10 de enero, EE.UU. – ObamaCare (Ley Para Cobertura Medica Accesible) entró en vigor en octubre de 2013. Tres años más tarde, más de 33 millones de personas han conseguido un seguro de salud a través de él. Sin embargo, más de 30 millones todavía no lo tienen, incluyendo a 12 millones de trabajadores indocumentados. ¿Y qué tipo de sistema cuenta con opciones de platino, oro, plata, y bronce? ¿Por qué los planes más “asequibles” requieren tarifas adicionales por cualquier beneficio que no es “esencial”? Porque el sistema de atención de la salud reproduce la desigualdad que es la base de la explotación y las ganancias capitalistas.
Si te preocupas por la salud, tienes que luchar por un sistema social completamente diferente: el comunismo.
El comunismo es una sociedad sin clases organizadas para beneficiar a las masas. Pondrá fin al dinero y las ganancias, la esclavitud salarial y la pobreza. Eso nos permitirá terminar con el racismo y el sexismo y construir una sociedad sana.
Trabajaremos juntos para garantizar la mejor atención de salud posible para todos los trabajadores y sus familias. La atención de salud, al igual que todas las necesidades de la vida, estará disponible basado estrictamente en la necesidad. El comunismo no tendrá diferentes niveles de atención de la salud para diferentes grupos de personas.
La intención de ObamaCare nunca fue ponerle fin a la desigualdad en la atención de salud. Ni siquiera proporcionar una atención de salud decente para todos. La reforma de salud era para mantener una fuerza laboral (y un futuro ejército) mínimamente saludable mientras al mismo tiempo se garantizaba las ganancias de las empresas que venden seguros, servicios o productos de salud.
Por otro lado ObamaCare ha salvado la vida de personas con condiciones preexistentes que anteriormente no tenían seguro y ahora lo han podido comprar. Pero ha mantenido todos los aspectos capitalistas del sistema de atención de la salud con fines de lucro, incluido el racismo.
Ahora, incluso los beneficios limitados de ObamaCare están bajo ataque. Trump y el Congreso no se ponen de acuerdo sobre el momento de su derogación o con qué sustituirlo. Mientras se disputan decenas de miles de personas podrían morir por falta de atención médica, mientras que los bancos obtienen más ganancias y los ricos pagan menos impuestos.
El racismo es la punta de lanza de los ataques capitalistas contra los trabajadores
El ataque contra ObamaCare es parte de un ataque más amplio contra la clase trabajadora que va mucho más allá de Trump. El capitalismo es un sistema en el que unos pocos benefician de la miseria de las masas. El racismo es la punta de la lanza de los ataques constantes contra la salud del planeta y de la clase obrera.
Miles de millones de nuestros hermanos y hermanas de clase en todo el mundo viven en la pobreza extrema. Privados de las necesidades de una vida sana, más de diez mil personas murieron de Ébola en el oeste de África y aun más a partir de una epidemia prevenible de cólera en Haití. Miles de bebés, principalmente en Brasil, tienen defectos de nacimiento relacionado al Zika. En Flint y otras ciudades en EEUU, el agua potable está envenenada con plomo.
El racismo, frecuentemente, conduce a algunos trabajadores a pensar que “eso no me pasara.” Pero cuando los trabajadores, como choferes en EEUU, tienen trabajos que proveen las necesidades básicas, a menudo mueren jóvenes de ataques al corazón relacionados con el estrés.
Los ataques republicanos contra ObamaCare utilizan la mentira racista que ella (y otros programas gubernamentales) sólo ayudan a los negros y latinos. Pero si lo destruyen, unos ocho millones de trabajadores blancos estarán entre aquellos que pierden el acceso a la asistencia sanitaria.
Todos los trabajadores tienen que luchar por un sistema – el comunismo – en el que derribamos los muros que utilizan los patrones para dividirnos. El comunismo creará la base material para una lucha exitosa para finalmente terminar con el racismo.
Organizar por la revolución comunista, no la reforma
El sistema de salud de EEUU es mucho peor, y el más caro entre los países industrializados. Durante décadas, los que abogaban un plan de seguro “pagador único” (administrado por el gobierno) (Incluyendo a Bernie Sanders) luchaban por el cuidado de la salud “universal”.
El seguro nacional de salud (o incluso un sistema nacional de salud) no ha garantizado la asistencia sanitaria decente en los países que lo tienen. No aborda las condiciones sociales que enferman al pueblo. Y en todos los países con el sistema nacional de salud, los ricos compran una mejor atención.
Muchos de los que lucharon por la atención de salud de pagador único abandonaron esa demanda y se unieron a la lucha por ObamaCare. Se esperaba que sería “un paso en la dirección correcta.” Ahora está a punto de ser eliminado. ¡Tanto por la gradualidad! Organicemos una revolución comunista, en lugar de luchar por reformas temporales que construyen ilusiones en el capitalismo mortífero.
El comunismo transformará la atención sanitaria de manera que sólo podemos comenzar a imaginar. Movilizaremos a las masas en colectivos que cuiden unos de otros y promuevan la salud física y mental de todos. Las masas ayudarán a desarrollar nuevos conocimientos sobre el cuerpo humano, avanzando colectivamente la ciencia médica a través de la práctica.
Este no es momento para el miedo y la desesperación. ¡Es hora de luchar por un futuro comunista!