Sionismo, Imperialismo y Producción de Armas

Sionismo: Creación Imperialista Fascista, Parte II aquí ♦ Los Productores de Armas se Benefician del Genocidio de Gaza aquí ♦


AGUADILLA (Puerto Rico), 15 de enero. “El sionismo es fascismo. ¡El comunismo es la solución!”

Sionismo: Una Creación Imperialista Fascista, parte II

(Parte I de este articulo Aquí)

Todos Los Trabajadores Tienen Más en Común Entre Sí Que con Cualquier Capitalista o Imperialista

El Capitalismo Promovió los Pogromos

A partir del siglo 19, el gobierno imperial ruso organizó masacres racistas masivas (pogromos) contra los judíos proletarios en Rusia, Polonia y Ucrania. Estos comenzaron después de que la Rusia imperial adquiriera territorios del Imperio Otomano y la Commonwealth Polaco-Lituana que tenían grandes poblaciones judías

Los gobernantes rusos convirtieron estas áreas en “zona de asentamiento” para judíos para controlarlos y excluirlos de las ciudades. Inventaron mentiras racistas para ganar atraer a los demás trabajadores al antisemitismo rabioso, convirtiendo a los obreros y campesinos judíos en chivos expiatorios de los fracasos del capitalismo.

Mintieron diciendo que los judíos “asesinaron a Cristo”, “asesinaban niños cristianos” (para poner su sangre en sus puertas durante la Pascua Judía) y eran “usureros crueles”.

Los nobles feudales desdeñaban ensuciarse las manos manejando dinero. Utilizaron a los judíos como prestamistas. Las iglesias cristianas prohíban a sus feligreses prestar dinero con intereses. Los judíos prestaban el dinero de los nobles con intereses. Parte era su ganancia y el resto se lo daban a los nobles. Luego, los nobles confiscaron todo los intereses y el dinero prestado llamando a los todos judíos “usureros codiciosos”.

En respuesta a los pogromos, muchos obreros judíos huyeron a Europa y Estados Unidos. Gran número de ellos ingresaron al Bund, un grupo socialista judío. En la década de 1880, el treinta por ciento de los socialistas en Rusia eran judíos. Posteriormente, muchos abandonaron el Bund para unirse a los bolcheviques y ayudaron a organizar la Revolución Rusa de 1917.

Ese año, Winston Churchill, jefe de la marina británica, dijo que la creación de un Estado judío junto al Río Jordán bajo protección británica “estaría en armonía con los intereses del Imperio Británico”.

En 1919, se estima que 100,000 judíos fueron asesinados en pogromos en Ucrania y Polonia. Fueron acusados de ser bolcheviques. Muchos lo eran.

Mito Fundacional

Los sionistas y sus partidarios cristianos impulsaron el mito de que la historia bíblica de los judíos esclavizados en Egipto y expulsados de Palestina era un hecho histórico. Afirma el mito que los judíos se habían mantenido fieles a sus creencias a pesar de vagar por el mundo durante 2000 años y, por lo tanto, tenían la absoluta necesidad y el derecho de regresar a su “patria”.

No hay evidencia histórica real de esto. Sin embargo, hay pruebas de que judíos, musulmanes y cristianos vivieron juntos en Palestina durante más de mil años. Durante el Imperio Otomano, algunos judíos se convirtieron al islam, en parte porque los musulmanes pagaban menos impuestos.

Pero si hay evidencia de la existencia de Khazaria, un vasto reino jázaro (c. 650–965 d.C.). Al no querer ser súbditos ni del imperio musulmán ni del cristiano, los jázaros se convirtieron al judaísmo. También convirtieron a muchos otros al judaísmo en el Cáucaso, a lo largo del río Volga y en lo que hoy es Polonia. En La Invención del Pueblo Judío, el historiador de la Universidad de Tel Aviv, Shlomo Sand, muestra que los judíos de Europa Oriental son originarios de estas áreas, no de Palestina.

Los sionistas e imperialistas utilizaron el mito fundacional y la historia del “judío errante” para justificar un Estado judío en Palestina. A medida que las naciones y el nacionalismo surgían en toda Europa, ellos popularizaron la identidad del “pueblo judío”.

Trabajadores Judíos Huyendo del Fascismo Son Obligados a Ir a Palestina.

Muchos trabajadores judíos que huyeron de la Europa fascista en las décadas de 1920 y 1930 no sabían nada sobre el desplazamiento de palestinos. Sólo esperaban empezar una nueva vida, a salvo de los pogromos y el genocidio. Ni los residentes judíos de la era otomana, que vivieron durante siglos junto a musulmanes y cristianos, ni la mayoría de los recién llegados pensaron en crear un “Estado judío” para servir a los intereses de algún imperialista.

Para crear un Estado judío, Palestina necesitaba más judíos. Los imperialistas británicos y estadounidenses conspiraron para hacer de Palestina el único lugar al que podían emigrar los judíos que huían de los nazis. Estados Unidos redujo drásticamente en 1924 la inmigración de judíos a sólo 8,000 por año. Gran Bretaña también restringió drásticamente la inmigración judía.

¡Para colmo, las organizaciones sionistas en EE. UU. se opusieron a la entrada a EE. UU. de refugiados judíos de la Europa ocupada por los nazis!

En esas décadas, los obreros judíos y palestinos a menudo se unieron en luchas contra los explotadores capitalistas británicos, palestinos y judíos, especialmente en la ciudad portuaria de Haifa.

Los capitalistas judíos y palestinos atacaron a estos obreros antirracistas y comunistas. Sicarios sionistas asesinaron a muchos obreros judíos por luchar junto a sus hermanas y hermanos palestinos.

El comunismo Pondrá Fin al Racismo, Nacionalismo e Imperialismo

El capitalismo se basa en la competencia por máximas ganancias, obtenidas de la explotación de los obreros. Los capitalistas en competencia capturan los mercados de sus rivales o destruyen sus industrias mediante la guerra. Los gobernantes construyen el nacionalismo para hacernos creer que al luchar contra otros trabajadores estamos defendiendo “nuestro país”. Realmente, estamos defendiendo sus ganancias e imperios.

El sistema salarial capitalista necesita racismo y terror para dividir y debilitar a nuestra clase, y pagarles menos a unos, para evitar que nos unamos para la revolución.

Cuando las masas se unan para la revolución comunista, eliminaremos la producción por ganancias, la competencia y el sistema salarial. Crearemos la base material para abolir el racismo y el nacionalismo. ¡Las masas comunistas, sin naciones ni fronteras, producirán colectivamente sólo para satisfacer las necesidades de la humanidad!

Fábrica Productora de Armas para La Guerra: ¡Fuera! Enero 2024

Aguadilla, Puerto Rico, 15 de enero — Con banderas rojas flameando desafiantes y al grito de “¡Palestina Libre y Comunista!” y otras consignas revolucionarias, miembros de Trabajadores y Estudiantes Comunistas por el Cambio Social participaron aquí en una manifestación repudiando el Genocidio de Israel en Gaza. Protestaron ante las instalaciones de la Lockheed Martin, líder en la industria de armamento militar, además es el mayor contratista militar de Estados Unidos. Los manifestantes denunciaron y condenaron el hecho que el genocidio en Gaza, respaldado por EE. UU., es alimentado con armas producidas por Lockheed Martin.

En solidaridad con Palestina, Trabajadores Comunistas y Estudiantes por el Cambio Social llama a la clase trabajadora:

En los últimos meses hemos visto cómo muchas organizaciones, políticos e individuos han mostrado su repudio al genocidio que está ocurriendo en Palestina. Ha habido llamados a ceses del fuego, boicots y a que los gobiernos de diferentes naciones se pronuncien contra el Estado de Israel. A pesar de todos los esfuerzos internacionales, la masacre continúa. Está claro cómo los aparatos “democráticos” del sistema capitalista no han hecho nada para detener el genocidio contra Palestina. Su principal interés no es mejorar la vida de los trabajadores, sino mantener el sistema de explotación internacional. El Estado de Israel es un estado fascista. Son los guardianes de los intereses petroleros de Occidente, en particular de Estados Unidos. El gobierno israelí cumple la misión de mantener el statu quo en Medio Oriente. Basta ver el apoyo incondicional de Estados Unidos al genocida Estado de Israel para comprender cómo el fascismo es capitalismo en crisis.

Capitalismo-Imperialismo: La Raíz del Problema

Planes para extraer petróleo de la costa de Gaza; intenciones de construir inmuebles sobre escombros y cadáveres; proyectos expansionistas de un “Gran Israel” que se expandiría por todo el Medio Oriente. Los acontecimientos en Gaza son una historia muy familiar para los puertorriqueños que han vivido una colonización mediada por una invasión militar. Así como la ocupación estadounidense abrió el camino para el capital estadounidense en Puerto Rico, la invasión israelí busca expandir su propio capital a costa de una clase trabajadora explotada y masacrada.

Por eso el genocidio en Gaza está impulsado por los intereses capitalistas e imperialistas de Israel, Estados Unidos y la Unión Europea. Actualmente, Israel sirve como base militar estadounidense para controlar la política de Oriente Medio. Tener acceso y control de más petróleo en la zona, incluyendo Siria, Arabia Saudita, Yemen e Irak. Tener acceso directo y control de los mercados y rutas comerciales a través del Canal de Suez, el Mar Rojo y el Mar Mediterráneo. Y para contrarrestar la influencia de China y Rusia en la región (con los BRICS, entre otros).

El propio Biden dijo que si no existiera un Estado israelí, Estados Unidos tendría que inventar uno, resumiendo perfectamente la geopolítica estadounidense de empujar a Estados fascistas como Israel por todo el mundo para defender sus propios intereses económicos, así como en el supuesto Estado de Taiwán, en Ucrania o en Chile. ¿Por qué, entonces, deberíamos poner nuestras esperanzas en sistemas políticos como el de Estados Unidos?

Lo que sucede en Medio Oriente no se queda en Medio Oriente. Israel ha entrenado a escuadrones de la muerte y a narcotraficantes con destino a América Latina. También entrena a muchos de los policías que aterrorizan a la clase trabajadora estadounidense. Asimismo, Puerto Rico ha servido como base militar para Estados Unidos, así como productor industrial de uniformes militares y como ayuda de los contribuyentes a la industria armamentística como Lockheed Martin, importante productor de armas para Israel.

¿Quién puede detener este genocidio sino la clase trabajadora?

Como comunistas levantamos la bandera de la clase obrera internacional cuando nos manifestamos contra el Estado de Israel porque es la clase obrera, no sólo en Palestina, sino también en el Congo, Níger, Sudán, Haití, Argentina, Somalia, Puerto Rico y en todo el mundo, que sufren las consecuencias del capitalismo en decadencia. Somos nosotros, la clase trabajadora, quienes somos mantenidos como esclavos asalariados con salarios miserables para alimentar estos genocidios, fabricar sus armamentos y uniformes y librar sus guerras.

El sistema capitalista/imperialista mundial está en crisis y decadencia, dividido por bloques económicos (China/Rusia versus Estados Unidos/UE). Cada día el conflicto entre intereses de clase se agudiza más y más, abriendo las puertas al fascismo como medio de salvación para el sistema capitalista, dividiendo así a la clase trabajadora. No podemos caer en la trampa de dejarnos dividir sobre la base de un fundamentalismo nacionalista, religioso o regional. Tenemos que ver esto desde una perspectiva internacionalista y de clase. Estamos en una coyuntura histórica en la que los trabajadores se están dando cuenta de las injusticias en sus condiciones de vida y del poder que tienen cuando detienen la producción de los capitalistas. Exigir un alto el fuego a una nación fascista no es suficiente. Para erradicar el fascismo, debemos luchar contra sus raíces capitalistas. Tenemos la capacidad de crear un nuevo sistema libre de explotación. Esto se logra construyendo una sociedad comunista. ¡Es hora de organizarnos y luchar contra el capitalismo en todas sus manifestaciones!

¡Viva Palestina libre y comunista! ¡Viva la clase obrera internacional! ¡La clase trabajadora no tiene fronteras! ¡La clase trabajadora no tiene fronteras!

Primera página de esta edición