Las masas en Irán se están levantando contra la explotación capitalista, al igual que las masas en Chile, Perú, Honduras, El Salvador, Sudáfrica, España, India y por todo el mundo.
Las protestas en Irán comenzaron en Mashhad, la segunda ciudad más poblada, el 28 de diciembre. Se extendieron a docenas de ciudades, involucrando a jóvenes, trabajadores, grupos de mujeres, desempleados y profesionales. En Isfahán, las masas incendiaron la estación de policía y un banco que estaba robando el dinero en las cuentas de los trabajadores. Algunos manifestantes denuncian al presidente Rouhani y otros toda la teocracia islámica (gobierno de los clérigos). Algunas bases de la Guardia Revolucionaria fueron quemadas.
La respuesta del gobierno: encarcelar a más de 1000 (cifras oficiales) y asesinar al menos 21 personas.
Esta ira masiva estalló cuando el presupuesto gubernamental reveló más dinero para las instituciones religiosas ricas y un aumento del 20% para los militares. Mientras tanto, eliminó los subsidios para los trabajadores, aumentó los precios del combustible y privatizó las escuelas públicas. Esto se suma a la corrupción abierta, el robo de los fondos de jubilación de los trabajadores y el aumento de la inflación. Una organización religiosa “sin fines de lucro” roba las casas de los trabajadores para venderlas por lucro.
Muchos grupos abogan por reformar el sistema. Algunos piden reducir el presupuesto militar, promoviendo la ilusión de que los objetivos imperialistas de los gobernantes de Irán pueden ser contenidos.
Las masas iraníes necesitan una sociedad comunista, organizada para satisfacer sus necesidades. Sin ganancias, sin dinero, sin explotación, sin racismo o sexismo o naciones. Todos contribuirán de acuerdo a su dedicación y habilidades y recibirán de acuerdo a sus necesidades. Nadie estará desempleado o hambriento. La contribución de cada uno a la producción colectiva será valorada.
El capitalismo no puede satisfacer ni siquiera las necesidades básicas de la creciente y joven población iraní, estimada en 82 millones. El desempleo para los jóvenes, la mitad de la población, es 40%.
Las masas están luchando por su supervivencia, un futuro decente. No lo conseguirán bajo el capitalismo. Lo que necesitan no es reformas sino el comunismo. Y los trabajadores iraníes tienen una orgullosa historia de lucha comunista (ver artículo, página 9).
Los gobernantes iraníes luchan por realizar sus ambiciones imperialistas de dominar el Medio Oriente, en alianza con Rusia y China, en preparación para la Tercera Guerra Mundial. Para esto, necesitan intensificar la explotación de los obreros y expandir su vasto aparato militar y de seguridad, que ahora suman unos 523,000 efectivos.
Cien mil jóvenes son reclutados cada año para 21 meses de servicio militar. Millones están en los Basji, una fuerza paramilitar. Los comunistas necesitan organizar en el ejército para ganar estos y otros soldados a voltear sus armas contra los capitalistas-imperialistas y luchar por el poder comunista obrero.
Las protestas también revelan una lucha por el poder estatal entre los gobernantes iraníes. Diferentes facciones intentan explotar el movimiento de masas para obtener el control de la plusvalía producida por los trabajadores iraníes. Mashhad, donde comenzaron las protestas, es la base de Ebrahim Raisi, un clérigo conservador que se opuso a Rouhani en las últimas elecciones. Pero los fascistas religiosos ya han perdido el control de las protestas masivas.
Las potencias imperialistas tienen sus propias metas.
Los gobernantes chinos dependen del petróleo iraní. Ven a Irán como crucial a su ruta terrestre estratégica “Una Faja, Un Camino” para llevar petróleo y otros productos a China, esquivando las rutas marítimas controladas por EE. UU. Para Rusia, Irán es un aliado clave en su lucha por dominar el Medio Oriente.
Trump y los medios de comunicación de EEUU elogiaron las protestas y esperan que conduzcan a un cambio de régimen pro EEUU. Pero las masas iraníes odian al imperialismo estadounidense por agravar sus vidas mediante las sanciones y por confabularse con Arabia Saudita para rebajarle el precio al petróleo. Recuerdan el apoyo de EEUU al antiguo gobernante, el Sha, que mató y torturó a más de 100,000 personas.
Rusia le ha advertido a EEUU que se mantenga alejado de los “asuntos internos” de Irán, mientras que China acaba de cerrar un acuerdo para construir una base militar en Pakistán cerca del puerto iraní de Chabahar.
Ninguno de estos capitalistas-imperialistas se preocupa por las necesidades de las masas. Todos luchan por su imperio y el control del petróleo y la fuerza laboral de los obreros iraníes. El imperialismo no es una opción, sino una necesidad integra del capitalismo. La única forma de acabarlo, ya sea en Irán, Rusia, China o EEUU, es con la revolución comunista.
Las airadas masas iraníes necesitan luchar por el comunismo
En el comunismo no habrá un líder o camarilla de líderes. En cambio, millones de trabajadores / líderes comunistas movilizarán activamente a millones más en colectivos comunistas. Todos, incluidos los líderes, harán trabajo mental y manual.
Nada, incluido el petróleo, será comprado o vendido. Todo será producido y utilizado para satisfacer las necesidades humanas. No habrá inflación ni corrupción. Las masas se movilizarán para tratar con cualquiera que intente adjudicarse privilegios especiales u oprimir otra persona.
La eliminación del dinero pondrá fin a la base material de la religión organizada. Las masas tendrán la libertad de orar con la religión que elijan. Pero no habrá una clase privilegiada de clérigos despóticos que ganen dinero de ellos o intenten usar centros religiosos para organizar la contrarrevolución. Los comunistas continuarán luchando entre las masas por una comprensión materialista dialéctica del mundo. El materialismo dialéctico muestra que el mundo es cognoscible y cambiante y que las masas podemos controlar nuestro propio destino.
Invitamos a las airadas masas en Irán y en todas partes a integrarse al Partido Comunista Obrero Internacional (PCOI) unirse y construirlo masivamente en las fábricas, cuarteles y en la juventud. Únanse a nosotros no solo para derrocar al régimen islámico sino para abolir el capitalismo-imperialismo y movilizarnos para el comunismo.
Mientras los capitalistas-imperialistas del mundo compiten por el poder y el control, la clase obrera lucha contra ellos. Las masas deben rechazar el reformismo y el nacionalismo en todas sus formas mediante la movilización colectiva e internacional para difundir el periódico Bandera Roja y construir un PCOI masivo. Esa es la manera de deshacernos de todos los imperialistas-capitalistas con una revolución armada para construir el mundo comunista que necesitamos y merecemos.