El profesor de historia de la escuela secundaria donde estudia Samuel se burla de él en clase y le pone notas bajas sin motivo aparente. Cuando Samuel estuvo enfermo de bronquitis, el profesor le bajó la nota por faltar a clase. Samuel se enfadó mucho. No lleva mucho tiempo en Estados Unidos. Hablando con otros estudiantes, se enteró de que el profesor también acosa a otros también. Después de discutirlo, algunos alumnos están encontrando formas de defenderse mutuamente.
El capitalismo y sus escuelas enseñan ideologías divisorias: racismo, sexismo, nacionalismo, competencia, individualismo e ideas de “nosotros contra ellos”. El individualismo capitalista promueve un sentimiento de superioridad. Algunos adultos que han asimilado la cultura capitalista dan un trato desigual, tendencioso, racista o preferencial a algunos niños. Todos estos factores fomentan el bullying (acoso escolar).
El bullying se ha convertido en una epidemia antisocial mundial. En EE. UU., más del 28% de los alumnos del 6º a 12º grado y más del 20% de los alumnos del 9º a 12º han sufrido bullying. Esto incluye insultos, empujones, palizas, peleas, comentarios sexistas, ciber- bullying y amenazas de daño.
El capitalismo se basa en la competencia. La cultura capitalista también. Los gobernantes quieren que los estudiantes compitan entre sí. Se anima a los estudiantes a despreciar a sus compañeros en función de su “raza”, sexo, “nacionalidad”, estatus migratorio, “capacidad”, competencia y habilidades sociales.
Las escuelas capitalistas toman pocas o ninguna medida contra el bullying. Incluso culpan y castigan a las víctimas del bullying. Las escuelas existen para servir a los capitalistas, no a los trabajadores ni a los estudiantes.
El maltrato severo por parte de los acosadores, y la negligencia a menudo despiadada de las escuelas, traumatizan a los acosados. Puede causar depresión y pensamientos suicidas, incluso suicidio. Estas tragedias pueden evitarse fácilmente si otros hermanxs de clase se alzan colectivamente contra el bullying.
Desafortunadamente, el individualismo capitalista nos enseña a “ocuparnos de nuestros propios asuntos”. Esto hace que el entorno sea apático y esté dividido. Como resultado, los espectadores presenciando el bullying a menudo no se enfrentan a los acosadores ni detienen los comportamientos mortales. Algunos incluso los fomentan.
El individualismo es otra ideología mortal que impide que la clase obrera se una. Aunque el “no te metas en lo que no te importa” persiste y a menudo procede de los padres, hay estudiantes que se enfrentan a los acosadores y no se limitan a no meterse en lo que no les importa. Este rasgo de carácter muestra un gran potencial para organizar, porque no sólo son capaces de cuestionar el statu quo, sino de tomar acción.
Las organizaciones anti- bullying mundiales condenan el bullying. Sin embargo, son organizaciones procapitalistas. Abogan por soluciones reformistas, como pedir a las escuelas que apliquen normas más estrictas contra el bullying. Aunque estas organizaciones también hablan de cómo prevenir y detener el bullying, su lucha no se basa en el comunismo. No abordan ni pretenden desarraigar el sistema y sus ideas que fomentan comportamientos antisociales mortales.
La verdadera solución para acabar con el bullying y hacer el entorno más seguro no es confiar que autoridades escolares capitalistas castigarán a los acosadores. Por el contrario, es movilizando a nuestros hermanxs de clase (acosadores y víctimas) para que se vean parte de la misma clase obrera que necesita liberarse. Los acosadores aprenderán nuevas formas de relacionarse con sus víctimas, para construir relaciones sociales comunistas igualitarias.
Los antiguos acosadores pueden llegar a darse cuenta de que el bullying sólo ayuda a la clase explotadora capitalista. Perjudica a todos los hermanos de la clase obrera. Los acosados no son meras víctimas; son luchadores. Pueden ayudar a dirigir a la clase obrera internacional en la lucha por la revolución comunista contra el sistema capitalista y sus ideas que generan el bullying. Desarraigar el sistema capitalista y su competencia, el dinero, la esclavitud asalariada y la propiedad privada eliminará la base material que causa el bullying.
El comunismo eliminará las clases y todas las divisiones capitalistas. En el nuevo mundo comunista, nadie recibirá un trato sesgado o preferente por ser quien es. Nadie vivirá mejor o peor que nadie.
La colectividad, la cooperación y las relaciones igualitarias mutuas serán la norma. Viviremos, trabajaremos y tomaremos decisiones juntos. Compartiremos los frutos de nuestro trabajo colectivo en función de las necesidades de las masas.
Camaradas, dondequiera que estén, si son testigos de bullying, enfrenten valientemente al acosador/a y enséñenle pacientemente nuevos valores comunistas. También se les puede ganar para que se unan a la lucha comunista revolucionaria contra el bullying y el capitalismo. ¡Tenemos un mundo que ganar!
Imagen de la Gran Revolución Cultural Proletaria china muestra las relaciones igualitarias mutuas que construiremos en una sociedad comunista.