Parte II (aquí) mostró cómo los capitalistas de EE.UU. usaron el cristianismo evangélico para atacar programas de bienestar social y promover el sexismo, anticomunismo, la Guerra Fría y la Guerra de Vietnam.
En las décadas de los años 1980 y 1990 el énfasis de la derecha cristiana cambió de oponerse a programas de bienestar social (incluso cupones de alimentos) y apoyar las guerras de EE.UU. a promover el sexismo. Organizaciones como la “Mayoría Moral “ de Jerry Falwell, “Foro de Águilas” de Phyllis Schlafly y “Enfoque en la Familia “ de James Dobson, promovieron la dominación masculina sobre las mujeres como “valores familiares”. Estos grupos aplicaron la visión evangélica usual de que los maridos son los líderes y los que deciden todo en las familias y las esposas deben someterse a sus maridos. Una nueva variación de esta idea fue que los líderes eran “líderes para servir” a los que lideran, por lo tanto someterse es bueno para las que se someten.
Mientras más y más mujeres comenzaron a trabajar por un salario (como también en el hogar), estos grupos de la Derecha Cristiana dijeron que las mujeres no debieran trabajar fuera del hogar y atacaron los derechos iguales legales de las mujeres en el trabajo. Organizaron campañas masivas contra el aborto y homosexuales, viéndolos como amenazas a las familias dominadas por el marido.
Las ideas sexistas de estos grupos fueron adoptadas y promovidas por Walmart, el distribuidor gigante supuestamente administrado con principios cristianos. Walmart se presentó como una familia. Walton, el fundador de Walmart, dijo que “como líderes siervos, debemos hacer todo lo que posible por exceder diariamente las expectativas de nuestros trabajadores”. Sin embargo, como todos los capitalistas, Walmart existe explotando a los trabajadores. La mayoría de sus gerentes masculinos gobiernan sobre una masa de obreros/as mal remunerados, en su mayoría mujeres. Tanto en EE. UU. como en Centroamérica, Walmart recluta gerentes de universidades cristianas, los cuales probablemente se tragarán la mentira de que la compañía es una “familia”.
La Mayoría Moral y grupos similares recibieron un apoyo significativo de grandes capitalistas como el petrolero tejano Nelson Bunker Hunt. Junto Tim LaHaye, líder de la Mayoría Moral, Hunt formó en 1981 el secreto Consejo de Política Nacional (CPN). Las listas de afiliados filtradas muestran que este grupo han pertenecido casi todos los líderes de la derecha cristiana, incluyendo Kellyanne Conway, la portavoz de Trump y cristianos fascistas como Steve Bannon, el consejero de Trump. El CPN reúne activistas derechistas y los capitalistas que los financian. Se entrevistó a los candidatos presidenciales republicanos y le dio a Trump el visto bueno.
Liberales Cristianos
No es sólo la religión derechista la que sirve al capitalismo de EE.UU. Los gobernantes de EE.UU. recurren constantemente a los ministros, especialmente a los ministros negros, para reprimir la acción combativa y evitar que las protestas se conviertan en rebeliones o revoluciones. Los ministros liberales instan a la gente a rezar, rechazar la violencia y votar por los demócratas.
Como todas las religiones, el protestantismo en EE.UU. engaña a los trabajadores. Las versiones derechistas defienden el capitalismo, promueven el sexismo y avalan las políticas y las guerras imperialistas de EE.UU. Desalienta a la gente a luchar por un futuro mejor al negar que el progreso es posible o insistir que las prácticas religiosas son la única manera de lograrlo. La religión liberal a veces involucra a la gente en luchas contra el racismo y la pobreza, ayudando a los desamparados, etc., pero también predica el reformismo y pacifismo.
La creencia que la historia está en manos de Dios no ayuda a las masas. Socava nuestros esfuerzos para luchar para salir del infierno capitalista. La idea que las profecías y libros sagrados contienen conocimiento real es refutada por el hecho de que aquellos que los interpretan nunca se pueden poner de acuerdo sobre lo que significan, y a menudo cambian sus interpretaciones para adaptarlas a su política, como hizo Falwell. Los comunistas entendemos que el conocimiento proviene de la práctica y de las teorías comprobadas y mejoradas por la práctica. Las ideologías religiosas no nos iluminan. Nos mantienen bajo el poder de los capitalistas, que crean y cambian ideas y movimientos religiosos para satisfacer sus intereses. Las religiones pueden ajustarse a las necesidades de los gobernantes precisamente porque no se derivan de la realidad.
Bajo el comunismo terminará el sufrimiento, la opresión y las divisiones sociales que atraen a la gente a la religión. El comunismo movilizará a las masas en una comunidad mundial que venza las corrupciones del capitalismo y proveerá la base para grandes avances en la cultura y los valores humanos. Al igual que el racismo y sexismo, la ideología religiosa no desaparecerá de inmediato o sin lucha ideológica. Con la historia en nuestras propias manos, sin embargo, las masas pueden usar el conocimiento real para crear el milenio real.