Intensifiquemos y Ampliemos la Lucha para Movilizarnos para el Comunismo
SUMAS, Estado de Washington (EE.UU.) El esposo de Lucía vio el 8 de agosto a obreros agrícolas caminando en la carretera con sus maletas. “¡Bueno, ve a recogerlos!” exclamó Lucia. Lo hizo. Pronto ochenta huelguistas estaban acampados en el patio trasero de Lucía y Joaquín Suárez.
Liderazgo como este será una ocurrencia cotidiana después de una revolución comunista. Líderes como Lucia (y hay muchos) merecen el comunismo y nada menos.
Cuatro miembros del Partido Comunista Obrero Internacional (PCOI) de Seattle visitaron a los huelguistas, a Lucía, Joaquín y sus tres hijos. Trajimos donaciones en efectivo de camaradas y otros obreros de Boeing y nuestro periódico comunista Bandera Roja.
Ambos fueron recibidos con entusiasmo. Todo el mundo leyó Bandera Roja en el momento. Un camarada relativamente nuevo, nacido en México (como los obreros agrícolas) les instó a tomar copias adicionales. Lo hicieron, distribuyéndolos a los que entraban y salían del patio de los Suárez.
Nuestro nuevo camarada está ahora más entusiasmado con el comunismo, y tiene más confianza en su capacidad para mostrar cómo el comunismo es la única respuesta a la escalada de la explotación racista.
Los Huelguistas se Enfocan en el Cuidado de Salud
Los dueños de la granja, parte de la gigantesca industria agroalimentaria Munger Farms, decidieron que era mejor enviar a los huelguistas a México. El apoyo para ellos estaba en auge incluyendo en lugares tan lejanos como Portland, Oregón (284 millas, 458 Km. de distancia).
Aun así, quedaron seis huelguistas. Necesitaban análisis de sangre. Los pesticidas los habían hecho tan enfermos que no les permitieron abordar los aviones.
La muerte de Honesto Ibarra había provocado la huelga. La compañía literalmente lo trabajó hasta matarlo. No le permitieron descansar cuando él se quejó de dolores debilitantes de cabeza (véase Bandera Roja, Vol. 8 # 10).
Más de la mitad de la cara de otro trabajador estaba paralizada. La mayoría de los 600 miembros de la cuadrilla de obreros inmigrantes sufría de una enfermedad u otra. Muchos estaban enfermos de los pesticidas.
Los huelguistas habían exigido una clínica médica en la granja. Por supuesto, los patrones se las negaron.
Eso nos llevó a una discusión sobre el programa “doctores descalzos” que comenzó después de la revolución china dirigida por comunistas. Continuó hasta los comienzos de la década de los años 70, cuando fue derrotada la Revolución Cultural. Se extendió de los campos a las fábricas.
Los obreros de la Fabrica Beijing General Knitwear describieron el cuidado de salud por el cual lucharon en 1971: “Nuestra fábrica tiene una enfermería, y en cada taller hay médicos descalzos – Si los trabajadores enfermos no pueden ser tratados adecuadamente en la fábrica, son inmediatamente enviados al hospital”.
Los doctores descalzos recibieron entrenamiento en ciencias médicas seis meses del año, pero continuaron trabajando en sus talleres. Identificaron condiciones médicas antes de que se convirtieran en emergencias. Cuidado médico comunista como este habría prevenido la muerte de Honesto.
Más importante, los médicos descalzos movilizaron a trabajadores, a quienes conocían íntimamente, para condiciones seguras. En el comunismo, por ejemplo, ayudarían a dar liderazgo político para encontrar alternativas a los pesticidas o para asegurar de que no se amontonen.
La mujer que organizaba los tiempos de comidas para los huelguistas se había quejado con la gerencia de que no les estaban dando a los obreros suficiente comida. Les daba solamente unas cuantas “comidas de niños” para una jornada de 14 horas en campos calurosos y humeantes. Ella se negó a matar a los trabajadores de hambre. Los patrones la despidieron. Ella se convirtió en una lideresa de la huelga.
Honesto tenía diabetes. No puedes sobrevivir con diabetes sin una dieta adecuada.
Aquí de nuevo, los médicos descalzos comunistas ayudarían a movilizar a los obreros para garantizar una dieta adecuada. Los que luchen por buenas comidas nutritivas asumirán más liderazgo – y no serian despedidos.
Un Verano de Lucha
Los huelguistas organizaron dos caravanas para sacar a más obreros en huelga. Cuando los huelguistas llegaron, los patrones se llevaron en autobuses al resto de los obreros.
Lucia le cortó el camino a uno con su furgoneta. Los patrones llevaron a los obreros de vuelta a los barracones.
Pueda que más obreros salgan en huelga, por lo tanto los huelguistas y sus simpatizantes están preparando el patio de Lucia y Joaquín por si acaso. Pase lo que pase, los niños de Lucía han aprendido valiosas lecciones este verano que pueden compartir con sus compañeros de clase.
Nuestro Partido también aprendió valiosas lecciones, en parte, por cometer muchos errores. Deberíamos haber invitado a más trabajadores de Seattle a unirse a nuestro viaje a Sumas. Las discusiones en Boeing fueron excelentes (ver recuadro), pero podríamos haber organizado más actividades comunistas en la planta.
No cometeremos estos errores otra vez. Sabemos a quién pedir para llevar nuestro mensaje comunista a cada lucha. En buena parte, nuestra base se convertirá en los líderes comunistas que necesitamos mediante sus propias experiencias de movilizar para el comunismo.
Este otoño se cumple el centenario aniversario de la revolución dirigida por comunistas en Rusia. Nuestra área celebrará una cena el 4 de noviembre para marcar la ocasión. Utilicémosla para intensificar nuestra lucha para movilizar a nuestra base directamente para el comunismo – ahora.
Campamento Campesino en Sumas, WA
Del Campo a la Fábrica
Cuando un camarada de Boeing volvió al trabajo, otros obreros de Boeing querían un informe sobre la visita de nuestro Partido a los obreros agrícolas en huelga. Pronto nuestros amigos en la fábrica también discutían acaloradamente el cuidado de salud comunista.
Boeing tiene monitores de seguridad en todas las plantas, pero son impotentes. ¿Por qué? Porque las ganancias son las que mandan.
Los médicos descalzos, de los cuales había un millón en China, desencadenaron grandes avances en el cuidado de salud para las masas. ¿Por qué? Porque, al menos por un tiempo, la política comunista estaba en al mando.
Millones lucharon con todo lo que tenían para hacer este aspecto de salud comunista la ola del futuro. Pero la política comunista no podía prevalecer mientras dominara la producción capitalista (socialista).
La base material del poder comunista radica en organizar la producción para satisfacer las necesidades colectivas, no para producir ganancias. Toda la superestructura social que moviliza a las masas para tomar decisiones y llevarlas a cabo depende de la organización comunista del trabajo.
El poder proviene inicialmente de una revolución comunista, pero eso no es el fin. El Partido debe seguir utilizando la experiencia del trabajo colectivo para movilizar a las masas obreras para transformar todos los aspectos de la sociedad.
Las lecciones de la lucha de masas surgidas en torno a los médicos descalzos son invaluables. Esta historia exige que cada uno de nosotros movilice directamente para el comunismo.