Constituyente en Venezuela: Poder para Reformar el Capitalismo

La Clase Obrera Necesita el Poder Comunista

El pasado 10 de agosto, La Asamblea Constituyente Venezolana fue elegida y declarada la autoridad máxima de Venezuela. Es el poder político que va a reformar la constitución.

La lucha entre los capitalistas opositores (apoyados por los imperialistas de Estados Unidos) y los capitalistas chavistas (apoyados por los imperialistas rusos y chinos) es cada vez más intensa. Sin embargo, la base material del capitalismo sigue intacta y sin cuestionarse. Los límites del Socialismo Siglo 21 cada vez son más claros, ofrecerles unas reformas a la clase obrera para mantener la propiedad privada, la explotación y el capitalismo vivo.

El verdadero poder político solo emana de las masas movilizadas para el comunismo, en su camino a construir una sociedad sin explotación, sin dinero, ni bancos. O sea, una sociedad sin patrones ni esclavitud salarial, donde todo lo producido sea para el bienestar de los trabajadores.

La constituyente solo es un intento más del socialismo del siglo XXI de mantenerse vivo. Este ha venido sumando derrotas en toda América Latina, no por las razones que la propaganda reaccionaria quiere instalar, si no por su programa revisionista. Este niega incluso principios clásicos del socialismo, desde un principio se distanciaron de los procesos marxistas-leninista. La historia nos muestra que ni los procesos más radicales del socialismo (Rusia y China) han logrado avanzar hacia el comunismo.

La confianza en que las masas aceptarán y harán suyas las ideas comunistas y la decisión de eliminar la base material del capitalismo inmediatamente después de una revolución armada es lo que nos diferencia de todos los procesos anteriores. Esto garantizará la victoria del comunismo.

Constituyente ó Comunismo

Desde el inicio del chavismo (presidente Hugo Chávez, 1999) se justifica la constituyente como una forma de buscar el diálogo con la ultra-derechista oposición venezolana. La nueva constituyente cuenta con 500 asambleístas, los cuales 364 corresponder al ámbito territorial y 173 al sectorial (En su mayoría trabajadores, estudiantes, líderes comunales y cinco puestos para empresarios). El presidente Nicolás Maduro plantea que los tres objetivos de esta constituyente son “lograr la paz, seguridad jurídica y perfeccionar y ampliar la constitución de 1999” Algunos sectores más combativos exigen a los asambleístas tomar decisiones para frenar la crisis económica y avanzar a una revolución socialista. Muchas ilusiones sobre un proyecto muy frágil.

La constituyente consolida el poder de Maduro y da un gran golpe a la oposición, pero no tiene la capacidad ni la intención de eliminar la base material del capitalismo, principal causa de la crisis que sufre la clase trabajadora en Venezuela.

Solo la organización de la clase trabajadora para el comunismo hará posible la toma de los medios de producción y el control de la nueva sociedad. Este verdadero poder es por medio de un partido comunista donde las masas se involucren directamente en las decisiones que tendremos que tomar para asegurar la integridad de la revolución.

Rivalidad inter-imperialista en Venezuela

La crisis política y económica en Venezuela es el resultado de la agudización de la lucha de los imperialistas por el control de este territorio rico en petróleo. Trump declaró que existe la posibilidad de intervenir de forma militar en Venezuela, mientras que Rusia ha enviado oficiales de su ejército en apoyo al gobierno de Maduro.

No es para menos, las reservas petroleras de este país son las más grandes del mundo, pasando a Arabia Saudita, y es un enorme atractivo para los intereses de los patrones. Maduro y el chavismo no está al frente de un proceso revolucionario, defienden y mantienen intereses económicos capitalistas que en nada benefician a la clase trabajadora. El conflicto directo entre los patrones en una guerra mundial es inevitable, a las masas no nos queda otra opción que organizarnos. Los trabajadores y soldados en Venezuela serán decisivos para voltear este escenario a nuestro favor.

No tenemos porque equivocarnos nuevamente, la lucha directa para alcanzar el comunismo es cada vez más necesaria ante los ojos de miles y miles de personas. Cada miembro del partido tiene que hacer más fuerte su compromiso con nuestro proyecto, cada uno de nosotros debe luchar por organizar cada día por el Comunismo. La masificación de nuestras ideas y de nuestro partido hará posible la eliminación de las raíces del capitalismo y la construcción de la sociedad comunista que nos merecemos.

Primera página de esta edición

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