El 66% de la población sudafricana de 55 millones tiene menos de 35 años. Por lo tanto la mayoría de la gente en Sudáfrica nació después de 1981. Así, cuando el Congreso Nacional Africano (CNA) tomó el poder en 1994, la mayoría de la población tenía menos de 13 años, o aún no había nacido. No vivieron bajo el apartheid.
El CNA ha mantenido su mayoría y poder debido a que lucharon contra el apartheid. Una persona puede decir que nunca criticará al CNA porque este luchó por ellos y les dio una casa (del tamaño de 8metros por 4metros), y que les permitió ir a lugares, como a la playa, lo cual no podían hacer antes de 1994.
Pero, la mayoría de los jóvenes han vivido casi toda su vida bajo el régimen del CNA. Han experimentado sus fracasos, corrupción e incapacidad de satisfacer las necesidades de las masas. Están disgustados por esto y buscan alternativas.
Esto nos brinda una gran oportunidad para movilizarlos y mostrarles que la única alternativa es ponerle fin al capitalismo luchando por el comunismo. Mirando su vida presente y futura muchos pueden ver definitivamente que el CNA no representa sus necesidades, o prosperidad. Por lo tanto no le tienen confianza.
Una manera generalizada de pensar aquí es que tienes que terminar la escuela, luego ir a la universidad, y después conseguir un buen trabajo. Entonces tu vida será mejor. A su vez, las vidas de la clase trabajadora se mejoran. Siempre les han lavado el cerebro con eso.
El CNA siempre ha sido capaz de vender la ilusión de ellos que representan los intereses de la clase obrera. Esto no es cierto. Representan sus propios intereses y los de sus aliados, de muchos de los capitalistas negros y los inversionistas extranjeros.
Es nuestra tarea como jóvenes comunistas luchar contra los capitalistas, sean negros o verdes, especialmente luchando contra sus ideas erróneas. Ideas que degradan a la clase obrera, que influyen en las tendencias individualistas y nacionalistas. La creciente desigualdad en nuestra sociedad es el resultado del capitalismo, administrado por las elites negras del CNA. Después de haber ganado el poder en 1994, se siguieron enriqueciéndose a costa de nosotros, la clase trabajadora.
Esta disminución de poder que enfrenta el CNA siempre iba a suceder, le pasaría a cualquier partido que estuviera en el poder, porque no estaba luchando para acabar con el capitalismo. No estaba luchando contra el capitalismo administrado por los supremacistas blancos del régimen del apartheid. Fueron oportunistas desde el principio. Ganó apoyo diciendo que luchaba por los intereses de la mayoría oprimida, pero luchaba para su tajada de los dividendos de la explotación.
Como resultado hoy, los capitalistas sudafricanos son blancos y negros. Están unidos en la explotación de las masas sin importar el color de su piel.
La historia del apartheid (un racismo más rabioso) les ha facilitado usar el concepto de raza para dividir y gobernar, para evitar que los trabajadores y estudiantes se unan. Es nuestro objetivo unir a trabajadores blancos y negros porque eso es clave para derrotar al racismo junto con el capitalismo. Somos materialistas, científicos. Sabemos que sólo hay una raza, la RAZA HUMANA.
Somos una clase obrera con los mismos intereses, somos explotados, obligados a vivir bajo condiciones insoportables debido a los capitalistas del mundo siempre en busca de ganancias y poder.
Un CNA en picada y fracasado nos da en Sudáfrica una gran oportunidad para movilizar a las masas descontentas para el comunismo y luchar para ponerle fin a este “horror sin fin”: el capitalismo.
Nosotros, la clase obrera, necesitamos luchar internacionalmente por el comunismo porque no vivimos aislados. No podemos tener éxito en la lucha por el comunismo si tomamos el enfoque nacionalista. La historia demuestra que el capitalismo es mundial. Para derrotarlo, tenemos que ser una fuerza internacional imparable que luche por el comunismo. El comunismo acabará con todos los males que enfrentan las masas, que creará un mundo sin pobreza y sin fronteras, donde las necesidades humanas serán atendidas y priorizadas. Un mundo basado en la realidad objetiva que satisfaga las necesidades de la clase obrera, la creadora de todo el valor.