El contrato de Boeing no acabará con la explotación aquí ♦ Las ganancias ensangrentadas de Boeing aquí ♦
Contrato Colectivo De Boeing: No Acabará La Explotación o La Producción Bélica Imperialista
SEATTLE (EE. UU.), 14 de agosto— “La cultura administrativa en la planta apesta”, dijo un miembro del sindicato de la Asociación Internacional de Torneros (AIM) al entrar en la planta de Boeing en Renton. Y añadió, “como en todas partes del mundo”. Llevándose una copia de Bandera Roja con el titular sobre la rebelión en Bangladesh. Prometió compartir el periódico con sus compañeros de trabajo.
Mientras Boeing sigue produciendo armas, incluidas más bombas para lanzar sobre Gaza, los trabajadores de Boeing se disponen a votar un nuevo contrato el 12 de septiembre.
Otro trabajador de Boeing, mientras entraba a trabajar declaró: “Seguiremos siendo explotados después de este nuevo contrato”. Esta era la segunda vez que recibía nuestro periódico y quería asegurarse de que siguiéramos viniendo a distribuirlo.
Los contratos nos encadenan a los capitalistas
El presidente sindical local del AIM, Jon Holden, sigue diciendo que la votación del contrato no sólo concierne a los miembros del sindicato, “no estamos luchando sólo por nosotros; estamos luchando por todos”, declaró. “Desde los miembros de nuestra familia hasta el público que vuela, queremos que todos se sientan orgullosos de esta compañía una vez más”. Estar orgulloso del trabajo de uno es una cosa, pero nadie debería estar orgulloso de una corporación ávida de ganancias con sangre en sus manos.
Recientemente, Holden participó en un panel de “Un nuevo día para el trabajo” con el presidente del Sindicato de Obreros Automotrices, Shawn Fain, y representantes de la compañía Fiat. Hablaron sobre los principales contratos de este año. Pero esa no es la discusión que necesitan los obreros. Un contrato no destruye las cadenas de explotación; solo define la forma de esas cadenas.
“La base material de la producción capitalista es la explotación y las ganancias”, comentó un lector y distribuidor de Bandera Roja.
“Boeing gana miles de millones de dólares gracias a las habilidades, el trabajo duro y la dedicación de nuestros miembros”, admitió el presidente internacional del AIM, Brian Bryant. “Nuestros miembros merecen su parte justa. Y finalmente ha llegado el momento en que recibirán su parte justa”.
Pero el trabajo de los trabajadores crea TODA la riqueza. Paga por las plantas y la maquinaria, las elegantes oficinas corporativas, las enormes bonificaciones de los ejecutivos y los lujosos paquetes de jubilación. ¿Por qué el nuevo director ejecutivo debería recibir 22 millones de dólares al año y el director ejecutivo jubilado aún más? Nuestra “parte justa” es TODO lo que producimos. Y nosotros producimos TODO. Los trabajadores construimos estas plantas, y la revolución comunista nos permitirá recuperarlas.
En el comunismo, la producción se centrará en las necesidades colectivas de la clase trabajadora internacional. Las masas trabajadoras decidirán dónde, qué y cómo produciremos. No habrá capitalistas que se beneficien. Las armas que produzcamos serán para defender nuestro futuro comunista.
Una vez que hayamos ganado el comunismo en todo el mundo, no habrá naciones que vayan a la guerra. No habrá bombas que maten a decenas de miles de niños y adultos, como en Gaza hoy día.
Rediseñar la sociedad para satisfacer las necesidades de las masas
Los aviones Boeing se están desmoronando en el cielo.
El 7 de agosto, la presidenta de la Junta Nacional de Seguridad del Transporte (NTSB), Jennifer Homendy, cuestionó el optimista panorama de seguridad presentado por los ejecutivos de Boeing. “Todo el sistema falló”, replicó. “Es necesario rediseñar para evitar ese fracaso”.
Homendy tiene razón en que el diseño de producción de Boeing fracasó. Pero el sistema que fracasa es el capitalismo. ¡Las agencias gubernamentales no lo rediseñarán! Son los comunistas quienes luchan por un sistema de producción que satisfaga las necesidades de las masas del mundo.
“La carga de trabajo en una fábrica de Boeing es demasiado grande para evitar que se cometan errores”, dijo un trabajador de Boeing a los investigadores de la NTSB (Junta Nacional de Seguridad del Transporte). “La gente se ve obligada a trabajar demasiado rápido”.
La producción capitalista está diseñada para maximizar las ganancias. La explotación, la competencia y la guerra están incorporadas al sistema precisamente con este propósito. El enfoque sindical en los contratos solo asegura la explotación.
¡Únete al Partido Comunista Obrero Internacional (PCOI) para darle la bienvenida al comunismo revolucionario en lugar del sindicalismo reformista! Ya hemos distribuido más de 300 copias del periódico Bandera Roja en la planta de Renton. Y las muchas discusiones perspicaces entre camaradas y trabajadores de Boeing afuera y dentro de la planta muestran el potencial de la organización revolucionaria.
Puedes ayudar ahora mismo creando una red de lectores de Bandera Roja dentro de la planta o entre familiares y amigos. De estas redes surgirán colectivos del PCOI conectados desde Seattle hasta Bangladesh y más allá. Ellos conducirán al reclutamiento esencial y a la construcción de bases entre los trabajadores industriales internacionalmente. Entonces los días de la tiranía capitalista, la explotación y la guerra global estarán contados.
Seattle, EE. UU., Verano de 2011
Las Ganancias Ensangrentadas de Boeing
En 2023, se informó que el 37% de los ingresos de Boeing provinieron del gobierno de Estados Unidos, incluidas las ventas de armas al extranjero. Aunque la mayoría de los trabajadores que participarán en la votación de la huelga construyen aviones comerciales, también están preocupados por la producción bélica.
Boeing es uno de los mayores especuladores bélicos del mundo. Sus productos han permitido una devastación masiva en Yemen, Palestina, Cachemira, Filipinas, Papúa Occidental, Siria y en la frontera entre Estados Unidos y México.
Su sistema de armas de misiles balísticos intercontinentales (ICBM) Minuteman es la parte terrestre del arsenal nuclear estadounidense.
En la actualidad, Estados Unidos está enviando aún más de sus aviones de combate F-15 y F-16 a Israel y Ucrania.
Boeing fue el principal fabricante estadounidense de misiles y municiones entregados a Israel entre 2021 y 2023. Las bombas GBU-39 de 250 libras de Boeing siguen provocando muerte en Gaza.
La planta de Boeing en Renton (Washington) produce aviones de reconocimiento y patrulla marítima P-8A Poseidon, desarrollados para la Marina de los Estados Unidos. Actualmente también los utilizan los ejércitos de la India, Australia, el Reino Unido, Noruega, Nueva Zelanda y otros para la guerra antisubmarina y la vigilancia.
La existencia de La Corporación Boeing consiste en maximizar las ganancias de sus accionistas. Eso siempre significa ataques a los trabajadores de Boeing. Y a medida que aumenta la producción bélica total para la guerra imperialista, esos ataques seguirán agudizándose.
Durante la Revolución rusa, los trabajadores industriales de las fábricas de Putilov tomaron el control de las plantas. Se dirigieron a las líneas del frente de la revolución con las armas que fabricaban y lucharon junto a sus camaradas.
Tanto los trabajadores que fabrican los aviones comerciales como los que fabrican las armas militares pueden ser reclutados para luchar por el comunismo. Junto con los soldados y los marineros, estos trabajadores serán clave para luchar y ganar una revolución. El imperialismo estadounidense está luchando por su supervivencia, pero la clase trabajadora pondrá al capitalismo en su tumba.