Protestas Masivas Francesas Contra Reforma A La Pensión aquí ♦ Comuna de Paris: Guerra Imperialista Creó las Condiciones para la Revolución Comunista aquí ♦
Protestas Masivas Francesas Contra la Reforma de la pensión: Construyamos al PCOI para Ganar la Lucha Contra la Desigualdad con la Revolución Comunista
23 de marzo- Millones de trabajadores y jóvenes se lanzaron a la huelga, marcharon y protestaron hoy contra el aumento en la edad de jubilación que el gobierno de Macron impulsó en el parlamento sin votación.
Los trabajadores de tránsito cerraron la mayor parte del metro de París y muchas líneas de tren. El principal aeropuerto fue cerrado parcialmente. Los obreros petroleros cerraron las refinerías. Cuando la policía atacó con gases lacrimógenos, los manifestantes contraatacaron en ciudades por toda Francia. Es la mayor acción de una serie de huelgas generales y manifestaciones que dura ya dos meses.
Las trabajadoras encabezan muchas de las protestas callejeras. La reforma de las pensiones les afecta más porque sus salarios son un 22% menos que el de los hombres. Las mujeres a menudo dejan de trabajar años (o trabajan a tiempo parcial) para ser las principales cuidadoras, no remuneradas, de sus hijos. Sus pensiones de hecho ya promedian un 40% menos que las de los hombres, y hay más mujeres de tercera edad viviendo en la pobreza.
«Siempre son los de abajo, los que tienen los trabajos más mal pagados o a tiempo parcial, como enfermeras, auxiliares sanitarios y limpiadoras, los que tienen que pagar», dice una mujer que se está reentrenando para un empleo de enfermera, «siempre son las mismas personas, muchas de ellas mujeres, a las que se les pide que hagan los sacrificios». Dos años más en un trabajo pesado duro es una cuestión de calidad de vida, no sólo de dinero.
Algunos empiezan a comparar la situación actual con la masiva rebelión obrero-estudiantil francesa en mayo de 1968. «No hay que subestimar el poder de movilización de la gente», dijo Amina, una estudiante de un empobrecido suburbio de mayoría inmigrante, cuya madre es trabajadora de un hospital.
Los capitalistas franceses afirman que deben aumentar la edad de jubilación de 62 a 64 años y exigir 43 años de trabajo para una pensión completa, para «hacer más competitiva la economía francesa.»
«¿En qué tipo de sociedad [queremos] vivir?», dijo un sociólogo francés, «en una gobernada por la racionalidad orientada al mercado o en una centrada en la reducción de las desigualdades».
El comunismo pretende acabar (no «reducir») el sexismo, el racismo, las jerarquías laborales y todas las desigualdades en el nivel de vida de los trabajadores y en nuestra capacidad para ayudar a tomar las decisiones que conforman nuestras vidas.
Eso significa construir redes de colectivos cuyas relaciones comunistas nos permitan construir una nueva sociedad sin dinero, naciones ni fronteras. Donde todos trabajemos a lo largo de nuestras vidas, según nuestra voluntad y capacidad, para contribuir al bien común mientras recibimos lo que necesitamos sin preocuparnos por salarios o pensiones.
Acabando con la esclavitud salarial creará las condiciones para acabar, también, con el racismo, el sexismo, la xenofobia, el casticismo y todo el resto de las ideologías divisorias y prácticas discriminatorias del capitalismo.
Derrotar la desigualdad significa organizar a las masas, especialmente a los obreros industriales y a los soldados, para una revolución armada que destruya el dominio de los capitalistas sobre nuestras vidas.
«Cualquiera que mire a Francia en este momento podría ser perdonado por pensar que el país está al borde de una revolución», escribió un columnista británico.
Pero esa revolución no puede producirse sin un partido comunista revolucionario, profundamente arraigado entre las masas. Esa fue una de las principales lecciones de la Comuna de París de 1871 y del levantamiento de mayo de 1968.
El Partido «Comunista» de Francia es irremediablemente reformista, con eslóganes como «¡64 años, no!». También lo es la nueva coalición parlamentaria «de izquierdas» NUPES. Mientras tanto, la coalición fascista de LePen se prepara para aprovechar el desorden del gobierno de Macron en las elecciones del próximo año.
Pero los trabajadores en las calles llevan pancartas como «300 años de capitalismo, ¡es hora de que se jubile!». Un estudiante miembro de un grupo revolucionario anticapitalista informó de que muchos jóvenes están indignados por sus experiencias de violencia policial. «Desde que se aprobaron los cambios en las pensiones, cada vez son más los que se unen», afirmó.
El capitalismo no se jubilará solo. La clase obrera internacional necesita salir de su miseria con la revolución por el comunismo, nada menos. No permitamos que el flagrante desafío de Macron al proceso democrático francés nos distraiga del hecho de que esta «democracia» es en realidad una dictadura de clase de los ricos sobre las masas.
Nuestro Partido Comunista Obrero Internacional (PCOI) se esfuerza para convertirse en la organización revolucionaria de masas que se necesita en Francia y en todo el mundo. Infórmate sobre nosotros en www.icwpRedFlag.org o con la persona que te entregó este periódico. Discútelo con amigos y familiares. Dinos lo que piensas. Queremos que te unas a nosotros.
La Comuna de París de 1871: La Guerra Imperialista Creó las Condiciones para la Revolución Comunista
El 18 de marzo de hace 152 años, los trabajadores de París, Francia, tomaron el poder Estatal. Establecieron la Comuna de París y se propusieron construir una sociedad que satisficiera las necesidades de las masas. Marx declaró que las masas parisienses “habían osado tomar el cielo por asalto”.
En 1871, al final de la encarnizada guerra franco-prusiana, los imperialistas franceses se rindieron. El ejército prusiano (alemán) rodeó y sitió París. Mientras las masas pasaban hambre, los capitalistas bebían champán.
Las masas de soldados de la Guardia Nacional de París, junto con los trabajadores, especialmente las mujeres, juraron defender París. Tenían que luchar tanto contra los invasores alemanes como contra el gobierno de los gobernantes franceses.
Los soldados comunistas, influidos por la Primera Internacional, tomaron la iniciativa. Declararon que no lucharían por el «despotismo». Las masas les apoyaron.
Las obreras asumieron el liderazgo en todos los aspectos de la lucha, organización y defensa de la Comuna. Muchas eran comunistas. Lucharon por abolir el sexismo y toda explotación.
Masas de soldados y obreros se reunían en colectivos en barrios obreros. Lucharon y planearon cómo alimentar y alojar a todos y cómo dirigir la Comuna.
El 18 de marzo, cuando las tropas del gobierno francés llegaron a París para apoderarse de los cañones y otras armas de los obreros, los soldados de la Guardia Nacional de París y los obreros se resistieron a. Mataron a dos generales -pero no a todos- y se ganaron a algunos soldados del gobierno para su bando. Se quedaron con los cañones. El ejército patronal huyó de París.
Las masas tomaron el poder Estatal: ¡Un gran avance para la clase obrera internacional!
Crearon la Comuna. Su objetivo era eliminar la explotación y organizar la sociedad sólo para satisfacer las necesidades de las masas de alimentos, armas, vendas y camaradería. Acogieron a comuneros de todos los países.
Pero no persiguieron a los capitalistas franceses que habían huido a Versalles. No destruyeron el sistema bancario. Dos meses después, estos capitalistas se reagruparon y se confabularon con los imperialistas alemanes para aplastar a la Comuna, porque esta representaba una amenaza existencial para el capitalismo mundial.
Los gobernantes alemanes liberaron a 250,000 soldados franceses prisioneros de guerra. Con el apoyo de los alemanes, estas tropas asaltaron Paris. Matando a miles de comuneros.
La Comuna inspiró a las masas de todo el mundo. Sus lecciones dieron forma a las obras de Marx, Engels, Lenin y muchos otros. Influyeron en las revoluciones rusa y china y en la Revolución Cultural de China. ¡Y siguen siendo vitales hoy en día!
El movimiento comunista aprendió que las masas pueden movilizarse durante las guerras imperialistas para derrocar al capitalismo, tomar el poder y construir una nueva sociedad.
Aprendimos que el Estado capitalista – enemigo mortal de los obreros y soldados – debe ser aplastado, no negociado ni reformado.
También aprendimos que las masas necesitan un partido comunista con un ejército rojo para dirigir la lucha por el comunismo. Que los comunistas deben organizar a los soldados en los ejércitos de los imperialistas.
La guerra franco-prusiana entre las principales potencias imperiales del continente preparó el terreno para las guerras mundiales del siglo XX. Mostró cómo estas inevitables guerras mundiales crearían oportunidades para la revolución comunista. Las victorias de la Comuna de París -así como sus errores- inspiraron e informaron al movimiento comunista internacional a lo largo del siglo XX y lo siguen haciendo.
Hoy el PCOI está construyendo un partido internacional de masas para luchar directamente por la revolución comunista, nada menos. Luchamos por construir un partido de masas de millones de pensadores y hacedores con lazos inquebrantables entre las masas de todo el mundo. Luchamos por eliminar desde un principio el dinero, los mercados, los salarios y las fronteras.
En medio de la devastación y las guerras patronales, con liderazgo comunista, las masas lucharán por la revolución y construirán una sociedad comunista. Basando la producción y toda la vida en relaciones comunistas de colectividad, y no en el dinero: Así es como las masas ganarán la lucha para eliminar el racismo, el sexismo y el nacionalismo.
Las únicas guerras que organizan los comunistas son para hacer la revolución comunista en todos los países.
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