EL SALVADOR–Este Primero de Mayo en las calles de San Salvador se unirán más trabajadores y trabajadoras a marchar y cada vez más se unen a luchar por una sociedad comunista, convencidos de que es la única alternativa para la humanidad.
Este avance constante en la lucha por la construcción de una nueva sociedad no podría ser posible sin la participación activa de las obreras comunistas en las maquilas en El Salvador. En el capitalismo las obreras son doblemente explotadas, por su condición de mujer y por trabajadora. Solo la organización de toda la clase obrera por el Comunismo pondrá fin a esto.
“Desde el inicio resistimos a los ataques patronales leyendo Bandera Roja, yendo a los convivíos, escuchando a los camaradas de otros países y luego con el tiempo fui asumiendo como lideresa del partido dentro de la maquila” contaba una camarada en una reunión de la célula industrial.
Las comunistas han intensificado la lucha de clases en las maquilas del Gran San Salvador. Movilizando para el Comunismo, construimos el Partido que pondrá fin a la sociedad de clases y a las bases materiales del sexismo. Y no es para menos, las condiciones de vida para las mujeres trabajadoras a nivel mundial son insoportables.
Desde Polonia a Bangladesh, de Argentina a México, de la India a Los Ángeles las mujeres salen a la calle e intensifican su lucha. Estas son oportunidades para movilizar a más mujeres trabajadoras hacia el Comunismo, al igual que lo hacen las de las maquilas dando liderato a hombres y mujeres.
Las políticas del ala liberal del capitalismo tratan de expandirse como un germen dentro de las luchas de las mujeres; pretenden quitarle el carácter de clase a estas luchas. Quieren hacernos creer que la mujer burguesa y la mujer trabajadora sufren por igual y que son “hermanas”. Las únicas hermanas de la mujer trabajadora son las mujeres trabajadoras del campo y la ciudad, las estudiantes, la soldada, las amas de casa, las mujeres de su clase. Estas mujeres, junto a los obreros y el resto de sus compañeros de clase, construirán el Partido que sepultará al capitalismo.
El capitalismo fomenta las división y la hostilidad horizontal dentro de la clase trabajadora. La división por género en esta sociedad impide que nos veamos como miembros de una misma clase e identificar a nuestros verdugos. La desigualdad y violencia hacia la mujer tiene una función dentro del sistema. El capitalismo brinda las condiciones materiales para fomentar una sociedad machista en función de mantener las relaciones de producción tal y como están en este momento.
Terminar con la sociedad de clases es el primer gran paso hacia la eliminación del sexismo. La eliminación del género inicia desde que pensamos en construir una nueva forma de organizar la producción, la vivienda, la salud y el resto de necesidades de la humanidad. Avanzando directamente hacia el Comunismo, pondremos en prácticas nuevas relaciones sociales, una forma distinta de ver al otro. Sin salarios, sin dinero, sin clases, no podremos volver a cometer los errores del pasado.
Todo esto parece muy lejano, pero dentro de las líneas de producción de las maquilas estas ideas son cada vez más frecuentes. Debemos seguir construyendo las células comunistas en las fábricas, universidades, escuelas, en todo lugar. Cuando la clase trabajadora empiece a moverse como una sola fuerza, la clase dominante sabrá que sus días están contados. ¡La revolución comunista es inevitable! ¡Avancemos hacía ella!