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¿Qué es el racismo y cómo podemos acabar con él?
Nota de Bandera Roja: Una carta en la última edición preguntaba: «¿Qué es exactamente el racismo y qué significa acabar con él? ¿Cuál es el plan para llegar a 0% racismo? ¿Cuánto podemos acercarnos a 0% de racismo ahora mismo, antes de la revolución comunista? ¿Qué pasos concretos daríamos para eliminar el racismo? ¿Qué podría interferir en este plan?».
Tratamos de responder a algunas de estas preguntas en nuestro folleto Para acabar con el Racismo: Movilizar a las Masas para el Comunismo (disponible en www.icwpredflag.org Aquí). Un grupo está trabajando ahora en un nuevo folleto contra el racismo. Esperamos que más lectores nos envíen sus respuestas, comentarios, preguntas y sugerencias.
Para Derrotar Rodo Tipo de Fanatismo Debemos Ganar la Lucha por el Comunismo
GQEBERHA (Sudáfrica), 19 de marzo- El racismo, la xenofobia y la ideología nacionalista están tan vivos como el capitalismo en Sudáfrica. Recientemente, un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores se jactó en Twitter de haberles negado la entrada a Sudáfrica a ocho afganos solicitantes de asilo. Esto, espera, le comprará a él y a su gobierno la simpatía del emergente movimiento racista de derechas que dice #putsouthafricafirst (#pongamosasudafricaprimero)
Los politiqueros siempre utilizan estos eslóganes racistas cuando se intensifica la crisis capitalista. Lo hacen para dividir a la clase obrera por raza, nacionalidad y religión. Para culpar a los trabajadores inmigrantes y evitar que nos unamos contra el capitalismo. Su miedo es que las masas se unan para acabar con su podrido sistema.
Como comunistas debemos luchar contra esta ideología racista de derecha. No podemos acabar con este racismo sin ganar a las masas a la revolución comunista. Sin embargo, tenemos que desenmascararlo ahora para dejar al descubierto a los verdaderos enemigos de la clase obrera: los capitalistas y sus politiqueros. Y de tal manera que forje relaciones comunistas entre los trabajadores.
En Sudáfrica, como en muchas otras partes del mundo, existe una conexión directa entre capitalismo, crimen organizado, racismo antiinmigración, drogas, guerras, migración, tráfico de personas y xenofobia. Los patrones no sólo ganan porque estos males dividen a la clase obrera, impidiéndonos unirnos y luchar contra nuestros verdaderos enemigos. Los patrones capitalistas también impulsan -y sacan ganancias de las guerras, el tráfico de personas, la esclavitud, la mano de obra inmigrante peor pagada y la delincuencia.
La mayoría de los inmigrantes en África huyen de las horribles condiciones creadas por las guerras capitalistas por los recursos en diferentes partes del continente. Algunos que buscan alimentar a sus familias se ven obligados a pagar a pandillas para que los lleven a distintos países.
Las condiciones creadas por los capitalistas permiten a los delincuentes locales traficar con miembros de nuestra familia obrera a distintas regiones, donde son asesinados o superexplotados. Son utilizados como mano de obra esclava en las fábricas y granjas de los patrones capitalistas en Asia, África y otros lugares.
Los delincuentes organizados, que operan sobre todo en Sudáfrica, cooperan con elementos de los departamentos de policía, politiqueros en altos puestos y otros grupos organizados. Envían a los inmigrantes traídos ilegalmente a fábricas donde pagan peor y a burdeles administrados por el crimen organizado.
Los politiqueros mafiosos locales en lugares como Durban y Johannesburgo financian la propaganda fascista para ejercer presión política contra sus rivales, que corren los cárteles de drogas y burdeles en distintos distritos comerciales centrales. Otros politiqueros alimentan los sentimientos xenófobos, expresados y provocados por la frustración resultante del desempleo masivo, la pobreza y la desesperación general que envuelve al país.
Para evitar que culpemos al capitalismo de estos ataques, los politiqueros intentan desviar la ira de las masas hacia nuestros hermanos obreros de otros países africanos y o de diferentes religiones o etnias. Son los patrones capitalistas los que pagan salarios más bajos a algunos trabajadores para obtener superganancias, reduciendo al mismo tiempo los salarios de todos los trabajadores.
Podemos y debemos forjar lazos serios con nuestros hermanos de la clase obrera de todas partes para luchar contra este racismo y derrotar al nacionalismo. Los trabajadores inmigrantes tienen un papel clave que desempeñar en la lucha por el comunismo.
Como dice el refrán «sólo tenemos nuestras cadenas que perder». Debemos rechazar esta ideología racista en teoría y en la práctica para unificar a la clase obrera y destruir la esclavitud asalariada.
Algunos compañeros de nuestro colectivo son vecinos de inmigrantes y también trabajan con ellos. Tenemos previsto invitar a los que conocemos a nuestros debates colectivos y actos de masas. Allí podemos crear un diálogo y forjar lazos y relaciones obreras comunistas. Esto ayudará a superar las divisiones, la xenofobia y el racismo.
Finalmente, para acabar con la delincuencia, el racismo y la xenofobia, debemos destruir al capitalismo que alimenta y se beneficia de estos males sociales. Finalmente, para vencer a todos los tipos de intolerancia debemos ganar la lucha por el comunismo: un mundo sin fronteras. ¡Aluta continua!
¿Existía el Racismo Antes del Capitalismo?
La respuesta es «sí», porque el racismo ha existido en todas las sociedades de clases como excusa para la esclavitud y la conquista.
Los antiguos imperios afirmaban que los que querían conquistar o esclavizar eran inferiores. Lo hacían para justificar la guerra y la caza de esclavos. El antiguo filósofo griego Aristóteles sostenía que algunas personas debían ser esclavas porque eran tan inferiores mentalmente que sólo eran capaces de reconocer que el amo era racional, pero ellos mismos no lo eran. Decía que las personas así de inferiores estaban mejor siendo esclavos. Aristóteles dijo que las guerras de caza de esclavos son naturalmente «justas» si sus víctimas se niegan a someterse a la esclavitud. (Aristóteles, Política, escrito hace unos 2400 años).
Durante la Edad Media hubo un activo comercio de esclavos en Europa, especialmente en Venecia, y en los países árabes. En 869 se produjo una gran revuelta de africanos esclavizados en Irak. No todos los esclavos con los que se comerciaba eran africanos, sino que casi siempre eran de alguna etnia o religión distinta a la de quienes los capturaban. Los vikingos, por ejemplo, esclavizaron irlandeses y los enviaron a Islandia.
En Estados Unidos, durante la esclavitud, los intelectuales favorables a la esclavitud citaban a menudo la justificación de la esclavitud de Aristóteles y la aplicaban a los africanos esclavizados. Su idea de que los conquistados y esclavizados se beneficiarían de ello se convirtió en la principal justificación de los colonizadores europeos. Luego llevaron los horrores de la explotación masiva a África, Asia y América Latina. Los imperialistas japoneses también eran racistas y consideraban a los chinos y coreanos que conquistaron racialmente inferiores.
El racismo es siempre un producto del dominio de clase, sean los gobernantes esclavistas, señores feudales o capitalistas. Sus leyes y su ideología dividen a los que gobiernan e intentan deshumanizar a los que quieren conquistar. A menudo hacen lo mismo con la religión. Los gobernantes hacen esto porque una clase minoritaria no puede esperar explotar a las masas durante mucho tiempo sin dividirlas y reprimir violentamente a los que tratan peor y explotan más.
Dado que el racismo siempre es producido por el dominio de clase, la única manera de eliminarlo es acabar para siempre con las clases sociales mediante el comunismo. Sólo entonces podrá ganarse finalmente la batalla para destruir la ideología y la cultura del racismo.
—Camarada en San Diego (EE.UU.)
Capitalismo: La Base Material del Racismo
En la carta “Preguntas sobre el racismo” el lector hace preguntas interesantes, pero me parece que su interés se centra en el racismo como un problema separado del capitalismo. situación que nos limita a pensar que el racismo son solo ideas y no en su base material que es el capitalismo.
El capitalismo con sus relaciones sociales, por un lado, los patrones y su explotación de las masas obreras y por el otro los trabajadores y su condición de esclavos asalariados.
La base material de una idea siempre es primaria, sin capitalismo no habrá más racismo. El racismo, el sexismo y el sistema salarial son la médula ósea del capitalismo. Si destruimos el sistema y lo cambiamos por el sistema comunista la vida para las masas trabajadoras con cierto tiempo será completamente distinta a como nos la muestra el sistema capitalista.
A un amigo en México le pregunté ¿qué crees que es el racismo? Y me respondió “es el odio entre personas motivado por orígenes étnicos, color de piel, usos y costumbres”. Una respuesta muy común en muchos lados. Dejé pasar unos días y le hice la misma pregunta, pero ahora enfocándola en su trabajo. Él vive en la ciudad de Monterrey y me respondió: “el racismo es más dirigido hacia la gente que viene de las comunidades rurales y los etiquetan con un insulto y son la mano de obra en muchas fabricas”.
En las grandes ciudades de México, la mano de obra es muy necesitada para realizar los trabajos más duros y más mal pagados. Pero ese trabajo se lo reservan a los trabajadores provenientes de los pueblos y aldeas, que salen en busca de un salario para poder alimentar a sus familias.
Es ahí donde los patrones se benefician del racismo al etiquetar a estos trabajadores como incultos y sin preparación escolar para justificar el pago de bajos salarios y sin ningún beneficio. A la vez dividen a estos de los ya establecidos en las ciudades. El capitalismo no crea trabajo para todos.
Con lo que demuestra que, solo organizando por la revolución comunista para eliminar la esclavitud asalariada, se eliminará la base material del racismo y al mismo tiempo el capitalismo será eliminado de la historia humana.
Es importante que entendamos la filosofía del materialismo dialéctico y el materialismo histórico, para no caer en suposiciones erróneas y que puedan causar desilusión a las masas trabajadoras. Nuestra práctica al exponer las ideas comunistas causará inspiración para luchar por el comunismo.
Camarada en Los Ángeles, EE.UU.