Masas de Mujeres y Hombres Comunistas Cambiarán el Mundo
Combatamos la Fascista Violencia Sexista del Capitalismo
INDIA, 28 de mayo- «El mundo nos está mirando», declaró Sakshee Malikkh, una luchadora que fue brutalmente agredida por la policía de Delhi junto con otras personas. Han estado protestando contra Brij Bhushan Singh, un poderoso miembro del fascista partido gobernante BJP. Se le acusa de acosar sexualmente y torturar mentalmente a mujeres deportistas y menores de edad.
A pocas manzanas de distancia, se inauguraba un nuevo y costoso edificio del Parlamento. Miles de tropas fuertemente armadas estaban allí para impedir la protesta de las atletas. Decenas de miles de simpatizantes acudieron a unirse a las atletas. A muchos otros se les impidió pasar en las carreteras.
El nuevo edificio del Parlamento tiene todas las características del fascismo. La fecha de inauguración conmemora a un fanático hindú que elogió a Hitler y Mussolini y fue clave en la organización del RSS fascista. RSS (Movimiento Nacionalista Autosuficiente) es una organización supremacista hindú fundada por el partido BJP de Modi. El nuevo edificio fue lujosamente construido por los Tatas, unos de los multimillonarios más ricos de la India. Fue bendecido por genocidas y violadores vestidos de sacerdotes hindúes. Entre estos mafiosos se encontraba el violador Brij Bhushan Singh, acusado de otros cuarenta delitos violentos.
Uno de los primeros actos del Parlamento fue rechazar por unanimidad una propuesta para ponerle fin a las irregularidades en las empresas Adani.
Decenas de millones de personas siguieron en India el desarrollo de la acción policial contra las atletas. Las masas estaban indignadas con el sexismo del Gobierno. Poderosos periódicos y canales de televisión atacaron las protestas, pero cientos de millones hablaban de un parlamento farsa que gastó más de mil millones de dólares en reprimir la disidencia. La supuesta mayor democracia del mundo demostró ser una dictadura de los capitalistas ricos y poderosos.
En Delhi, Bengaluru y Chennai, los camaradas del PCOI fueron a las fábricas y manifestaciones para demostrar que sólo el comunismo acabará con el sexismo. En los distritos de la industria de la costura de Bengaluru, iniciamos debates sobre los efectos nocivos del sexismo. Las mujeres hablaron de cómo las violaciones, las deudas por la dote y los asesinatos les ocurren a personas que conocen.
«Mataremos y eliminaremos al instante a asesinos sexistas como Brij Bhushan Singh», dijo una camarada. «Las mujeres y los hombres que sean víctimas de gente así los matarán rápidamente. Eso les dará valor a las masas para luchar contra el sexismo».
«Tendremos arte, cultura y teatro de calle para celebrar la unidad de mujeres y hombres. Acabaremos con la ropa sexista. No convertiremos a las mujeres en objetos sexuales», concluyó.
Otra compañera reflexionaba sobre por qué existe el sexismo hoy en día. No todos estamos de acuerdo sobre cuándo surgió el sexismo. Pero todos estaban de acuerdo en que el sexismo, directa e indirectamente, ayuda a las ganancias del capitalismo.
«Cuando incluso las luchadoras famosas reciben un trato tan humillante de parte de criminales sexistas que dedican todo su tiempo a beneficiarse del capitalismo», preguntó alguien, «¿cómo pueden las mujeres de la clase trabajadora defenderse de un sistema así?». La mujer dalit de Hathras que fue violada en grupo y asesinada, y Bilkis Bano, que también fue violada en grupo y su hijo asesinado, son algunas de las muchas mujeres que sufren horriblemente a causa de los capitalistas asesinos.
Los debates sobre el sexismo han hecho que muchas mujeres y hombres reflexionen profundamente sobre el papel cultural que este desempeña en apoyar al capitalismo, ya que degrada a las mujeres. Un miembro del PCOI dijo emocionada: «El comunismo traerá cambios que nos resultan difíciles incluso de imaginar. Cuando matemos a gente como Singh, tendremos armas en nuestras manos.
«Pero ¿cómo combatimos el sexismo ahora?”, preguntó, “¿Cuándo gente como Singh anda a sus anchas, apoyado por el fascismo?«
«Debemos combatir las ideas y comportamientos sexistas que los camaradas han aprendido del pasado», fue la respuesta. «Esto animará e inspirará a todos a reclutar más comunistas».
Como dijo Malikkh, «El mundo nos está mirando». Debemos demostrar que el comunismo puede cambiar el mundo.
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