EE.UU.: Explota La Ira de Las Masas Contra La Atención Sanitaria Capitalista

Durante la Revolución Cultural en China, la atención médica se transformó. Estos médicos descalzos trabajaban junto a sus compañeros y les brindaban atención médica que les salvaba las vidas. La izquierda en la Revolución Cultural luchó por muchos aspectos del comunismo: abolir el dinero y los salarios, para servir a las masas.

El Vigilantismo No Acabará con el Sistema Médico Capitalista Ni con los Problemas de Los Trabajadores — Sólo el Comunismo Puede Proporcionar el Cuidado Médico Universal que Necesitan los Trabajadores

EE.UU., 14 de diciembre: “Creo que todo el mundo se está centrando demasiado en el asesino en lugar de en lo que él luchaba por conseguir. Hay muchos más problemas en nuestra sociedad que la atención médica, pero creo que él fue el que inició la conversación”, le dijo un estudiante a su profesor mientras hablaban del asesinato del director ejecutivo de United Healthcare.

Luigi Mangione, el hombre detenido por el asesinato, ha provocado una ira masiva entre los trabajadores en EE. UU. Muchos lo llaman mártir, un héroe que tomó medidas drásticas para exponer la corrupción y la codicia del sistema de salud. Para los capitalistas, especialmente los medios liberales, sus acciones son un crimen injustificable. Pero el análisis comunista aporta claridad a esta situación.

Mangione no es un mártir. Es un justiciero, harto de un sistema sanitario que ha fallado a millones de trabajadores, incluido a él. Actos como el suyo muestran una profunda falta de confianza en la clase obrera. Impiden nuestra capacidad de movilizarnos por el comunismo, pero apoyo masivo que ha recibido muestra los verdaderos sentimientos de la clase obrera hacia la élite.

Los trabajadores han llamado delator al trabajador de McDonald’s por haber dado el aviso a la policía. Esta reacción surge de la frustración de los trabajadores. Conocemos muy bien la brutal realidad del sistema de salud diseñado para sacar ganancias de nuestro sufrimiento. Todos los años contribuimos a ello para que se nos niegue cuando más necesitamos la atención que puede salvar nuestras vidas.

“No digo que lo que hizo estuvo bien, pero entiendo por qué estaba tan enojado”, dijo otro en clase.

Los Medios Liberales No Pueden Comprender Las Contradicciones de Clase

Los medios liberales tienen dificultades para comprender las acciones de Mangione. Su moralización de “nunca matar a nadie” revela una profunda desconexión con las luchas de los trabajadores. Su indignación refleja su incapacidad para comprender la escala del sufrimiento que sienten tantas personas que viven en un sistema que premia la codicia corporativa por encima de la dignidad humana. Los medios no logran ver que el acto de Mangione no fue una violencia sin sentido, sino una respuesta al peso aplastante de la desigualdad y un sistema médico que trata nuestras vidas como mercancías prescindibles.

Mangione provenía de un entorno privilegiado, pero finalmente vio las desigualdades del capitalismo. Sus acciones reflejan las contradicciones de la sociedad capitalista. Aunque no era un revolucionario, Mangione estaba motivado por una creciente conciencia de los fracasos del capitalismo. Vio de primera mano el impacto devastador de los directores ejecutivos de empresas de atención médica, como el que él mató, que usan su poder para negar atención esencial a millones de personas a través de programas de inteligencia artificial.

Sin embargo, también debemos reconocer la realidad: el acto simbólico de Mangione no cambiará el sistema. United Healthcare reemplazará a su director ejecutivo por otro, y la maquinaria corporativa seguirá funcionando.

El problema de raíz -el capitalismo que incentiva la codicia corporativa- sigue firmemente en su lugar. La cuestión esencial sigue sin resolverse: ¿cómo garantizamos que todos los trabajadores tengan acceso a una atención médica que les salve la vida?

“Los gobernantes quieren una reforma sanitaria, como Medicare para todos”, dijo una camarada. “Quieren eliminar parte de las ganancias obscenas de las compañías de seguros médicos y hacer que la mayoría de los médicos trabajen para unas pocas en vez del montón de doctores con oficinas individuales. Entonces podrán racionar la atención médica de manera más eficiente”.

“Sí”, respondió otro camarada. “Para poder mantener saludables a los jóvenes en edad laboral y recortar la atención a las personas mayores que están jubiladas”.

Mientras tengamos el capitalismo, basado en ganancias, no tendremos la atención sanitaria universal que necesitamos. La respuesta es clara: debemos desmantelar el sistema capitalista que nos llevó a este punto y reemplazarlo por algo radicalmente diferente. Necesitamos el comunismo.

En el comunismo no habrá dinero. No se comprará ni venderá nada. Produciremos las necesidades de la vida y las compartiremos conforme a las necesidades. La atención sanitaria no será una mercancía sino parte de la vida colectiva.

El acto de Mangione es un incidente aislado, un estallido individual de rabia frente al capitalismo. Hasta que nos movilicemos masivamente para erradicar el capitalismo con una revolución comunista, la crisis de la atención médica y todos los demás síntomas del capitalismo persistirán. No importará cuántos directores ejecutivos sean reemplazados o cuántos pierdan la vida.

No podemos actuar solos. Debemos organizarnos para dar una batalla que podamos ganar colectivamente. Los estudiantes que participaron en el debate en el aula preguntaron acerca de Bandera Roja (el cual vieron fuera de la escuela). Ellos y otros como ellos pueden ser reclutados para la solución: unirse al Partido Comunista Obrero Internacional.

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