El Soviet de Obreros y Soldados de Petrogrado durante la revolución
La aurora del 25 de octubre de 1917 en Petrogrado marcó el comienzo de una nueva era. La clase obrera, liderada por su Partido Comunista, había expulsado al Gobierno Provisional capitalista.
Los obreros, soldados y marineros liderados por los comunistas, junto con los “socialistas revolucionarios de izquierda” (SR) y su base rural, comenzaron a construir una nueva sociedad. Habían demostrado, para sí mismos, para el mundo y para el futuro, que los días de la esclavitud asalariada estaban contados.
Pero el 25 de octubre la revolución sólo había comenzado. Pronto los socialistas “moderados” abandonarían el Congreso de los Soviets, el nuevo órgano del poder de los obreros. Los capitalistas se reagruparían y atacarían. Los reñidos debates políticos del año pasado se convertirían en lucha armada. Grupos supuestamente revolucionarios (mencheviques, social revoluciona, anarquistas) conspirarían para derrocar a los bolcheviques. Apoyarían rebeliones anticomunistas organizadas por capitalistas y otros abiertamente reaccionarios.
Hubo fuertes combates en Moscú antes de que prevalecieran los bolcheviques. La guerra civil comenzó de inmediato. El general Kaledin organizó una rebelión de los cosacos del Don, que el gobierno soviético derrotó en enero de 1918. Para entonces, las fuerzas anti-bolcheviques se estaban uniendo en apoyo a la dirigida por la burguesía Asamblea Constituyente, la cual los bolcheviques habían disuelto.
En la primavera, las legiones nacionalistas checoslovacas (con una base entre los obreros ferrocarrileros) tomaron el poder en Siberia, los Urales y la región del Volga. En julio, incluso los socialistas revolucionarios de izquierda y anarquistas se oponían abiertamente al nuevo gobierno.
Entonces, más de 100,000 soldados imperialistas, de más de una docena de países capitalistas, invadieron la Rusia soviética.
Las esperanzas de los bolcheviques de un rápido y exitoso levantamiento de los obreros y soldados europeos se desvanecieron.
Aún más seriamente, los campesinos se rebelaron contra las políticas de requisición de granos impuesta por los bolcheviques a comienzos de 1918. Peor aun, los Socialistas Revolucionarios ayudaron a convertir las protestas de los marineros de Kronstadt en una rebelión abierta en marzo de 1921. Esta revuelta anticomunista obtuvo apoyo de oficiales navales e incluso de “Blancos” contrarrevolucionarios. Ellos también usaron las requisas de granos como una excusa para atacar el poder bolchevique de los obreros.
El gobierno bolchevique pudo reprimir la rebelión de Kronstadt porque tenía una base masivamente marineros y obreros en las ciudades portuarias. Muchos barcos se negaron a apoyar la rebelión. Algunos se pusieron del lado de los bolcheviques. En otros barcos, los marineros lucharon contra sus oficiales.
Sin embargo, la Nueva Política Económica de 1921 fue en parte una respuesta a la rebelión de Kronstadt. Lenin describió esto como “progresión hacia el capitalismo de estado”. Sin embargo, para los trabajadores, fue un retroceso.
Los Bolcheviques Ganan la Guerra pero Pierden la Paz
La guerra civil, instigada por las invasiones imperialistas, se recrudeció por más de tres años. Las masas dirigidas por los comunistas ganarían esa guerra. Ellos inspirarían a las masas de todo el mundo, ¡incluidos nosotros!
Pero perderían la paz. Se autoderrotaron implementando la histórica línea comunista de construir el socialismo como una “etapa” en el desarrollo del comunismo. Las propias masas soviéticas demostraron que la línea estaba equivocada en la práctica. Debemos aprender las lecciones de su heroica lucha y su trágico fracaso.
El socialismo resultó ser capitalista en esencia, no un camino hacia el comunismo. Reconstruyó una economía basada en el dinero con un sistema salarial que convirtió a sus líderes comunistas en opresores capitalistas.
Los bolcheviques no construyeron una base masiva entre los obreros rurales, aun cuando los soldados bolcheviques regresaron a sus aldeas campesinas. Y no habían tratado de ganar a las masas en la ciudad o el campo al comunismo: “de cada cual según su capacidad (o compromiso), a cada cual según su necesidad”.
Cuando las masas urbanas necesitaban desesperadamente pan, los campesinos se negaron a vender suficiente grano. Por lo tanto, el gobierno bolchevique tuvo que requisarlo por la fuerza. Su incapacidad de movilizar a las masas para el comunismo, eliminando el dinero y los mercados, les impidió superar las divisiones entre los obreros rurales y urbanos.
Los bolcheviques entendieron la importancia de la súper opresión de las masas pertenecientes a grupos minoritarios. Pero lo interpretaron erróneamente como una “cuestión nacional”. No comprendieron la necesidad de destruir este racismo desde sus raíces movilizando las masas para el comunismo. Su línea equivocada sobre el nacionalismo les impidió construir la unidad internacional de la clase obrera.
El capitalismo de Estado socavó los primeros esfuerzos bolcheviques para acabar con el sexismo, la opresión especial de la sociedad de clases sobre las mujeres entre las masas. La esclavitud salarial más la crisis económica obligó a muchas a subordinarse a los hombres.
Las concesiones al nacionalismo, las concesiones a la empresa privada, a la democracia burguesa – todo esto impidió la realización del comunismo.
Movilizar a las Masas para Construir un Futuro Comunista
El 25 de octubre (estilo antiguo) es el 7 de noviembre en el calendario de hoy. Celebramos ese día porque demostró con tanta claridad que personas como nosotros, los obreros industriales, soldados y todas las masas oprimidas, podemos tomar el poder y forjar nuestro propio destino.
Hemos aprendido de la revolución bolchevique, sobre todo, que para construir el comunismo en el futuro debemos movilizar a las masas directamente para el comunismo ahora y siempre.
No podemos comprometer esta política formando coaliciones con otros grupos de “izquierda” en torno a demandas para la democracia o para reformas. Esperamos ejercer el poder comunista de los obreros mediante la construcción de un Partido Comunista Obrero Internacional masivo.
Involucremos a todos los que podamos en discusiones sobre cómo hacer que esto funcione. ¿Cómo, adonde tengamos el poder, movilizará el Partido a las masas directamente para el comunismo? ¿Cómo esperamos que se tomen las decisiones?
¿Quién dará liderazgo? ¿Quién estará en el Partido?
La respuesta de corto plazo es: TÚ y muchos millones como tú.
Juntos encontraremos la respuesta de más largo plazo.