Alzamiento en Bangladesh Muestra: Las Masas Necesitan el PCOI aquí ♦ El Comunismo Terminará con la Violencia Sexista y Racista aquí ♦
Dhaka, Bangladesh, agosto 2024: Mujer joven dirigiendo el tráfico
El levantamiento en Bangladesh Muestra: La Juventud y Trabajadores Revolucionarios de Todo el Mundo Necesitan al Partido Comunista Obrero Internacional
20 de agosto: Cientos de miles de estudiantes y trabajadores hicieron lo “imposible” el pasado mes de junio. Salieron a las calles de Bangladesh en junio y obligaron a la Primera Ministra Sheikh Hasini a huir del país. Derrocaron a su gobierno de la Liga Awami.
Pero ¿qué viene después? Sin un partido comunista revolucionario de masas, la rebelión no podría convertirse en una revolución. En cambio, el imperialismo estadounidense ha aprovechado la crisis para instalar un gobierno “interino” amistoso.
Su jefe, Muhammad Yunus, es un economista y banquero de desarrollo con estrechos vínculos con Wall Street. Yunus, de 84 años, recibió un Premio Nobel de la Paz por desarrollar la muy rentable estafa del “microcrédito”, que atrajo a muchas mujeres empobrecidas de Bangladesh y otros lugares a una deuda aplastante con el cebo del “emprendimiento”.
Ningún gobierno o plan capitalista liberará a la clase trabajadora en Bangladesh ni en ningún otro lugar. El único futuro que el capitalismo puede ofrecer a la Generación Z, y a todos los trabajadores, es uno de esclavitud asalariada, desempleo masivo, catástrofe ambiental y guerra interimperialista. Nuestro camino para seguir debe ser el comunismo.
El Levantamiento Popular Moviliza a Estudiantes y Trabajadores
Bangladesh tiene un 40% de desempleo juvenil. La rebelión comenzó para protestar por la contratación preferencial del gobierno de descendientes de los combatientes de la independencia de Bangladesh de 1970. En su primera semana, el gobierno ordenó a la policía asesinar a cientos de estudiantes en las calles. Creía que esto aplastaría la rebelión.
En cambio, con cada asesinato, miles más salieron a las calles. Los trabajadores se unieron a los estudiantes. Las masas perdieron el miedo a la muerte. Los gases lacrimógenos, los cañones de agua, las balas de goma y la munición real movilizaron a más personas. Lo mismo ocurrió con el corte de Internet. Fueron 120,000 policías contra decenas de millones de personas en las calles.
La policía, superada en número, entró en pánico. Sus vehículos y municiones se convirtieron en el objetivo de la furia masiva. Prácticamente todas las comisarías se convirtieron en un esqueleto enorme de edificios carbonizados y vehículos volcados. Los soldados empezaron a ponerse del lado de la rebelión. El gobierno ya no podía contar con el ejército. Finalmente, el 5 de agosto, la primera ministra Hasina Sheik tuvo sólo 45 minutos para escapar de la ira de las masas reunidas a las puertas de su palacio. Huyó a la India.
¿Quién Manda Ahora?
La situación sigue siendo inestable. Las fuerzas reaccionarias han aprovechado el desorden para generar violencia comunal entre la mayoría musulmana y la minoría hindú. Pero las masas de trabajadores y jóvenes se han unido para trabajar en la construcción de un nuevo orden. Se movilizaron para limpiar las propiedades destruidas en los disturbios anti indios. Impidieron la celebración de un día festivo nacional el 15 de agosto en apoyo del antiguo régimen.
Las Girl Scouts y los Boy Scouts dirigen el tráfico en las calles de la capital, Dacca. Controlan los documentos de la gente y garantizan el orden público. Pero los soldados siguen patrullando las calles. Aparentemente, tanto los militares como el nuevo gobierno interino de Yunus están a cargo.
Más de sesenta diplomáticos extranjeros y organizaciones internacionales asistieron a la primera conferencia de prensa de Yunus. Instó a los socios comerciales y de inversión a seguir confiando en Bangladesh. “No toleraremos ningún intento de interrumpir la cadena mundial de suministro de ropa en la que somos un actor clave”, les aseguró.
Esta “cadena mundial de suministro de ropa” es una industria textil que depende casi por completo de trabajadoras superexplotadas. Ellas producen el 80% de las divisas de Bangladesh, en condiciones atroces. También tienen una historia de rebelión militante.
Entre Bastidores: Rivalidad y Conflicto Interimperialista
Los gobernantes capitalistas de China y la India no están contentos con el nuevo régimen abiertamente pro-EE.UU. de al lado. La visita de tres días de Sheikh Hasina a China en julio había sido un hito clave en la profundización de los lazos entre Bangladesh y China. Su derrocamiento fue un importante revés para la India, un aliado estratégico de largo plazo.
Estados Unidos es el principal destino de las exportaciones textiles de Bangladesh. Los inversores estadounidenses ya controlan gran parte del capital de Bangladesh. Los estrategas estadounidenses quieren un largo período “interino” (hasta tres años) de “construcción del partido” antes de que se celebren las elecciones. Esto permitiría el desarrollo de una política pro-EE.UU. Formaciones que podrían impedir el retorno a la antigua burocracia política pro-India y pro-China bajo nuevas caras. Mientras tanto, el gobierno de Yunus protegería los intereses estratégicos imperialistas de EE.UU. en el Estrecho de Malaca.
Ninguno de estos imperialistas tiene los intereses de los trabajadores de Bangladesh en sus agendas. Tampoco los tienen los partidos capitalistas de Bangladesh existentes que buscan explotar a los trabajadores de Bangladesh en su nombre.
Construir un PCOI de Masas en Todo El Mundo
Los acontecimientos en Bangladesh han demostrado que el Estado capitalista es un castillo de naipes. Los trabajadores y estudiantes demostraron su poder para derribarlo. Lo que falta es la organización comunista. Los trabajadores y estudiantes comunistas en Bangladesh (como en todas partes), aliados con los soldados de la clase trabajadora, pueden derrocar a todos los partidos capitalistas y luchar por el mundo comunista que necesitamos.
Los camaradas del PCOI en la India han tendido la mano a sus camaradas trabajadores en Bangladesh. Estamos desarrollando los limitados vínculos que tenemos entre los trabajadores y estudiantes allí. Esto no sucederá de la noche a la mañana. Pero avanzará gracias al crecimiento del movimiento comunista internacional desde la India hasta Sudáfrica, El Salvador, Estados Unidos y otros lugares.
El levantamiento de Bangladesh muestra cómo se están desarrollando rápidamente las condiciones para la revolución comunista. Nuestra responsabilidad, y nuestro privilegio, es construir el PCOI para hacer realidad ese potencial.
El Comunismo Terminará con la Violencia Sexista y Racista
20 de agosto: Los médicos de toda la India se declararon en huelga durante un día. Organizaron protestas y se negaron a atender a pacientes que no fueran de urgencia tras la violación y asesinato de una estudiante de medicina de posgrado en Calcuta el 9 de agosto. Las huelgas y protestas locales continuaron durante días.
El partido gobernante fascista BJP sufrió un revés en las últimas elecciones y está tratando de sacar provecho de la indignación masiva. Ha organizado publicidad en torno a este caso para desacreditar a nivel local al partido de la oposición en el poder. Mientras tanto, difunde rumores exagerados sobre incidentes aislados de violencia antihindú en Bangladesh.
Existe un vínculo claro entre lo que sucedió en Calcuta y el derrocamiento de Hasina Sheik en el cercano Bangladesh. Los fascistas de Modi están tratando de movilizar a las masas mostrando un «apoyo muscular» para proteger tanto a la víctima de violación y asesinato como a la minoría «hindú» en Bangladesh.
En 2012, en Delhi, se produjo una horrible violación en grupo y asesinato de una estudiante en un autobús en marcha. Los gobernantes de la India lo utilizaron como excusa para hacer más represivo el sistema de “justicia” penal, pero eso no hizo nada para reducir la violencia contra las mujeres, especialmente contra las mujeres dalit y musulmanas.
En una semana normal, 13 dalits son asesinados y 21 mujeres dalits son violadas. Las bandas fascistas vinculadas al BJP suelen salirse con la suya matando a musulmanes y quemando sus casas.
El sexismo, racismo, comunalismo, la intolerancia religiosa y la violencia son elementos integrados en el sistema capitalista. ¿De qué otra manera podría una pequeña clase de multimillonarios superexplotadores gobernar a miles de millones de las masas explotadas?
No podemos depender en – o tratar de reformar – las leyes e instituciones estatales creadas para servir a Ambani y Adani, Musk y Zuckerberg, Johann Rupert y Carlos Slim.
En cambio, debemos derrocarlas con la revolución comunista. El comunismo pondrá fin al sistema salarial que nos obliga a competir por empleos. Institucionalizará la cooperación. Fomentará la unidad de los trabajadores de todos los géneros, etnias y creencias.
Con el tiempo, el comunismo hará que la violación y el asesinato sean casi inimaginables. Las medidas que tomamos hoy, difundiendo las ideas comunistas y creando colectivos del PCOI, acercan ese día.
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“La Lucha Comunista Contra El Sexismo” aquí ♦