Revolucion Comunista, no Elecciones, es la Respuesta al Fascismo
MÉXICO, 10 de enero del 2017—El Gasolinazo o sea el aumento hasta del 20% al precio de los combustibles, anunciado el 28 de diciembre pasado, desencadenó en la primera semana de este año protestas masivas y violentas en 25 de los 31 Estados de la república.
El enojo acumulado por años se manifestó en las calles y en las carreteras de todo el país (marchas, protestas, bloqueos). También se dieron saqueos a comercios en muchas ciudades; en los enfrentamientos con la policía más de mil fueron arrestados.
La ola de nacionalismo que se propone como alternativa a las privatizaciones deja la esclavitud asalariada intacta. La protesta espontánea es limitada. Las masas debemos encausar nuestro descontento a la construcción de una sociedad comunista, donde no existe la explotación. Ayudándonos a construir el Partido (PCOI) que dirigirá esa revolución.
El negocio de la venta de gasolina (magnum y Premium) así como de diésel, en México es de 32 mil millones de dólares al año y es el que se están repartiendo consorcios millonarios con la política derivada de la “reforma energética” del gobierno de Peña Nieto.
Propuesta por el PAN, para 2016, la “liberación del precio de la gasolina” (y el diésel), la pospuso el gobierno actual para el 2018, sin embargo resolvió, a finales de año, iniciarla ya, y contó para ello, al aprobar la Ley de ingresos 2017, con todos los otros partidos electoreros, excepto MoReNa, quien promueve la lucha contra la privatización y defendiendo la nacionalización.
La gasolina Magna subió 14.2%, la Premium 20.1% y el diésel 16%. Según el gobierno el aumento no se debe a las reformas estructurales, sino a factores externos como un incremento internacional del 60% en las gasolinas, y a los subsidios. (“que sólo beneficiaron a una minoría que posee automóviles”).
Pero con la baja internacional del crudo, las gasolinas se producen hoy a menor costo y según Margarita Zavala, aspirante a candidata presidencial por el PAN en 2018, “en los gobiernos del PAN no se utilizó el precio de la gasolina con fines recaudatorios. Y la gasolina que se compraba en EUA costaba 11 pesos y se vendía a 7 pesos el litro. Había un subsidio por más de 20 mil millones de pesos al año que tenía que corregirse y se hizo. (El) gobierno de Peña Nieto compra la gasolina a 11 pesos y la venderá hasta 20 pesos el litro. Ya no hay subsidio que corregir”.
Los beneficiaros, dueños de las estaciones de servicio, son grandes consorcios como FEMSA la embotelladora más grande de Coca Cola en Latinoamérica con franquicias de Pemex que ahora operarán como estaciones OXO, con cerca de 350 estaciones pretende llegar este año a 500, la operadora “7 eleven” intenta llegar a 300, le siguen Hidrosina y Texaco.
Las protestas y la movilización continuarán, sin embargo los líderes creen que el fascismo puede ser enfrentado pacíficamente, o mediante elecciones, no lo ven como capitalismo en crisis, cuya violencia es inevitable y que sólo se puede destruir con una revolución comunista, lo cual significa hoy constituirnos en Partido. Necesitamos desechar estas ilusiones entre las masas trabajadoras y movilizarlas para el comunismo. Otros líderes promueven el lema “fuera Peña”, como si la revocación de mandato resolviera los problemas causados por el capital.
El capitalismo sólo beneficia a unos pocos explotadores de la fuerza de trabajo; funciona contra los trabajadores, necesitamos derrocarlo. ¡Luchando por el comunismo nos espera un futuro brillante! ¡Únete a nuestra lucha, ingresa al PCOI!
La nacionalización de los recursos naturales bajo el capitalismo sólo sirve los intereses de los capitalistas nacionales. En 1938, los obreros petroleros estallaron una huelga masiva que causó una crisis nacional. Para aplastar la huelga, el presidente Lázaro Cárdenas nacionalizó algunas industrias petroleras de propiedad estadounidense, dándoles mayor participación en las ganancias a los patrones mexicanos. Las compañías petroleras fueron recompensadas con fondos públicos y donaciones de los trabajadores, beneficiando al estado capitalista mexicano y los funcionarios que desde entonces han administrado PEMEX.
La nacionalización fue apoyada por el movimiento comunista, que erróneamente creyó que allanaría el camino para la emancipación de la clase obrera. Los capitalistas nacionales se aprovecharon de este error fatal para movilizar a las masas para afianzar su dictadura sobre la clase obrera. ¡No hay capitalistas “progresistas”! Todos ellos son explotadores.
Lo peor de la nacionalización – y el nacionalismo en sí – es crear confusión ideológica lo cual sigue siendo un obstáculo para el desarrollo de la conciencia comunista de la clase obrera. Nuestra línea de movilizar a las masas directamente para el comunismo hace explícito nuestro rechazo a la trampa mortal del nacionalismo. La única manera de que sea “nuestro petróleo” es con una revolución comunista. Entonces, sin capitalistas o ganancias, vamos a compartir todos los recursos para el bienestar de la clase obrera internacional. ¡Entonces será “nuestro mundo”!