Millones de personas en todo el mundo celebramos el Primero de Mayo -el Día Internacional del Trabajo- protestando masivamente contra los ataques a nuestra clase obrera por parte de los imperialistas y otros capitalistas.
En medio de la agudización de la crisis económica y el creciente conflicto imperialista, muchas marchas fueron las más multitudinarias en años. Un camarada de Los Ángeles (EE. UU.) informa: «Las masas eran más políticas que en años anteriores y estaban muy abiertas a nuestras ideas comunistas.»
La inflación desató la ira desde Japón y Corea del Sur hasta Líbano, Francia y España. «El precio de todo ha aumentado excepto el de nuestros salarios. Aumenten nuestros salarios mínimos!», gritaba un activista en Seúl. Pero los capitalistas, desde Estados Unidos a Japón, utilizan intencionadamente la inflación para hacer que la clase obrera pague por su crisis económica mundial.
Como dijo Marx en 1865, «En lugar del lema conservador, ‘¡Un salario justo por un día de trabajo justo!’, deberían inscribir en su bandera la consigna revolucionaria, ‘¡Abolición del sistema salarial!'».
Los camaradas de Sudáfrica explican: «Luchamos por el comunismo para acabar con la explotación, el hambre masiva, el crimen, la violencia, las guerras, los desastres y la pobreza que garantiza la existencia continuada del capitalismo.»
Trabajadores inmigrantes y sus simpatizantes desde Beirut a Los Ángeles marcharon contra la superexplotación. En Indonesia, los manifestantes exigieron la derogación de una ley que solo beneficia a las empresas a costa de los trabajadores y el medio ambiente. En ciudades de toda Francia, cientos de miles de personas se manifestaron contra la anti-obrera «reforma de las pensiones». Muchos se enfrentaron a la policía en Toulouse, Lyon y Nantes.
Los gobiernos capitalistas prohibieron pero no pudieron parar las protestas del Primero de Mayo en Pakistán, Turquía, El Salvador y otros lugares. Los gobernantes rusos cancelaron el tradicional desfile en Moscú.
Pero los gobernantes de otros países contaron con dirigentes sindicales y politiqueros de los partidos de la oposición para desviar la ira de las masas hacia el reformismo. Dirigentes sindicales en España sacaron a los distribuidores de Bandera Roja de una marcha, pero no antes de que muchos trabajadores se llevaran ansiosamente ejemplares.
Los camaradas del PCOI en la India informan que «entre varias docenas de sindicatos, éramos el único Partido que proclamaba abiertamente al comunismo como la única solución a las elecciones capitalistas, la esclavitud asalariada, el comunalismo, el casticismo y los ataques contra las mujeres.»
Dondequiera que iban los camaradas del PCOI, encontrábamos trabajadores y jóvenes en gran número, listos y deseosos de romper las cadenas económicas e ideológicas del capitalismo. Listos y deseosos de debatir seriamente por qué movilizamos para el comunismo, y sólo para el comunismo.
Como subraya el reporte del Primero de Mayo de Seattle, en todas partes existe la posibilidad en el próximo año de un crecimiento significativo del Partido Comunista Obrero Internacional.
Nuestro mundo es cada día más peligroso. La guerra en Sudán y Ucrania, la agudización de los conflictos monetarios imperialistas, los tiroteos masivos en EE. UU., la subida de los mares, el racismo y el sexismo violentos… todos son resultados directos o indirectos de la crisis capitalista global.
Es mucho lo que está en juego. Nuestra única esperanza es el crecimiento, a nivel internacional, del PCOI en un partido que pueda dirigir la revolución y construir una nueva sociedad comunista sobre los escombros de la destrucción capitalista.
Eso requiere estrechas relaciones con compañeros de trabajo, compañeros de clases, familia, viejos amigos y nuevos. Relaciones que generen confianza y permitan una aguda lucha política en torno a las ideas y formas de vida comunistas.
Relaciones que florezcan y crezcan a medida que nos sumergimos en las luchas de masas – como los camaradas en la India están mostrando el camino.
Relaciones que amplíen continuamente los círculos de lectores y activistas de Bandera Roja. Que impulsen el crecimiento de los colectivos comunistas existentes y establezcan otros nuevos.
Relaciones comunistas, especialmente con obreros industriales y soldados que son claves para la revolución comunista armada.
La red de relaciones comunistas que construyamos hoy se convertirá en el tejido de la sociedad comunista.
Todo el que lea esto tiene un papel que desempeñar en la conquista del mundo comunista que tanto necesitamos y tanto merecemos. Habla con un amigo, o discute en un colectivo, ¡qué más puedes aportar!
Lee el manifiesto del PCOI:
“Movilizar a las Masas para el Comunismo”