Los Obreros Necesitan Producción Comunista
“China está rápidamente trazando la línea que las sanciones de EE.UU. contra uno de sus socios petrolíferos ya no serán toleradas, y que la guerra por terceros entre el Petro-Dólar y el emergente Petro-Yuan se acerca más a su patio”, escribió un analista. Se refería a que el 21 de septiembre China cruzó el Estrecho de Ormuz con un destructor y lo ancló en un puerto iraní no muy lejos de la Quinta Flota Naval de EE.UU., estacionada en los Emiratos Árabes Unidos.
Bajo el capitalismo el mercado y en que moneda se comercian las mercancías son cuestión de vida y muerte para los capitalistas-imperialistas. Es en el mercado donde la plusvalía, extraída por los capitalistas de nuestra fuerza de trabajo, se convierte en ganancias. Estas ganancias son la única razón de ser de la producción capitalista.
El comunismo eliminará a los capitalistas, el dinero y los mercados. Nada será comprado o vendido. Los productos de nuestro trabajo tendrán un solo valor: valor de uso, para satisfacer las necesidades de nuestra clase a escala mundial.
Algunas personas dudan que podamos vivir sin dinero, pero la humanidad vivió sin él por más de 80 mil años. Es más, ni siquiera existía el concepto de dinero. No había ni venta ni trueque, sino solo el compartir colectivo.
Al eliminar el dinero, el mercado y la producción por ganancias, el comunismo también eliminará las guerras imperialistas que son el resultado inevitable de la competencia capitalista por cuotas del mercado. Para ganar esta competencia, los capitalistas se esfuerzan por controlar las fuentes de los recursos naturales y la fuerza laboral más baratos.
Crucial en esto es la moneda en la que se realizan las transacciones financieras. El grupo de capitalistas-imperialistas cuya moneda es más utilizada en el comercio mundial domina el mercado y el mundo.
Este ha sido el caso desde que el dólar español se convirtiera en la moneda dominante del mundo en el siglo 17. Mantuvo esta posición hasta las Guerras Napoleónicas (1792-1815), cuando el imperialismo británico se convirtió en la potencia dominante, y la libra británica se convirtió en la moneda de reserva del mundo, respaldada por las reservas de oro de Inglaterra y su poderío naval.
Después de la 2ª Guerra Mundial, cuando el imperialismo de EE.UU. ascendió como la potencia imperialista dominante del mundo, el dólar de EE.UU. reemplazó oficialmente a la libra británica como moneda de reserva mundial. También, respaldado por reservas de oro y poderío militar.
Pero, a fines de los años sesenta la posición del dólar comenzó a tambalearse. Los rivales imperialistas de EE.UU. en Asia y Europa, de nuevo en sus pies, luchaban con éxito por una mayor cuota del mercado. Comenzaron a acumular grandes cantidades de dólares.
Viendo que las reservas de oro de EE.UU. se esfumaban en la Guerra de Vietnam, estos imperialistas comenzaron a exigir oro por sus dólares. En 1971, el presidente de EE.UU., Richard Nixon, obligadamente retiró el dólar del estándar de oro. Ahora sólo el poderío militar estadounidense lo respaldaba.
Esto no era suficiente. En 1974, los estrategas estadounidenses decidieron respaldar el dólar con el petróleo de Oriente Medio. Obligaron a la Organización de Países Productores de Petróleo a vender su petróleo sólo en dólares. Ahora, todos los países importadores de petróleo tenían que mantener dólares en reserva para comprar petróleo.
Esto les ha dado a los imperialistas de EE.UU. una tremenda ventaja. Imprimir dólares no les cuesta nada; a cambio reciben la moneda de otros capitalistas que los imperialistas de EE.UU. usan para demandarles mercancías y servicios. Le permite a EE.UU. ser el mayor deudor en el mundo.
Ahora, la economía China superó a la de EE.UU. en términos de poder adquisitivo en 2014 y está a punto de superarla en 2018 en términos del producto interno bruto. Esto llevará inevitablemente al yuan a reemplazar al dólar como la moneda de reserva mundial.
Para lograr esto, los imperialistas chinos lanzaron su proyecto Una Faja, Un Camino. Conectará a China por carretera con Asia Central, Europa Oriental y Occidental y por mar a Asia Sudoriental, África y Asia Central. Con un acceso más rápido y barato a los recursos y mercados, las mercancías chinas serán más competitivas y capturarán una mayor tajada del mercado.
Pero, lo más importante, China tiene que reemplazar el petro-dólar de EE.UU. con el petro-yuan. Para eso, los imperialistas chinos han introducido contratos petroleros en petro-Yuan que pueden fácilmente ser cambiados por oro. Rusia, el mayor exportador de energía del mundo, lo acogió calurosamente. Venezuela comenzó este mes a reportar el precio de su petróleo en Yuan. Irán podría ser el siguiente. Esta lucha aguda entre los imperialistas por el control del petróleo y el poder, no preocupaciones por la “democracia”, explica la furia de Trump contra Venezuela.
Sin embargo, el gran premio es Arabia Saudita, el mayor productor de petróleo del mundo y principal baluarte del petrodólar estadounidense. China es el mayor comprador del petróleo de Arabia Saudita y su principal socio comercial. Además, la influencia china está creciendo en esta región rica en petróleo.
Este ataque al dólar, concentrado en el petrodólar, se está acelerando más rápidamente que el del dólar de EE.UU. contra la libra británica, que tomó dos guerras mundiales para completarse. El ascenso del Yuan no será pacífico. El imperialismo de EE.UU. está tratando de impedir el rápido avance de China: van rumbo al choque y aceleran los preparativos para la guerra.
Sólo el comunismo con su producción para satisfacer las necesidades humanas puede crear un mundo libre de explotación, racismo, sexismo y guerra. ¡Únete a nosotros!