TENDREMOS UN MUNDO COMUNISTA SIN FRONTERAS

La Revolución Acabará el Capitalismo y su Letal Política de Fronteras

17 de abril- El 27 de marzo estalló un incendio en el centro migratorio de Ciudad Juárez, en el norte de México, dejando 40 muertos y otros en estado crítico. «Todo es culpa de Biden», dijo un trabajador cuyo familiar se encontraba entre las víctimas. Mientras el fuego hacía estragos y los hombres que estaban dentro pataleaban, forcejeaban y gritaban por ayuda, los encargados se alejaban.

Los funcionarios mexicanos, desde el jefe de la Agencia de Inmigración hasta los guardias, se enfrentan a cargos por estas muertes. Pero todo el sistema capitalista es culpable. Biden, como Trump, ha continuado una política fronteriza que ha atrapado a unas 40,000 personas a lo largo de la frontera entre EEUU y México (según la ONU)’

La crisis capitalista mundial hace imposible la supervivencia de las masas

En todo el mundo, la superexplotación imperialista, el desempleo, la guerra fascista y la vigilancia, la violencia pandillera y el cambio climático se han combinado para hacer imposible que las personas sobrevivan en sus países de origen.

A finales de 2021, se estimaba que en todo el mundo había un total de 27.1 millones de refugiados y 4.6 solicitantes de asilo que huían de la violencia o la persecución. Dos tercios de los refugiados procedían de solo cinco países: Sudán del Sur, Siria, Venezuela, Myanmar y Afganistán. Millones más proceden de Irak, Ucrania, Yemen, Honduras, Guatemala y El Salvador. Esto ni siquiera empieza a contar a los que huyeron del hambre, la falta de vivienda, el desempleo o los desastres naturales

A medida que aumenta la migración, los gobiernos se unen para reprimir a nuestros hermanos de clase. Los gobernantes de Estados Unidos, Panamá y Colombia anunciaron una campaña de 60 días para detener la migración por la selva del Darién. Este flujo de migrantes procedentes de Sudamérica, África y Asia casi se duplicó el año pasado y se espera que vuelva a duplicarse este año.

Gobernantes mexicanos culpables de ayudar a EEUU en su política asesina.

Desde 2008, fondos estadounidenses han sufragado los centros de detención y animado a los agentes de inmigración a acosar a los migrantes e impedir que lleguen a la frontera México-EEUU. En 2020, el gobierno mexicano tomó 4 millones de dólares destinados al desarrollo económico y los gastó en la vigilancia y detención de inmigrantes.

Los resultados: 520.000 migrantes centroamericanos detenidos en México entre 2015 y 2018. Otros 70,000 migrantes desaparecidos en México entre 2006 y 2016. Y un millón 500 mil migrantes detenidos entre 2011 y 2021.

No tenemos por qué vivir, y morir, de esta manera.

El mundo es cada vez más inestable. Algunos afirman que la tercera guerra mundial ya comenzó. Las masas trabajadoras no están condenadas a morir víctimas de la explotación capitalista y de la guerra. Podemos tomar nuestro destino en nuestras manos y luchar para acabar la miseria capitalista con la revolución comunista. Podemos construir un mundo nuevo sin explotación, racismo, nacionalismo, xenofobia y guerra.

Bandera Roja es la semilla de ese nuevo mundo. Aunque el PCOI es todavía un Partido pequeño, los artículos escritos por trabajadoras de la costura en Sri Lanka, obrerxs de las maquilas en El Salvador, trabajadores de la educación en Los Ángeles, jóvenes trabajadores en Sudáfrica y estudiantes de secundaria en Seattle son el comienzo de ese nuevo mundo.

Los obreros y jóvenes comunistas organizados localmente, pero unidos por medio del PCOI con sus camaradas de la clase obrera de todo el mundo son los primeros pasos de la revolución que transformará el mundo.

¡Luchemos por un mundo comunista sin fronteras!

Las naciones -y el nacionalismo- son inventos capitalistas. Se basan en la mentira de que los trabajadores tienen más en común con sus «propios» patrones que con los trabajadores del otro lado de una frontera artificial.

La lucha de clases comunista nos enseña algo diferente: que los capitalistas y sus politiqueros son nuestros enemigos de clase. Sus riquezas provienen de nuestro sudor. Sus leyes e instituciones perpetúan esa explotación.

Cuando se den las condiciones adecuadas, y hayamos organizado una base suficientemente grande en las fábricas y los ejércitos patronales, lucharemos para liberar a la clase obrera. Eso no ocurrirá de un solo.

Pero una vez que hayamos liberado una zona, construiremos allí una sociedad comunista. Produciremos lo necesario y compartiremos lo que produzcamos entre todos. Los colectivos del Partido organizarán este trabajo y reclutarán a todos los que compartan estos objetivos.

En una sociedad comunista, nuestra fuerza laboral no será una mercancía comprada o vendida por patrón alguno. Sin fronteras ni dinero, ni los trabajadores ni sus familias tendrán que emigrar de su lugar de origen por falta de trabajo.

En todas partes daremos la bienvenida a los trabajadores, vengan de donde vengan. Los refugiados e inmigrantes, debido a sus experiencias con la peor opresión capitalista, darán liderazgo clave como lo hacen hoy en nuestro Partido. Juntos construiremos la nueva sociedad comunista y seguiremos luchando hasta destruir el capitalismo en todo el mundo.

Política Migratoria Capitalista = Asesinato Premeditado

La política migratoria capitalista se basa en la disuasión mortal. Si la ruta es lo bastante peligrosa, si mueren suficientes personas en el intento, los patrones se imaginan que todos, salvo los más desesperados, se quedarán en casa. Las políticas deliberadas, como las solicitudes de asilo imposiblemente difíciles y muros fronterizos más altos a lo largo de terrenos más seguros, empujan intencionadamente a la gente a cruces más desesperados y peligrosos por montañas, desiertos y océanos.

El Mediterráneo es la ruta más peligrosa del mundo, donde se sabe que han muerto 604 personas, entre ellas 57 niños, en lo que va de año.

Dos semanas antes de las muertes de Ciudad Juárez, ocho migrantes murieron en Black’s Beach, al norte del condado de San Diego, treinta millas al norte de la frontera, cuando sus pequeñas embarcaciones volcaron en una noche tormentosa. Estos intentos desesperados de cruzar la frontera por mar se han cuadruplicado desde 2019 como consecuencia directa de la política fronteriza estadounidense.

13 de marzo-Aproximadamente 1,000 migrantes, al oír el rumor de que se admitiría en Estados Unidos a solicitantes de asilo con niños, asaltaron el paso fronterizo del puente Paso del Norte entre Ciudad Juárez (México) y Estados Unidos. Las personas que huyen de la persecución en su propio país y buscan asilo en EE.UU. están desesperadas, debido a una nueva aplicación móvil para citas de asilo y a un reglamento de la administración Biden que exige que primero busquen protección en un país por donde pasaron.

 

Lee Nuestro Folleto:

“Luchemos por el Dia Que Ningún Trabajador Será Llamado Extranjero”

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