Bienvenidos, Nuestros Hermanos de la Clase Obrera: Unámonos para Construir un Mundo Comunista sin Fronteras
LOS ÁNGELES (EE. UU.), 3 de octubre — “Los patrones y sus gobiernos nos hacen parecer criminales, pero sólo venimos a trabajar y enriquecer a algún patrón”. Estas son las palabras enojadas de un trabajador que ha estado “indocumentado” en Estados Unidos durante casi treinta años.
Miles de personas, especialmente jóvenes y niños, de Sur América y El Caribe han cruzado la frontera entre México y EE. UU. Medio millón de venezolanos están recibiendo un permiso temporal para trabajar en los EE. UU.
Muchas organizaciones y personas individuales les dan la bienvenida a los inmigrantes y les ayudan a empezar una nueva etapa de sus vidas.
Por otro lado, los ataques racistas y homofóbicos en contra de los inmigrantes están en crecimiento. Los gobernadores Greg Abbott (R-Texas) y Doug Ducey (R-Arizona), en autobuses y aviones, enviaron miles de migrantes a Washington, D.C., la Ciudad de Nueva York, Chicago y Los Ángeles. Desde 2022 el gobernador Abbott ha transportado a más de 38,000 inmigrantes a distintas ciudades.
Los politiqueros de derecha utilizan a los inmigrantes como plataforma para su racismo y su política fascista. Los políticos liberales dicen que “se preocupan” por los inmigrantes. ¡Les interesa explotarlos en empleos mal pagados y en el ejército si llegan a Estados Unidos! El terror racista de los capitalistas tiene como objetivo mantener a los obreros inmigrantes trabajando por salarios bajos, reducir los salarios de todos los trabajadores y dividir nuestra clase.
El presidente demócrata de Bill Clinton inició el muro fronterizo en 1994 bajo el programa antinmigrante conocido como Operación Guardián. Pero tomó más entidad al ser un componente importante de las promesas de campaña del republicano expresidente Donald Trump.
Desde su origen el capitalismo creo fronteras y naciones para dividir “nativos y extranjeros.” A finales de 2022, había 108,4 millones de personas desplazadas por la fuerza en todo el mundo: 35,3 millones de refugiados, 62,5 millones de desplazados internos, 5,4 millones de solicitantes de asilo y 5,2 millones de otras personas que necesitaban protección internacional.
Esta migración masiva ha sido el resultado del hambre, miseria y las guerras desatadas principalmente por grandes imperios como China, Rusia y EE. UU. que se disputan el dominio del mundo.
De manera de aniquilar el capitalismo y establecer el comunismo se requiere una unidad obrera e internacional que rebase todas las divisiones impuestas por los gobernantes.
La clase patronal estadounidense tiene la necesidad de nuestra fuerza de trabajo para garantizar su producción de mercancía. También tiene la necesidad de derramar nuestra sangre en los campos de batalla para garantizar su dominación.
Actualmente hay 10 millones de puestos de trabajo abiertos en EE. UU.: 377.000 en la construcción y 1,6 millones en la hostelería y muchos más en la industria manufacturera. El secretario de Trabajo Martin Walsh declaró que EE. UU. necesita inmigrantes para compensar la escasez de trabajadores. Y agrega que la amenaza a largo plazo para la economía estadounidense no es la inflación, sino la insuficiente inmigración.
La analista Manjari Chatterjee Miller dice que los inmigrantes de la India constituyen el segundo grupo de inmigrantes más grande en EE. UU. después de los mexicanos. Ella declara que es necesario simplificar el proceso de inmigración trabajadores indios calificados para que de esta manera permita a EE. UU. aumentar su propia capacidad interna y contrarrestar más eficazmente a China. Los trabajadores de tecnología de la información (TI) de la India han sido la columna vertebral de Silicon Valley.
Pero aún más importante es la cuestión militar. Se estima que hay 45.000 inmigrantes que sirven activamente en el ejército estadounidense. Actualmente el ejército estadounidense atraviesa la peor crisis de reclutamiento en 25 años y en consecuencia ha redoblado sus esfuerzos para reclutar entre comunidades de inmigrantes.
Los trabajadores inmigrantes y los soldados han desempeñado papeles clave en la lucha por el comunismo en el pasado. ¡Lo harán ahora tanto como en el futuro! Al unir a los trabajadores y soldados inmigrantes y nativos, nuestra clase puede deshacerse de la explotación, el terror racista y la guerra imperialista con la revolución comunista.
“Mis 29 años en EE. UU. no han sido en vano. He creado una familia y luchado en las calles y fábricas de costura por un mundo comunista”, dijo el camarada
En el comunismo no existirán las fronteras, ni la producción por ganancias. Produciremos para satisfacer las necesidades de la clase obrera internacional. Ya no tendremos que cruzar el mortífero Darién en Panamá, ni desiertos o montañas, o mares turbulentos donde miles de nuestros hermanos y hermanas mueren cada año.
Bienvenidos hermanas y hermanos de clase. Unámonos como una sola clase, para luchar por un mundo comunista, con una sola bandera, en un solo partido, el Partido Comunista Obrero Internacional.
Lee Nuestro Folleto:
“Luchemos Por el Día en Que Ningún Trabajador Sea Llamado Extranjero”