Cartas

Bandera Roja aspira a ser un periódico de nuevo tipo para un partido dedicado a la movilización de las masas para el comunismo por todo el mundo. Estamos abriendo nuevos caminos y aprendiendo a la vez. Inevitablemente cometeremos errores en algunos artículos y habrá desacuerdos acerca de la naturaleza de esos errores. La página de cartas es un buen lugar para que los camaradas participen en la crítica y la autocrítica y nos ayuden a todos aprender a escribir de una manera que avance el trabajo. Les pedimos que sean agudos con su crítica pero de forma camaradería. Colectivamente tenemos mucho que aprender.

Mostrando Soluciones Comunistas en Sudáfrica

Sudáfrica–Como siempre, tuvimos nuestra reunión este domingo. Discutimos nuestras actividades como un colectivo. Hablamos de que pasos a seguir ya que las escuelas han empezado de nuevo y estamos planeando que cuando salga la próxima edición de Bandera Roja, llevarla a las universidades, dos de ellas, para que podamos movilizar más gente.

Queremos tener tantas personas, como podamos, que comprendan nuestra línea política para preparar el Primero de Mayo. Vamos a intensificar nuestras visitas a las zonas industriales y a las universidades. Hoy hemos discutido maneras de hacer eso.

Otra buena noticia es que le dimos la bienvenida a un nuevo miembro, una mujer, lo cual es una gran noticia para nosotros. Las mujeres trabajadoras pueden dar un liderazgo vital en la construcción del comunismo. Le dimos el material sobre la dialéctica y el panfleto Movilizar a las Masas para el Comunismo. Lo que es genial es que ella está realmente interesada en aprender más sobre nuestra organización, y, como ella es mi vecina, la podemos ver más regularmente.

Los mantendremos al tanto de nuestras actividades y nuestros planes. Estamos realmente decididos y enfocados ahora más que nunca en alcanzar la cantidad de gente que prometimos movilizar para el 1º de Mayo. Sé que no será fácil. Pero es una gran oportunidad para nosotros.

Muchas personas realmente están viendo y comprendiendo ahora que algo está malo. Pero no están todavía seguros de qué dirección tomar, de cuáles son las soluciones. Creo que este es un buen momento para aprovechar esa brecha y mostrarles la solución – el comunismo – y luchar realmente por ello.

Saludos Camaradas

La Democracia Sofoca el Cambio

Hoy voté por los delegados a la convención estatal del Partido Demócrata en California. Esto fue parte del esfuerzo de Bernie Sanders para reformar el Partido Demócrata. Esto me recordó como la democracia sofoca el cambio.

Hace décadas fui a la convención estatal, nombrado por el congresista con quien trabajaba. El sistema sigue siendo el mismo. La mayoría de los delegados son elegidos por cualquier demócrata que se dan cuenta de la votación y se presentan a votar. La mayoría son miembros de clubes demócratas locales.

No obstante, la convención es controlada por funcionarios electos y politicastros del partido. Cada oficial elegido nombra sus delegados. Lo mismo hacen los comités centrales del condado. De todos modos, la convención estatal no tiene poder alguno. La decisión más consecuente es el programa político, pero los candidatos quienes ganan las elecciones primarias ni siquiera tienen que apoyar este programa.

Hoy recibí dos papeletas. En una puedo votar por 14 delegados a la convención estatal. En la otra puedo votar por un miembro del comité ejecutivo estatal del partido. El comité ejecutivo tiene alguna autoridad real. Selecciona a algunos delegados al comité nacional. Ese fue el comité que garantizó que Hillary Clinton le ganara a Bernie en las elecciones primarias.

Pero casi todos los miembros del comité ejecutivo son nombrados por los comités centrales del condado. Estos comités centrales del condado son elegidos en la papeleta regular en noviembre. Sólo los politicastros del partido saben por quién votar. Todas estos niveles de representación garantizan que los politicastros aseguran controlen las palancas del poder, politicastros conectados con gente rica.

Todo esto despilfarra la energía de los miembros de base que podría cambiar las cosas si fuera organizada para golpear el sistema económico. Voté por los partidarios Sanders con la esperanza de que, al participar más en el sistema, más de ellos se darían cuenta de lo inútil que es tratar de cambiar el sistema desde dentro.

Lector de Bandera Roja

Bandera Roja comenta: Estamos totalmente de acuerdo que es inútil tratar de “cambiar el sistema desde dentro”. Sus experiencias ayudan a explicar eso. Seguramente otros tendrán experiencias similares. Pero a menudo la desilusión conduce al cinismo. Tenemos que motivar a los activistas con una visión del sistema comunista que necesitamos y un plan revolucionario para llegar allí. Esperamos que tú y otros ayudarán a distribuir la literatura comunista a los delegados a la Convención Estatal del Partido Demócrata de California y a otros lugares.

La Lucha Contra el Sexismo Es Parte Integral de la Lucha por un Mundo Comunista

El Salvador—“La política es para hombres, a nosotras eso no se nos da”, fue una frase que me dijeron mientras hablaba sobre la situación política actual. Yo respondí “¡NO! Mujer, eso que acabas de decir no es cierto, tenemos todas la capacidad física y mental para hacer un sinfín de actividades.”

Durante siglos la mujer ha sido vista de menos pero la verdad es que a lo largo de la historia muchas mujeres han sido parte de luchas revolucionarias, unas empuñando las armas y otras haciendo trabajo intelectual, o ambos a la vez.

Haré mención de Petra Herrera combatiente de la Revolución Mexicana bajo la identidad de “Pedro Herrera”. Llegó a ser muy conocida entre sus compañeros/as por el liderazgo que ejercía y porque fue parte de batallas significativas durante la revolución. Participó activamente en la segunda batalla de Torreón en 1914 con aproximadamente 400 mujeres más.

“Es un hecho, que el capitalismo nos quiere manejar a su antojo y bombardearnos día con día diciendo que no somos capaces de pensar, pero tú al igual que tus compañeros de clases, lo puedes hacer y el Partido Comunista Obrero Internacional te hace un llamado para leer y distribuir Bandera Roja a tus amigas y familiares. Asiste a grupos de estudios, escribe para Bandera Roja y te darás cuenta de tu capacidad y verás que solo el comunismo puede romper las cadenas sexistas”.

Joven Camarada

 Los Ángeles–Los ataques de Donald Trump contra las mujeres provocaron que miles de mujeres en todo EEUU salieran a las calles la semana pasada. Esto me ayudó a comprender la importancia de algo que había sucedido la semana anterior: estuve involucrado en una lucha contra el sexismo en el trabajo, y no estoy muy seguro que la manejé correctamente.

Trabajo en una bodega en Los Ángeles donde tenemos muy poco contacto con mujeres excepto con las que trabajan en la oficina. Mis compañeros de trabajo pasan gran parte del tiempo bromeando y hablando de lo macho que son y que tan atractivas son las mujeres que pasan por ahí…a veces de manera muy sexistas, lo cual no quiero repetir.

El día de las protestas, mientras hablábamos del plan de Trump para la guerra, le pregunté a Mauricio, mi compañero de trabajo, que haría si nos reclutaran al ejército. Mauricio respondió: “No me importa ir al ejército. Por lo menos podría violar las pu**s allí”.

Esto me enojó mucho inmediatamente. Le dí un puñetazo fuerte en el pecho. Le pregunté por qué decía algo así.

Inmediatamente mis otros compañeros de trabajo trataron de calmar la situación diciendo que Mauricio sólo estaba jugando, pero yo no acepté esto.

“¿Eso es todo lo que piensas de las mujeres?”, le pregunté. “Oye, ¡las mujeres no sólo son buenas para eso y la violación no es un juego! Las mujeres son nuestras camaradas y a ti no te gustaría que alguien dijera algo así de tu mamá o tu hermana”.

Usualmente cuando estas discusiones se daban en el pasado, yo me quedaba callado porque me faltaba confianza de tener estas conversaciones. Pero conforme el fascismo y los constantes ataques de Donald Trump han creado más descontento y miedo entre las masas, me he sentido más dispuesto a responder y tener estas conversaciones con mis amigos, familiares y compañeros de trabajo.

No me arrepiento de haberle dicho a Mauricio lo que sentía acerca sus palabras repugnantes, pero no estoy muy seguro que debería haberle golpeado. Todavía estoy acostumbrándome a tomar esta responsabilidad como hombre y como miembro del PCOI.

Me he dado cuenta que los compañeros en el trabajo por lo menos me respetan lo suficiente para no tener esas conversaciones en mi presencia. Sin embargo, a diario, si escucho algo semejante les digo que el hecho que las mujeres no estén presentes no quiere decir que sea correcto y que debiéramos restringirnos.

Mi pregunta a mis compañeros es ¿cómo podría haber manejado mejor la situación y cómo puedo continuar con esta lucha con mis compañeros en el trabajo?

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