Siria, Afganistán, Yemen… Solo el Comunismo Puede Terminar con las Asesinas Guerras Imperialistas

Como escribió un lector de BANDERA ROJA en Siria, “No muy lejos de donde estoy, hay una constante lluvia de balas… / recibí tu periódico en línea. No puedo dormir esta noche, no por los disparos, sino por el fuego del mundo comunista que es nuestro futuro… Hace cien años nuestra clase demolió el poder de los capitalistas en Rusia, Hoy tenemos que terminar el trabajo de nuestra clase que fue aplastado. ¡Que viva el comunismo! ¡El comunismo y nada más que el comunismo!”.

Los han bombardeado con gas y barriles bombas. Los han bombardeado con fósforo blanco y uranio empobrecido. Han volado sus casas, han ocupado y aterrorizado vecindarios enteros. Los han atrapado en tiendas de campaña en los campamentos de refugiados. Han destruido granjas, escuelas, fábricas y todas las maneras en que la gente gana la vida.

¿Y dónde han hecho todo esto? Podríamos estar hablando de Siria, Irak, Gaza, Yemen, Libia, Afganistán, Norte de Nigeria. Sudán del Sur, Cachemira, Ucrania… esto son sólo para los puntos calientes de los últimos años. ¿Y cuál es el resultado de todo esto? ¡Hasta ahora, no han resuelto nada! No hay fin a sus guerras.

¿Y quienes son ellos? Capitalistas. Capitalistas sirios o saudíes, capitalistas israelíes o palestinos o yemenitas, iraníes o iraquíes, etc. Los medios marcan sus conflictos como guerras civiles o guerras regionales o invasiones ilegales porque tienen que ocultar la realidad de que estas son guerras capitalistas versus guerras capitalistas.

La forma como son caracterizadas decide la manera como hablamos de ellas. Es por eso que Bandera Roja juega un papel tan importante. Entendiéndolas como guerras capitalistas versus guerras capitalistas pone de inmediato mero enfrente necesidad de la revolución comunista.

Se libran para llevarle ganancias a este o aquel grupo capitalista. Y los capitalistas locales están respaldados por los imperialistas como los de EE.UU., China, Rusia y uno o dos otros más que controlan o quieren controlar el mundo.

La causa inmediata de la guerra en Siria es cuál gasoducto llevará el gas de quién a Europa. Dos gasoductos se cruzan en Siria -uno respaldado por Rusia llevando gas natural de Irán a través de Irak y Siria a Europa y otro respaldado por EE.UU. transportando gas natural desde Qatar a Siria a Turquía y Europa.

Dependiendo de qué gasoducto gane, el gas se venderá en dólares estadounidenses (fortaleciendo el dólar como moneda de reserva mundial) o en euros (debilitándolo).

Aún más crucial, EE.UU. quiere que su gasoducto lleve el gas de Qatar a Europa para romper el monopolio ruso sobre el mercado energético de Europa. Mientras Rusia controle el suministro europeo de gas natural, la Unión Europea no puede desafiar a Rusia y aliarse con EE.UU. en asuntos que afectan los intereses rusos, especialmente en una guerra. Esto es cuestión de vida o muerte para los rusos, quienes luchan por mantener a Europa a su merced.

Los gasoductos son la causa inmediata de la guerra en Siria, pero tienen todo que ver con la creciente rivalidad entre las principales potencias imperialistas, cuya causa general es la crisis general del capitalismo mundial.

Hasta ahora, más de 400.000 sirios han muerto. Millones han sido desplazados. ¡Sin embargo, ni la tubería ha sido construida, y ni un pie cúbico de gas natural ha sido vendido, ya sea en dólares o euros!

La propiedad privada -el derecho de poseer y controlar los recursos del mundo- es una característica importante del capitalismo. ¿Qué son 400,000 muertos comparados con las ganancias proyectadas? Así piensan los capitalistas.

Todo en común, así pensamos los comunistas. La necesidad de compartir esos recursos – es una característica definitoria del mundo comunista que nuestra revolución construirá. A medida que expandan sus guerras, los imperialistas se verán obligados a reclutar a sus ejércitos a los estudiantes y obreros jóvenes que atacan constantemente. Estos jóvenes soldados, ganados a una visión de un mundo sin fronteras y explotación, pueden convertir las guerras mundiales de los capitalistas en guerras revolucionarias para el comunismo. ¡Que los capitalistas expandan sus guerras! ¡Nosotros Las terminaremos!

Trump Guerreador de los Imperialistas de EEUU

Antes de las elecciones presidenciales en noviembre de 2016, Bandera Roja advirtió que las alternativas electorales eran entre la guerra (Clinton) o el fascismo (Trump), pero que cualquiera que eligieran traería gratuitamente consigo la otra alternativa.

Esto se debe a que los intereses de la clase capitalista en EE.UU. (y en todo el mundo) dictan las políticas del estado capitalista. La crisis capitalista lleva al fascismo y a la guerra imperialista. Es la única estrategia de los capitalistas para salir de su crisis. No es cuestión de elecciones o personalidades, sino su único plan de supervivencia.

Nosotros tenemos otro plan: ponerle fin al capitalismo, a sus crisis y guerras movilizando a las masas para el comunismo.

Trump inició su presidencia con una serie de ataques fascistas: prohibiéndoles viajar a refugiados, deportaciones de inmigrantes, clausurando clínicas médicas en todo el mundo, declarando temporada abierta para los asesinatos policiales racistas y atacando las vidas de estadounidenses LGBTI.

Pero sólo en las dos últimas semanas que Trump se ha convertido en un guerreador, atacando con misiles la base aérea de Shayrat en Siria, lanzando la “Madre de todas las bombas” en Afganistán y movilizando una “armada” hacia la Península Coreana.

Aunque Trump hizo su campaña haciéndole eco al aislacionismo de “EE.UU. Primero” del abiertamente fascista Steve Bannon, los acontecimientos de las últimas dos semanas parecen indicar un cambio real. Lo que los medios de comunicación están planteando como una pelea entre el yerno de Trump, Jared Kushner y el ex editor de Breitbart, Steve Bannon, no es personal, sino político. Es el ala principal de la clase dominante de EE.UU. comenzando a ejercer cierto control sobre el Presidente en el ámbito de la política exterior.

Bannon ha sido expulsado del Consejo de Seguridad Nacional por los generales a cargo de la seguridad nacional. Dos horas antes del lanzamiento de misiles a Siria, Hillary Clinton, durante un discurso hizo un llamado a Trump para “eliminar los aeropuertos de Assad”. Los demócratas en el Congreso apoyaron este ataque. A los medios de comunicación capitalistas, incluyendo el New York Times y el Washington Post les encantó.

Cuando Trump se postuló, dijo que la OTAN era obsoleta. Ahora dice que no lo es. El ataque con misiles contra Siria intensifica las contradicciones entre los imperialistas de EE.UU. y Rusia y nos acerca más a la 3ª Guerra Mundial. Hace más urgente que construyamos el Partido Comunista Obrero Internacional para movilizar a las masas para el comunismo como la única fuerza que puede ponerle fin a la guerra imperialista.

Primera Página