LOS ANGELES (EEUU) – Varios camaradas del Partido asisten a una iglesia liberal. No somos los únicos ateos declarados allí. Ser comunistas revolucionarios (no reformistas liberales) es en realidad una contradicción más grande – especialmente en torno a las elecciones. Algunos amigos de la iglesia están interesados en nuestras ideas. Otros no, pero siguen siendo amigos.
La iglesia tiene un programa para “construir puentes” con los vecinos musulmanes. Hemos visitado mezquitas. Hemos ayudado a organizar bien concurridas presentaciones formales e informales sobre el Islam. Hemos tenido manifestaciones públicas, por ejemplo apoyando a los refugiados sirios.
Hemos disfrutado de muchos eventos sociales en la iglesia, en una mezquita y en los hogares. Usualmente la gente habla de sus vidas y sus familias. No se ha hablado mucho de religión o política, excepto sobre cómo oponerse a las políticas anti-inmigrantes, anti-musulmanas y a los crímenes de odio.
Después de la elección, varios amigos musulmanes querían hablar de Trump y qué hacer. Diez de nosotros cenamos en la casa de una camarada. Ellos y algunos de sus amigos están más dispuestos ahora a involucrarse en cosas fuera de sus familias, profesiones y mezquitas.
La camarada les dio a todos Bandera Roja. Ninguno de los amigos (de la iglesia o de la mezquita) que no son miembros del Partido parece muy interesado. Pero nuestra amistad se ha vuelto más íntima y más abierta.
¿Podemos reclutar personas religiosas al Partido?
Algunos miembros de la iglesia son enfermeras, maestros, informáticos. Otros son profesionales independientes. Lo mismo es cierto para la mayoría de nuestros amigos musulmanes.
Forman parte de las amplias masas que esperamos liderar para construir la sociedad comunista. Pero no son obreros industriales, soldados o los jóvenes en los cuales dependemos mayormente para movilizar a las masas para el comunismo. Sin embargo, una camarada ingresó al Partido mediante nuestro trabajo en la iglesia. Somos pacientes. Otros lo harán.
Los musulmanes que conocemos mediante las actividades “interreligiosas” son a menudo muy activos en sus mezquitas. Quieren que entendamos su religión. A menudo ven el comunismo como contradictorio a su religión. Lo mismo es cierto de otros que conocemos en el trabajo “interreligioso”.
Podemos hablar con ellos sobre cómo aspectos del comunismo concuerdan con aspectos de su religión. Pero no es razonable o respetuoso insistir que nuestro Partido luche por un entendimiento masivo del materialismo dialéctico y luego decirles a personas religiosas que pueden ingresar al Partido de todos modos. Claro, queremos que ingresen. Claro, concordamos en algunas cuestiones sociales. Pero entendamos que la filosofía religiosa de alguien puede ser central para su visión del mundo. No es algo que pueda fácilmente poner a un lado. La religión es un obstáculo para movilizar para el comunismo.
Pueda que musulmanes que encontramos en situaciones seculares (trabajo, barrio, marchas) estén más abiertos a las ideas comunistas. Las organizaciones musulmanas están aliándose con trabajadores inmigrantes y otros contra el racismo y fascismo del capitalismo. Necesitamos una perspectiva a largo plazo. Debemos construir amistades capaces de sostener la lucha política.
Los Comunistas Luchamos Contra el Idealismo y Dogmatismo
Recientemente una amiga atea llegó a un evento cuando la oradora musulmana explicaba porqué creía en el Corán en vez de la Biblia. “Ella hablaba de Dios y me pregunté qué estoy haciendo aquí”, dijo la amiga. Pero ella se quedó y volvió la próxima vez. “Ahora entiendo su modo de pensar “, dijo
El problema no es tanto el idealismo (creencia en entidades no materiales como Dios, ángeles y jinni) sino la creencia dogmática de que la verdad eterna sale de un libro.
La perspectiva comunista es que el conocimiento proviene de la práctica social colectiva. En libros se registra mucho conocimiento importante y difícilmente adquirido, pero ningún libro contiene “toda la verdad”.
Lamentablemente, los comunistas a veces se vuelven dogmáticos. Algunos dicen: “Marx (o Lenin o Stalin o Mao) lo dijo, por lo tanto debe ser cierto”. A veces nos quedamos atascados en una manera particular de decir algo y seguimos repitiendolo en vez de desarrollar la idea más allá.
A veces también los comunistas caen en formas idealistas de pensar. Por ejemplo, queremos que algo suceda, pero no sabemos qué hacer. En lugar de estudiar científicamente las condiciones concretas, decimos que “de alguna manera” sucederá.
Una gran diferencia entre el comunismo científico y la religión es que los comunistas critican y tratan de evitar tales errores. Nuestro conocimiento de cómo funcionará el comunismo debe salir de las experiencias históricas de las masas y de la práctica. Utilizamos la filosofía del materialismo dialéctico para analizar esta práctica científicamente. Hacemos hipótesis y las ponemos a prueba en el trabajo político colectivo y analizamos juntos los resultados.
Cuanto más grande y fuerte es el colectivo, más aprendemos. Es por eso que necesitamos un Partido de masas – ¡contigo en el!