Obreros Automotrices en India Organizan para el 1º de Mayo aquí ♦ Agricultores de la India: De vuelta a las Barricadas, el Comunismo Abrirá el Camino aquí ♦
Lucha de los Obreros Automotrices en Chennai, India 2022.
Los Obreros Automotrices en la India Organizan:
Marchemos el 1º de Mayo para Acabar con la Esclavitud Asalariada y la Guerra Imperialista Mediante la Revolución Comunista
CHENNAI (India), 29 de enero— “Muchos obreros quedaron acongojados al ver la devastación en Gaza. Muchos de nuestros obreros dedican largas horas, a veces más de doce, para alimentar a su familia”, dijo Deepak, un trabajador del sector automotriz, en nuestra reunión colectiva de Bandera Roja. “No puedo imaginar cómo masas de personas en Gaza sin hogares, comida ni agua, y bajo bombardeos constantes, pueden alimentar a sus familias”.
Nueve camaradas obreros del sector automotriz discutieron cómo nuestro trabajo se ve afectado por el genocidio en Gaza. “La familia de mi compañero de trabajo estaba trabajando en construcción en Arabia Saudita”, informó Omar. “Debido a los disturbios en Yemen fue despedido. Ahora busca trabajo aquí en la industria automovilística”. El amigo de Omar no está solo. Miles de personas están regresando de Arabia Saudita, Kuwait e Irak.
“Así es como funciona el capitalismo”, explicó un camarada del PCOI que distribuye Bandera Roja a muchas personas en su vecindario. “La guerra en Gaza parece ser entre Hamás e Israel. Sin embargo, los imperialistas están involucrados. Los gobernantes estadounidenses y europeos están alimentando directamente las masacres en Gaza. Los gobernantes iraníes, apoyados por los imperialistas rusos y chinos, están luchando para eliminar la presencia estadounidense en la región.
“Ambas partes están intensificando las guerras, como vemos en Yemen y el Líbano. Es un ataque a la clase obrera internacional. Es posible que no veamos de inmediato cómo nos afecta. Pero veamos el puerto de Chennai. La carga que pasa por el Canal de Suez se ha reducido en un 30 por ciento. La están desviando a rutas mucho más largas, elevando los costes un 40%. Ahora están despidiendo a trabajadores portuarios”.
Los sindicatos automotrices aquí ni siquiera piensan en guerras imperialistas mortales. Por lo tanto, no pueden ofrecer ninguna solución para terminarla mediante la revolución comunista. Hay 181 importantes plantas de automóviles en Chennai en un corredor de sesenta kilómetros. Emplean a más de dos millones de obreros. ¿Cómo podemos llegar a estos obreros industriales? Ésta es una cuestión apremiante que los camaradas están tratando de comprender.
“Somos esclavos asalariados; producimos todo. Los capitalistas solo se dedican a obtener máximas ganancias”, dijo un camarada del PCOI. “Deben atacarnos constantemente para reducir nuestros salarios. También deben atacar a otros capitalistas para eliminar la competencia. Los sindicatos no pueden resolver esta contradicción porque quieren mantener la esclavitud asalariada. Tranzan con nuestro enemigo de clase”. Este camarada acababa de asistir a una reunión de CITU, el Centro de Sindicatos de la India. Está afiliado al Partido Comunista de la India (marxista).
Esta reunión sindical pidió un aumento salarial del doce por ciento. El sindicato sólo representa a los obreros subcontratados. El sesenta por ciento de la fuerza laboral no tiene contrato y gana menos de la mitad de lo que ganan los Obreros subcontratados. Los obreros no contratados tampoco tienen fondos de pensiones, asistencia sanitaria ni subsidios de vivienda. Tienen que vivir muy lejos de la planta. La mayoría de los obreros no contratados provienen de otros estados, no hablan el mismo idioma y muchos son dalits o musulmanes.
El sindicato llegó a un acuerdo con los propietarios para un aumento salarial del siete por ciento para los obreros subcontratados y sólo del dos por ciento para los obreros sin contrato. La tasa de inflación oficial es del nueve por ciento. En esta reunión sindical, cuatro camaradas distribuyeron Bandera Roja y un volante. El volante explicaba que no importa cuánto luchen los sindicatos, los obreros seguirán siendo esclavos asalariados.
En el comunismo, la clase obrera dejará de ser esclava asalariada. Nadie será trabajador automotriz toda su vida. Sin ganancias ni avaricia, la clase obrera sólo producirá lo que la sociedad necesita.
Bajo el capitalismo, dado que la ganancia es el motor principal, se producen muchas cosas inútiles. Esto crea ciudades ineficientes asfixiadas por automóviles no deseados, congestión y desastres ambientales. El resultado es racismo, sexismo y guerras imperialistas para obtener más ganancias.
Pudimos hablar con muchos obreros automotrices. Algunos nos conocen. Todos estaban decepcionados por la propuesta traidora del sindicato. Nos involucramos con ellos y los invitamos a nuestra próxima reunión. Nuestro objetivo es concentrarnos en nuestros camaradas más cercanos, para que se conviertan en miembros activos de nuestro Partido. Propusimos continuar discutiendo la dialéctica del cambio y cómo un partido pequeño puede convertirse en un partido de masas para el comunismo.
El primer 1º de Mayo en Chennai se celebró hace 101 años en memoria de la lucha de los obreros. Todavía inspira a los trabajadores de todo el mundo. Planeamos llevar a los obreros de Chennai nuestra visión comunista de que el capitalismo/imperialismo está creando las condiciones para su propia destrucción. El Partido Comunista Obrero Internacional construirá un Partido de masas para la revolución comunista.
Agricultores de la India: De vuelta a las Barricadas, el Comunismo Abrirá el Camino
DELHI (India), 12 de febrero— Cientos de miles de agricultores de más de nueve estados se han reunido en Delhi. Protestaron en gran número en 2020-21 contra la privatización que amenaza con acabar con su medio de vida.
El gobierno fascista, aprendiendo del pasado, ha creado una fortaleza impenetrable alrededor de Delhi. En el punto de entrada a las autopistas de Delhi, la policía ha creado enormes capas de seguridad: barreras de hormigón, barricadas de hierro, alambre de púas, lechos de clavos, contenedores, grúas hidra y drones armados con gases lacrimógenos.
Los miembros del PCOI fueron a las afueras de Delhi, donde nos reunimos con las masas de agricultores. Teníamos Bandera Roja y un volante llamando a la revolución comunista.
“Vamos a ser comprados por empresas como Adani y Ambani”, dijo un agricultor. “Nos moriremos de hambre. Estamos aquí para quedarnos pase lo que pase. Es vida o muerte para nosotros. Tenemos enormes deudas; Los precios de lo que producimos están cayendo. Estamos perdidos. Nuestros hijos no tienen trabajo”.
“¿Cómo quieren ustedes que termine esta agitación?” preguntó un miembro del PCOI a uno de los muchos jóvenes que participan en estas manifestaciones masivas.
“Queremos un cambio en estas empresas ávidas de ganancias”, fue la respuesta. “Estamos dispuestos a morir por este cambio”.
“Necesitamos cambiar el sistema, a un sistema donde no haya corporaciones, ni ganancias, ni bancos”, respondió el miembro del PCOI. “Esto es comunismo. Punjab tiene una historia revolucionaria de 150 años. Jóvenes comunistas de Punjab llevaron a millones de personas a ponerle fin al capitalismo en toda la India y en lo que hoy son Pakistán y Bangladesh. Pero no sabían que para acabar con el capitalismo debemos abolir el sistema salarial, no construir un socialismo donde se distribuye la tierra y los agricultores siguen a merced de los mercados”.
Nuestra agitación apenas comienza. Todos nuestros miembros del PCOI están estacionados en lugares estratégicos. Estamos armados con Bandera Roja y nuestro volante llamando a la revolución comunista. Las masas están abiertas y dispuestas a poner a los jóvenes a cargo del futuro.
A pesar de todos los preparativos masivos que la policía de Delhi ha hecho para fortificar la ciudad, los agricultores han encontrado formas de dispersar el bombardeo de gases lacrimógenos. Han encontrado aceras y carriles para sortear enormes obstáculos. Han creado caminos en los ríos para combatir a los gobernantes, a quienes les resulta difícil contener a las masas.
Tenemos que poner el comunismo al frente de nuestras batallas.