La Lucha Comunista Cambiará la Sociedad y la Naturaleza Humana

De 1966 a 1976, la Revolución Cultural China adoptó el lema: “Criticar a fondo la ‘teoría de la naturaleza humana’ de las clases terratenientes y capitalistas”. Millones de personas en las fábricas y en los colectivos agrícolas lucharon para que esto formara parte de la línea del Partido Comunista Chino

SEATTLE (EE. UU.), 15 de diciembre— “¿Es capaz la clase obrera internacional de hacer una revolución comunista?” Esta es una pregunta importante con los trabajadores con los que hablamos.

La reciente huelga de Boeing aquí duró casi ocho semanas. Durante este tiempo, los camaradas del PCOI plantearon muchas ideas revolucionarias en la fuerza laboral joven y diversa y los jubilados de tercera edad. Incluso después de que terminó la huelga, estos debates siguen extendiéndose entre muchos más de nuestros amigos.

Desde la huelga, amigos y camaradas han debatido si la “naturaleza humana” sabotearía la lucha comunista. Algunos están leyendo secciones de Pan rojo. Este libro, escrito en 1931, reporta sobre la campaña para crear las granjas colectivas comunistas después de la Revolución rusa y cómo esta condujo a una nueva visión de la naturaleza humana. El egoísmo comenzó a ceder ante el bien común.

Dos capítulos se destacan. Uno describe cómo un terrateniente antes de la revolución soviética decidió ingresar a una granja colectiva en un pueblo ruso. Cuando le preguntaron por qué renunció a su propiedad para convertirse en pastor en la colectividad, explicó cómo había cambiado su visión de la naturaleza humana.

“¿Por qué?”, preguntó, “¿debería un hombre disfrutar de cosas que su vecino no tiene? En los viejos tiempos, si un hombre me hubiera planteado una pregunta así, lo habría considerado un tonto sin remedio o un loco. Me criaron con la idea de que algunas personas son mejores que otras y, por lo tanto, tienen derecho a mejores cosas. Estas desigualdades son erróneas, desesperadamente, brutalmente erróneas”, concluyó.

En el siguiente capítulo, el autor, Maurice Hindus, recibe clases de Vera, una lechera de 18 años de otra colectividad. Hindus es escéptico respecto al comunismo. La desafía a que examine cuidadosamente todo lo que cree. La provoca con una lista de ropa elegante que supuestamente usan los adolescentes estadounidenses.

Vera pregunta cuál es el propósito social de estas adolescentes. “¿Cuál es el objetivo de sus vidas? ¿No tienen nada fuera de sí mismas por que vivir, algo para la sociedad, para las masas?” Ella concluye: “¿Vivir sólo para mí? Nunca”.

A algunos amigos que leyeron este capítulo les resultó difícil creer que una joven de 18 años pudiera aferrarse tan diligentemente al bien colectivo y rechazar el individualismo con tanta vehemencia.

Pero la “naturaleza humana” cambia de acuerdo con el sistema de gobierno. Lo que se considera naturaleza humana se ve muy diferente en el comunismo que en el capitalismo. Actualmente sólo tenemos una amplia experiencia cotidiana de la naturaleza humana en el capitalismo, el sistema bajo el cual luchamos. Aun así, tenemos muchos ejemplos de cómo la gente vive valores comunistas. Esto nos da una base para entender que la naturaleza humana será diferente cuando vivamos en colectividad y el compartir comunistas.

En el comunismo, la esclavitud asalariada será abolida. La sociedad promoverá el trabajo por el bien común, no para la explotación y las ganancias para los capitalistas. Los cambios sociales, como el trabajo colectivo para satisfacer las necesidades internacionales de la clase obrera, crearán una nueva “naturaleza humana” en las masas.

Un ejemplo: en Gaza, las condiciones son indescriptiblemente duras, y podríamos esperar ver lo peor de la “naturaleza humana”. Pero ha ocurrido todo lo contrario.

En Rafah, una niña quedó atrapada entre los escombros de un bombardeo. Cuando finalmente la rescataron, estaba mareada, desorientada y deshidratada. Aunque la gente solo recibía una comida cada dos días y un litro de agua para varios días, niños y adultos hacían cola para donar agua para lavarla. La gente dejaba de comer para ella que no pasara hambre ni sed. Este era el amor nutricional de la humanidad.

Ahora y en el futuro, haciendo trabajo colectivo comunista cambia la “naturaleza humana” para mejor. ¡Únete al PCOI para ser parte de ese cambio y ayudar a construir un futuro comunista para toda la clase obrera!

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