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Organización Comunista Contra el Racismo, Sexismo y los Peligros en el Lugar de Trabajo
GQEBERHA (Sudáfrica), 10 de julio— “Como miembra del PCOI, me doy cuenta de que no estoy sola en esta lucha contra el racismo y el sexismo”, dijo una compañera obrera de una fábrica. “Trabajamos en colectivos para reclutar nuevos camaradas.”
Ella describió su lugar de trabajo:
En la parte superior es en su mayoría gente blanca. Los supervisores son en su mayoría gente de color (mixta). Los líderes de equipo incluyen algunos negros. En el piso son en su mayoría negros y gente de color.
Entrené a una mujer de color y le mostré todo. Cuando una señora mayor renunció, pusieron en mi puesto a la señora que yo entrené. Eso no fue justo.
Algunas mujeres tienen más experiencia o conocen la mayoría de los trabajos en un departamento, pero los jefes prefieren considerar a un hombre, aunque sepa menos. He trabajado en el departamento de hombres, esforzándome al máximo. Pero las tasas de pago de hombres y mujeres todavía no son las mismas. Los hombres obtienen más, aunque las mujeres trabajen más duro.
Siendo una persona negra, tienes que esforzarte tres veces más que la gente mixta. Pero incluso si lo haces, no serías reconocida. Los patrones o supervisores están creando ese racismo, esa división, entre los trabajadores.
Si no supiera de Bandera Roja y PCOI, habría dicho: “Esa señora que entrené, me quitó el trabajo”. Pero no fue la señora la que tomó mi trabajo. Fue colocada allí por los grandes jefes. Sabían muy bien que yo soy la que está bien entrenada para ese puesto.
Prefieren elegirla a ella que a mí porque es de color. Y yo sería la segunda mejor. Si alguna vez ella dice que no, o encuentra otro trabajo, entonces podrían considerarme. O encontrarían a alguien más de afuera.
Es injusto y difícil. El racismo y el sexismo aún no han terminado. Tenemos que luchar contra estas cosas.
El Capitalismo Pone en Riesgo la Vida de los Obreros
Me colocan en trabajos difíciles y peligrosos que la gente de color no quiere. Últimamente me han estado colocando para hacer las puntas, trabajo que normalmente hacen los hombres. Pero tenía que hacerlo.
Tenía que hacer ocho lados al día, subiendo y bajando en una escalera, a veces sosteniendo dos. Los materiales atraviesan los overoles y dejan marcas.
Cuando llego a casa, primero tengo que darme un baño con agua caliente. No puedes simplemente cambiarte el overol por otra ropa.
Irrita, incluso en las fosas nasales. Es muy malo. Si no puedo usar una gasa hinchada, a veces atraviesa la máscara. A veces mi mucosidad tiene un poco de sangre. Tengo que beber leche tibia de vez en cuando solo para mantenerme a salvo. Porque puedo contraer neumonía o tuberculosis fácilmente.
El lugar de trabajo es peligroso. No les importa; te quieren allí. Si una persona de color dice «No, ese trabajo es demasiado difícil o peligroso», simplemente la colocan en otro lugar.
Los anteojos que nos dan no calzan perfectamente por lo que la insolación los cubre. Es peligroso para tus ojos, tu pecho y tu piel. Nuestros guantes no son tan protectores. Protección sobre el overol sería mucho mejor.
Pero no nos hacen caso. Esas son las condiciones en las que trabajamos todos los días.
Los Obreros Abrazan la Solución Comunista
“En mi barrio, tres mujeres vinieron a una reunión del PCOI”, informa esta compañera. “Están haciendo preguntas sobre el sexismo. Me dicen que los patrones ricos son el problema. Ayudan a cuidar a mis dos hijos cuando voy a las reuniones del PCOI”.
Seis miembros del PCOI distribuyeron recientemente Bandera Roja en una concentración de fábricas. Distribuyeron Bandera Roja a un trabajador blanco que estaba compartiendo su experiencia con un trabajador negro en su hora de almuerzo.
Otro obrero de 22 años se emocionó cuando dijimos que el socialismo es una forma de capitalismo y que solo el comunismo traerá una democracia real. Dijo que quería unirse al PCOI ahora. Tomó copias adicionales de Bandera Roja para otros obreros.
Estas actividades y nuestra lucha en colectivos traen nuevos trabajadores a nuestro Partido. Debemos llevarlas a cabo regularmente. Nuestra membresía aumentará si ponemos al comunismo como la única solución a nuestros problemas.
Nuestro objetivo es traer decenas de camaradas a nuestro próximo Primero de Mayo. Eventualmente, estas docenas se convertirán en miles y millones. Nuestro objetivo es eliminar el capitalismo movilizando a las masas para el comunismo.
En el comunismo, el trabajo sería mucho más fácil y también gratificante. No tendremos que soportar el racismo o las condiciones peligrosas. Eliminar el dinero creará un ambiente colectivo pacífico y feliz. ¡Reclutemos más trabajadores ahora!
La Vida Sin Dinero
Antes no entendía. Por lo tanto, no le explicaba lo que era el PCOI a nadie. Ahora me siento con confianza para hablarle de política a cualquiera. Tengo debates sobre el comunismo y la sociedad capitalista. Busco la discusión. Le preguntó a alguien: “¿Qué piensas sobre
Sudáfrica hoy día?”
Un amigo dijo: “Si alguna vez llegara a ser presidente, acabaría con el dinero”.
Le pregunté: “¿Qué quieres decir?”
“El dinero es la fuente de todos los problemas: el crimen, la corrupción, el poder”, respondió. “Si nos deshacemos del dinero, no tendremos estos problemas”.
“Eso es interesante”, respondí. “En nuestra última reunión, hablamos sobre cómo el dinero es el problema principal. Los ricos quieren ser más ricos. ¿Por qué tenemos personas que viven debajo de un puente mientras que otras viven en mansiones? ¡El presidente es dueño de una mina!
Necesitamos compartir todo. Eso será posible si todos estamos unidos. Esto no sucederá en un día. ¡Pero sucederá!”
Sudáfrica está dividida en provincias. Digamos que estamos en el Cabo Oriental, divididos en grupos. Destruimos el dinero y vivimos en colectivamente. Trabajamos juntos. No para enriquecer a los patrones sino para satisfacer las necesidades de la gente.
Si un grupo puede cultivar, puede cultivar alimentos para compartirlos con todos. Para aquellos que saben costurar, es lo mismo. Pueden hacer ropa para todos.
Lo mismo con los médicos y enfermeras. Pueden ayudarnos sin cobrar dinero porque saben que sus necesidades estarán cubiertas. No necesitarán comprar alimentos, ropa o vivienda; obtendrán todo eso de otros trabajadores. Las gasolineras también funcionarán sin dinero y sin ganancias.
¿Para qué necesitamos el dinero si tenemos comida, ropa y casas? No necesitaremos el dinero. Tendremos un mundo de paz y un medio ambiente sano.
Necesitamos difundir esto mediante Bandera Roja, practicándolo, no solo predicando. Necesitamos invitar a las personas y visitarlas en sus hogares, no solo en las reuniones.
—Camarada en Sudáfrica
Saludos Rojos desde la India
¡Saludos revolucionarios!
Tenemos un mundo que ganar. Un mundo libre de opresión, racismo y sexismo, donde no habrá fronteras. En el capitalismo, la libertad es una mercancía. Lucharemos por un mundo donde la libertad sea para todos. Los movimientos nacionalistas no pueden conducir a ese mundo. Tenemos que librarnos de la enfermedad del nacionalismo y convertirnos en verdaderos revolucionarios internacionalistas.
El mundo es nuestro. Nosotros lo hacemos funcionar. Y reclamaremos nuestro mundo a un puñado de capitalistas codiciosos. En nuestro mundo, todo el mundo tendrá un hogar. La educación y la sanidad serán responsabilidades públicas.
En países semifeudales y semicoloniales como la India, el capitalismo ha incorporado a perfección el antiguo y brutal sistema jerárquico de castas. El creciente fascismo hindú está proyectando a los musulmanes como el enemigo, como en la época de la Alemania de Hitler.
Necesitamos educar, agitar y organizar a las masas para el comunismo. Los partidos parlamentarios de izquierda han perdido su credibilidad. No tienen atractivo para las masas. Son responsables del auge del fascismo en la India.
El Estado indio, en cooperación con las potencias imperialistas, está librando una guerra contra los movimientos populares. Está suprimiendo los derechos democráticos. Personas inocentes son asesinadas en falsos encuentros. Miles de tribales y musulmanes pobres e inocentes están en la cárcel sin ninguna ayuda legal.
Todo el sistema está podrido, camaradas. Tenemos que construir uno nuevo. Tenemos que organizar a las masas para el comunismo. Sé que todos los camaradas del PCOI están luchando en condiciones similares en diferentes partes del mundo.
Camaradas, Uds. me dan esperanza de que la victoria será nuestra. La lucha es larga. Nos mantendremos solidarios. Un revolucionario se mueve por sentimientos de amor. No hay poder en el mundo que pueda derrotarlo. Mucho amor a todos los camaradas del PCOI. Espero encontrarme con todos ustedes algún día.
¡Viva la humanidad! ¡Viva el PCOI! ¡Viva la revolución! Lal salaam. ¡Saludos Rojos!
– Camarada en India