuesto a querer conocer más las ideas y participar con el partido.
Como dijo mi amigo H, “Es una lección práctica, hablando con la gente se encuentran esos trabajadores que están tan cerca de nosotros y a veces nosotros nos alejamos de ellos. Hay que tener confianza en las ideas comunistas y en la clase trabajadora.”
Cambié mi posición y ahora que participé en este convivio con todos los camaradas del partido, estoy dispuesto a aportar lo sea necesario y aprender más acerca de las ideas comunistas y ver que nos depara el futuro.
—Camarada Colombiano
Saludos Revolucionarios de una Camarada Salvadoreña
Tuve la oportunidad, y una grata experiencia, de compartir un picnic revolucionario con camaradas en Los Ángeles. Me impresionó mucho el ambiente solidario y la diversidad racial de los presentes, todos unidos por la misma lucha.
Los abrazos y saludos de los camaradas me hicieron sentir como en familia. Luego empezaron los reportes de diferentes áreas de trabajo del partido, que me gustaron mucho. Estos incluyeron Seattle, India, maestros de Los Ángeles y otros temas muy importantes. Luego los presentes dieron opiniones políticas.
Algunos jóvenes colombianos se interesaron en conocer más sobre las ideas comunistas del partido. Me pareció muy bueno conquistar a más jóvenes y dar a conocer la línea política del PCOI.
Hubo una charla sobre un trabajador en una fábrica que me gustó mucho. Se trato de las ideas comunistas en la práctica. Se puso como ejemplo de la solidaridad que demuestra al ayudar a su familia y amigos.
Fue un día muy inspirador para mí. Estoy entusiasmada de continuar organizando y ayudando con las actividades del Partido.
—Camarada en El Salvador
“Ser Madre Me Ha Enseñado por qué Necesitamos el Comunismo”
Ingresé al PCOI cuando estaba en secundaria y participé activamente en el Partido, asistiendo a mítines, marchas y actos.
Me gradué y pronto me incorporé al mundo laboral y me convertí en madre. Dejé de ser activa, pero ahora he vuelto y con más fuerza que nunca. Ahora tengo más motivos para luchar por los trabajadores. Ser madre me ha enseñado por qué necesitamos el comunismo. No tener una red de seguridad es extremadamente difícil.
Como trabajaba para una gran empresa, no tuve permiso de maternidad remunerado y estuve cuarenta días sin paga. Tener hijos es extremadamente caro. Sinceramente, no podría haberlo hecho sin mi familia y amigos de clase trabajadora.
Conocer esto de primera mano me ha disgustado enormemente, pues sé que muchas madres no han tenido el mejor apoyo, especialmente por parte de su gobierno. Un gobierno que, sin excepción, se llevó su parte de mi sueldo y nos dijo que era para ayudar a la comunidad. No lo vi cuando me convertí en madre.
Habiendo pasado por algunas dificultades con mi familia me ha enseñado una y otra vez que el comunismo es la única respuesta para tener redes de seguridad y éxito en la maternidad/paternidad.
Saber que cuidarán de nuestros hijos mucho después de que nos hayamos ido es una paz que no se puede comprar con dinero. Pero puede llegar con el cambio. Saber que existe un mundo sin barreras, sin fronteras y sin pobreza para nuestros hijos es el objetivo por el que debemos luchar.
—Camarada en Los Ángeles (EE. UU.)
Primera página de esta edición
