EE. UU.: El Comunismo Acabará con las Divisiones Comerciales y los Mercados Capitalistas

La Lucha Comunista Contra APEC Puede Cambiar la Conciencia aquí ♦ La Expansión Militar Estadounidense Aumenta las Apuestas aquí ♦ Ningún Comercio Es Justo aquí ♦ El Comercio Capitalista en Servicios Intensifica el Sexismo, Racismo aquí ♦

Cárteles Comerciales: Explotación y Preparación para la Guerra
La Lucha Comunista Contra APEC Puede Cambiar la Conciencia

SEATTLE (EE. UU.), 10 de julio — “Mira este periódico”, dijo una joven activista, Sally, señalando un bulto de Banderas Roja. Ella y dos amigos estaban viendo periódicos y avisos “izquierdistas” en una cafetería. “Es directo respecto al comunismo”, declaró. “¡Es impresionante!”

“Realmente, últimamente ha habido un cambio en cuanto a conciencia”, le dijo Sally al camarada Paul.

Recordó haber hablado con Paul el Primero de Mayo. Ella presentó a sus amigos. Comenzaron a leer sobre la próxima lucha contra el cartel comercial de la Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC). Vienen a la Cumbre de los Pueblos y a la manifestación contra APEC.

El daño infligido por todos los cárteles comerciales capitalistas va más allá de esta única batalla. No importa qué imperialista domine. Cada nueva asociación comercial somete a la clase trabajadora mundial y a las masas más amplias a un intesificante desastre climático, pobreza, desigualdad y guerra.

La economía política explica las relaciones sociales de producción y el sistema construido sobre ellas. Comercio significa comprar y vender lo que producen los trabajadores, explotando el trabajo de los trabajadores. La economía política capitalista sustenta todos los cárteles comerciales. Garantiza la propagación de los horrores capitalistas.

Por el contrario, la economía política comunista se basa en la producción colectiva para satisfacer las necesidades de nuestra familia obrera mundial. Las ganancias, los mercados, las mercancías, incluso el dinero mismo, no existirán. Reclutaremos y desarrollaremos un Partido de masas para hacer de esto una realidad.

Las nuevas relaciones comunistas garantizarán la distribución de lo que producimos donde las masas lo necesiten. La distribución global conforme la necesidad reemplazará la compra y venta de bienes y servicios. No habrá necesidad de comercio, y mucho menos de carteles comerciales.

Los camaradas tienen como objetivo expandir y fortalecer la conciencia comunista en la lucha anti-APEC. La revolución comunista que necesitamos requiere tal cambio de conciencia. Estamos agudizando la lucha contra el reformismo, el socialismo y otras ideologías que sólo apoyan al capitalismo.

Una revolución comunista es la única forma de acabar con la destrucción global causa del capitalismo.

Mitos Capitalistas

Sally y sus amigos coincidieron en que cuanta más gente esté dispuesta a aceptar las alternativas comunistas, más mienten las clases dominantes mundiales.

La Directora General de la Organización Mundial del Comercio (OMC) es un excelente ejemplo. Ella afirma que el mundo necesita el comercio capitalista para superar el cambio climático, la pobreza, la desigualdad y la guerra.

Ella dice que el comercio con fines lucrativos moverá a las personas y los recursos hacia trabajos más productivos en la manufactura, los servicios y la agricultura. Ella no menciona que el desplazamiento forzado es como los capitalistas orillaron a los trabajadores indigentes a vender su fuerza de trabajo.

Hoy, el imperialismo está expandiendo a nivel mundial su ataque contra los trabajadores y su lucha por las ganancias. La OMC y todos los cárteles comerciales aceptan que la competencia estratégica es inevitable hoy en día.

“En los tres cuartos de siglo transcurridos desde que el mundo adoptó por primera vez la cooperación multilateral en materia de comercio, el sistema de comercio ha sustentado una prosperidad mundial creciente, aunque todavía desigual”, afirma la Directora General de la OMC.

Es decir, los ricos se vuelven más ricos y los pobres más pobres. Esto se debe a que el mundo realmente se basa en la esclavitud asalariada, los mercados y el robo a la clase trabajadora para maximizar las ganancias.

Política, Poder y la Base Económica Son Para Siempre Inseparables

Un camarada de Portland no estaba dispuesto a tragarse las mentiras de la Directora General de la OMC de que los cárteles comerciales son una fuerza para la igualdad y la reducción de la pobreza. El comercio capitalista tampoco refuerza la lucha contra el cambio climático, el sexismo, racismo y la xenofobia.

“Pero ¿cómo están estos cárteles conectados a la guerra?”, preguntó.

El imperialismo es una era distinta del capitalismo. Divide el mundo entre las potencias capitalistas.

La fuerza relativa de las potencias imperialistas cambia constantemente. Este es un ejemplo del desarrollo desigual. El ritmo frenético de formación de los cárteles comerciales refleja las crecientes contradicciones entre EE. UU. y China y su avance hacia la guerra. La fuerza relativa de China se ha disparado en las últimas décadas.

Estos cárteles ya ni siquiera pueden pretender fomentar un comercio estable y pacífico que pueda beneficiar a la clase trabajadora en cualquier lugar. Ahora son plataformas para reunir alianzas en preparación para la guerra.

Las guerras comerciales son el preludio de las guerras de balazos, al China y EE. UU. competir por la lealtad de varias naciones capitalistas.

La revolución comunista es la única salida a esta catástrofe. Este mes, la batalla de APEC es nuestra plataforma para luchar por una mayor conciencia comunista en preparación para la revolución comunista.

Expansión Militar Acelerada de EE. UU. en Asia-Pacífico Aumenta las Apuestas

Leí algunos materiales del origen sobre APEC (Cooperación Económica Asia-Pacífico) desde su inicio en 1989 hasta ahora. Las cosas han cambiado significativamente con el surgimiento de la República Popular China (RPC).

Las demandas del Reino Unido y los EE. UU. en APEC provocaron tensiones sustanciales y sanciones económicas contra la República Popular China. Nada que pudiera iniciar una guerra, pero que podría perturbar las economías que se pusieron del lado de la República Popular China.

Después de la presidencia de George H.W. Bush, EE. UU. presentó nuevas y más feroces campañas militares, políticas y económicas. Bajo los reinados de Trump y Biden, EE. UU. hizo alarde de su capacidad militar y económica en la región de Asia y el Pacífico. Esto llevó a la República Popular China a hacer lo mismo.

Esta rivalidad interimperialista, intensificada por el ascenso económico y político de China, ha aumentado la amenaza de guerra.

Estados Unidos ha acelerado su expansión militar desde Filipinas hasta Taiwán. Esto incluye instalaciones militares nuevas y mejoradas y la colocación de armas nucleares tácticas en Australia y posiblemente en Taiwán. Las apuestas han aumentado dramáticamente.

Hace unos meses, un consultor militar del Departamento de Defensa de EE. UU. predijo con certeza un conflicto armado con la República Popular China y/o sus representantes para fines de la década.

Las sanciones económicas a corto plazo y las reformas de APEC dañan y matan a los trabajadores a diario. Una confrontación militar directa entre la República Popular China y sus representantes contra los EE. UU. y el Reino Unido sería aún más devastadora para la clase trabajadora.

Muchas personas de la clase trabajadora han respondido al liderato de politiqueros izquierdistas y reformistas con respecto a las políticas de APEC. Sin embargo, los trabajadores en su mayoría no han tenido un liderazgo comunista. La excepción es el Partido Comunista Obrero Internacional.

El liderazgo comunista debe continuar organizando en las regiones en disputa afectadas por APEC. Las luchas políticas dirigidas por organizaciones que dan liderazgo a trabajadores, como el PCOI, son la única forma de organizar con éxito a los trabajadores en torno a los principios comunistas y la revolución.

La respuesta a este inevitable impulso hacia la guerra solo puede ser la revolución comunista.

—Camarada en Nueva Jersey (EE. UU.)

¡Ningún Comercio Es Justo! ¡Abolamos el Sistema Comercial, el Dinero y las Ganancias!

Algunos capitalistas dicen que el “libre comercio” sacará a los pobres de la pobreza. Algunos funcionarios sindicales y de las ONGs (Organizaciones No Gubernamentales) dicen que el “comercio justo” sacará a los trabajadores y pequeños agricultores de la pobreza.

¡Ambas son mentiras! “Comercio” es la compra y venta de los bienes y servicios que producen los trabajadores. A los trabajadores se les paga solo una pequeña parte del valor por el que se venden esos productos. El resto va a los patrones como ganancia. Este robo es la base del capitalismo.

Los acuerdos comerciales garantizan ganancias para los capitalistas e imperialistas, más grandes — y pobreza para los trabajadores.

Tomemos como ejemplo el TLCAN (Tratado de Libre Comercio de América del Norte). A los obreros mexicanos se les prometió que aumentaría sus salarios y mejoraría su nivel de vida. Lo contrario pasó, los salarios reales bajaron.

El TLCAN eliminó los aranceles mexicanos sobre el maíz estadounidense. Dos millones de mexicanos dedicados a la agricultura perdieron sus tierras porque el maíz estadounidense inundó el mercado mexicano. Llevó a los agricultores mexicanos a la bancarrota.

Muchos se vieron obligados a venir a los EE. UU. para buscar trabajo como obreros indocumentados por los salarios más bajos.

Ningún acuerdo comercial protegerá a los trabajadores de la explotación capitalista. Necesitamos construir el PCOI en todo el mundo para movilizar por un mundo comunista donde las masas produzcan solo para satisfacer sus necesidades — no por dinero o ganancias.

El Comercio Capitalista de Servicios Intensifica el Sexismo y el Racismo

Julio de 2023—El nuevo lema de la Directora General de la OMC (Organización Mundial del Comercio) es “reglobalización”. Ella dice que su plan comercial reduciría la pobreza en África, Asia y América Latina. Se jacta de que atraerá a empresas más pequeñas de mujeres propietarias, dándole un golpe al sexismo y al racismo. Estas pequeñas empresas se beneficiarán, afirma, si tienen acceso a los mercados en “los sectores más dinámicos de la economía global”.

El comercio de servicios se está expandiendo más rápidamente que el comercio de manufacturas. El principal de estos servicios es el financiero (capital).

Trucos financieros similares han existido por décadas. El más notable fue el de las microfinanzas. Los grandes bancos hicieron pequeños préstamos a las pequeñas empresas. Como todos los esquemas impulsados por las ganancias, los trabajadores terminaron perdiendo.

Los trabajadores pobres y los agricultores de subsistencia pronto se ahogaron en deudas. Mientras tanto, los bancos de microcrédito construyeron una industria valorada en cientos de miles de millones de dólares. La fundación Gates, la iniciativa global de Clinton, Hillary Clinton y varias estrellas del cine y del pop cantaron alabanzas al microcrédito.

Se estima que el 20% del capital de las pequeñas empresas en Sri Lanka proviene de préstamos de microcrédito. Se han registrado más de 200 suicidios entre propietarios de pequeñas empresas de Sri Lanka que no pudieron pagar su deuda. Algunos dicen que miles se quitaron la vida en todo el mundo. Otros se vieron obligados a vender sus tierras y casas. Muchos terminaron presos o muriéndose de hambre.

“El comercio ha sido por tiempo una fuerza poderosa para la reducción de la pobreza”, afirma la Directora General. La verdad es que las instituciones del capitalismo, como los bancos, los mercados y el comercio, garantizan todo lo contrario.

Primera página de esta edición

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