EE.UU.: Genocidio o Revolución Comunista aquí ♦ Los Patrones Se Pelean en Venezuela por el Petróleo, el Oro y Otros Recursos aquí ♦
Chicago, EE.UU., 20 de agosto: protesta en la Convención Nacional Demócrata
La Cuestión Moral de Nuestro Tiempo: ¿Genocidio o Revolución Comunista?
LOS ÁNGELES (EE. UU.), 17 de agosto— “Voto por Kamala porque no quiero que gane Trump”, dijo un amigo.
“Pero ella no es mejor que Trump”, protesté.
“Trump está tratando de quitarle los derechos a las mujeres. Ninguno de estos candidatos es genial, pero al menos no tendremos a Trump”, dijo mi amigo antes de que termináramos la conversación.
Estas son las conversaciones que se dan a diario en torno a Kamala Harris, cuya popularidad se disparó después de que Joe Biden decidiera no buscar la reelección. Kamala ha sido marcada como la última esperanza de algunos trabajadores para impedir que el espantapájaros de Estados Unidos (Trump) regrese al poder. Sin embargo, los trabajadores que apoyan a Kamala están optando por ignorar su propia historia anti-obrera.
Como fiscal y fiscal de distrito en California, Harris apoyó políticas de encarcelamiento masivo que apuntaban específicamente a los hombres negros. También atacó a las mujeres negras debido a las sanciones por ausentismo escolar infantil que resultaron en que los padres de la clase trabajadora cumplieran condenas de cárcel. Las contradicciones de Kamala son muchas, pero el nuevo optimismo de los trabajadores ha hecho que millones de dólares se inviertan en su campaña.
La campaña de Harris se ha basado en la política de identidad y en gestos simbólicos dirigidos a las mismas personas que están cansadas de sus payasadas. Kamala tiene un padre jamaiquino y una madre de la India, lo que la hace favorable a los trabajadores que quieren diversidad.
“Voto porque es mi derecho, para honrar a mis antepasados que lucharon por el derecho a votar”, dijo una trabajadora. Estaba defendiendo su necesidad moral de votar, con Harris como la única alternativa, como se dicen a sí mismos muchos trabajadores. Kamala puede ser una mujer de color, pero es un detrimento para la clase trabajadora internacional.
En una manifestación reciente, Kamala se encontró con la resistencia de los manifestantes pro-palestinos a los que no podía ignorar. Dijo: “Si quieren que Trump gane, díganlo. De lo contrario, ¡hablaré yo!”. Esta es la narrativa: ella es el menor de dos males y la única alternativa.
En un segundo mitin, repitió la gastada consigna de que ella y Biden apoyan un alto el fuego en Gaza y el regreso de los rehenes. Mientras tanto, miles de millones de dólares van a Israel desde la administración en la que ella sirve ahora. Se ha negado incluso a discutir un embargo al envío de armas a la entidad sionista.
Si bien Harris puede querer proteger el derecho de las mujeres estadounidenses a la atención médica anticonceptiva, los hospitales ya ni siquiera son una realidad para los palestinos gracias a los misiles financiados por Estados Unidos. Los trabajadores no deberían tener que priorizar sus derechos reproductivos sobre el asesinato en masa de 40,000 palestinos sin un alto el fuego a la vista. Merecemos algo mejor.
¿Cuál es La Alternativa?
“Si no estás a favor de Biden o Harris, eso significa que estás votando por Trump”, le dijeron a un camarada. Esta es una idea falsa. No necesitamos elegir un bando entre dos partidos que representan al imperialismo capitalista estadounidense. Debemos rechazar este sistema por completo. A los trabajadores del mundo se les ha demostrado innumerables veces que no podemos poner nuestro destino en manos de las élites. Los trabajadores del mundo deben rechazar sus “deberes cívicos” y unirse por el futuro de la humanidad. ¡La única respuesta es el comunismo!
La burguesía mundial está en crisis para ganar a las masas y continuar con su explotación. La ilusión es que Kamala es muy diferente de Trump. La realidad es que ambos son malas noticias para la clase trabajadora.
Solo a través de la solidaridad internacional podemos terminar con los genocidios en masa, las guerras y los debates sexistas sobre la autonomía de las mujeres sobre sus propios cuerpos. En lugar de respaldar a un partido capitalista, debemos movilizar a las masas para la revolución.
El comunismo, con lucha colectiva y responsabilidad compartida, es la única respuesta al genocidio fascista y la guerra mundial. Únete al PCOI para cambiar el mundo..
Los Patrones Se Pelean en Venezuela por el Petróleo, el Oro y Otros Recursos
Las Masas obreras Necesitan el Verdadero Comunismo
EL SALVADOR, 20 de agosto— “¿Qué está en juego en Venezuela, con las elecciones que acaban de suceder?”, preguntó un campesino y ex guerrillero del FMLN, que ahora es miembro del Partido Comunista Obrero Internacional. “Lo que sé es que después de Chávez, Venezuela dejó de ser socio de Estados Unidos”.
Una camarada respondió: “Allí hay mucha riqueza y una lucha inter imperialista. Por un lado, Estados Unidos quiere recuperar el botín para sus transnacionales. Por otro lado, Rusia y China quieren consolidar su control a través de Maduro”.
Continuó: “El líder chino Xi Jinping acaba de invitar a Venezuela a ser parte de los BRICS, un bloque de cooperación económica controlado por China y Rusia. El objetivo es ampliar la cooperación para enfrentar a Estados Unidos y sus aliados”.
Z, una camarada trabajadora, informó que alguien le había dicho: “Maduro tiene recursos económicos y ha comprado el ejército. Por eso están de su lado, pero los trabajadores no pueden hacerlo y por eso me resulta difícil”.
Otro camarada respondió: “Por eso el PCOI considera que organizarse en el ejército es clave. El poder está en la clase obrera. Cuando las masas toman la decisión de organizarse, no hay patrones, ni oficiales, ni gobierno que las pueda detener”. Continuó: “Si los soldados de la clase obrera voltean sus armas contra los patrones, esa será nuestra victoria revolucionaria”.
Elecciones o Revolución Comunista
Las elecciones en Venezuela o en cualquier lugar son solo otro de los procesos que, con o sin fraude, no logran resolver la situación de la clase obrera. La “libertad” y la “democracia” son ilusiones que los capitalistas venden a la clase obrera. No importa quién llegue al poder a través de las elecciones capitalistas, siempre mantienen a los trabajadores en la esclavitud asalariada y la pobreza. La clase obrera necesita el comunismo, no el “relato” de la democracia.
EEUU no se había opuesto a Maduro en las pasadas elecciones porque empresas transnacionales como Chevron han hecho alianzas estratégicas con Petróleos de Venezuela PDVSA. Estos contratos van desde 2023 hasta 2050. Permiten perforar en busca de petróleo y gas en el estado Zulia y en la Faja Petrolífera del Orinoco, en el oriente de Venezuela, que tiene las mayores reservas petroleras probadas del mundo.
Los patrones estadounidenses quieren recuperar el control de Venezuela por sus recursos naturales y su posición militar estratégica en el Caribe. Utilizan las turbas callejeras y envían a morir a los trabajadores con la mentira de que es “por la Libertad y la Democracia”. Al mismo tiempo, negocian en secreto con el gobierno venezolano.
Y del otro lado están Rusia, China e Irán, que presionan a Maduro para que se una al BRICS, que controla inmensas ganancias petroleras.
Los recursos de este país han estado en manos de empresarios venezolanos, empresas internacionales y, en menor medida, del Estado, haciendo negocios multimillonarios. Entre estas empresas se encuentran ExxonMobil, Royal Dutch Shell, Conoco Phillips, Chevron.
El expresidente Chávez expropió las mayores empresas petroleras, lo que provocó un enfrentamiento con Estados Unidos, gran importador de petróleo. En 2003 el petróleo pasó a manos del Estado. PDVSA (Petróleos de Venezuela Sociedad Anónima), creada en 1975, era la principal empresa estatal en la época de Chávez.
Las reformas impulsadas por Chávez y Maduro nunca serán suficientes para la clase trabajadora porque mantienen las clases sociales y el sistema salarial. En el “socialismo del siglo XXI”, como se llamó a esta fase de reformas en América Latina, nunca han podido detener la pobreza y el sufrimiento creados por la esclavitud asalariada.
Las masas están hartas del capitalismo venezolano. Sus protestas reflejan la necesidad de un cambio, de un sistema que satisfaga las necesidades de la clase trabajadora.
Los imperialistas y un grupo de patrones venezolanos aprovechan esto para movilizar a las masas contra el capitalista Maduro. Pero la única solución es la lucha por un sistema que rompa estas cadenas imperialistas. Y el comunismo es el único sistema que construirá el poder de la clase trabajadora y producirá lo que necesitamos, sin explotación de la clase trabajadora, para satisfacer las necesidades de todos. El comunismo proveerá a cada persona según sus necesidades.
El PCOI moviliza a la clase trabajadora para que se organice por el comunismo, no por las elecciones. En Venezuela y en todas partes, desde Bangladesh hasta El Salvador, desde la India hasta México, desde España hasta los Estados Unidos, desde Sudáfrica hasta Costa Rica, y en todo el mundo, debemos luchar por un sistema comunista.