SAN BERNARDINO, EE.UU., 10 de junio – En camino hacia la protesta contra “ACTuar para EE.UU.” (ver página 5), los cuatro de nosotros hicimos un plan: distribuir nuestro volante comunista y Bandera Roja, hablar con la gente, mantenernos alertar por cualquier ataque de los fascistas y la policía, y salir antes de que las cosas se volvieran incontrolables.
Había como 150 racistas con grandes banderas de EE.UU. y pancartas racistas contra musulmanes en dos esquinas cercanas al sitio donde 14 personas habían sido asesinadas por dos simpatizantes de ISIS.
En esquinas opuestas había como 100 anti-racistas coreando consignas como “No al racismo, no al prejuicio, no al maldito registro de musulmanes”. Tenían pancartas antifascistas y antirracistas y distribuían volantes apoyando a los musulmanes. Una pancarta decía que llamar a todo musulmán terrorista es como decir que todos los cristianos son Nazi o del KKK.
Apenas habíamos comenzado a distribuir Bandera Roja y nuestro volante cuando un grupo fascista cruzó hacia los manifestantes anti-racistas en la esquina enfrente de nosotros. Los dos grupos chocaron.
Como si estuviera preparado de antemano, los policías fascistas llegaron rápidamente en carros, motocicletas y a caballo, intentando hacer creer a los espectadores que la policía es imparcial y sólo quiere mantener el orden, cuando realmente protegen la manifestación racista, fascista y anti-musulmana. Estaban listos a arrestar a los antirracistas que atacaran a los racistas
Uno de los líderes antirracistas confrontó a gritos a un racista que cruzó la calle. Pero, decidió retroceder para que la policía no tuviera excusa para arrestarlo.
Pasamos como 75 periódicos y volantes. Varias personas nos agradecieron por estar allí. Había gente preguntando qué significa el fascismo. Preguntaron qué es el comunismo. Cuestionaron Cuba, La Unión Soviética, China, Corea del Norte.
Hicimos la analogía del capitalismo como una mala hierba con raíces profundas y el socialismo como esas mismas raíces capitalistas que quedan cuando se corta la parte verde de la hierba mala. La hierba vuelve a crecer. Esto fue lo que sucedió en esos países. Es por eso que el PCOI cree firmemente que tenemos que destruir el racismo y fascismo luchando directamente por el comunismo.
Más gente llego a ambos bandos. Los racistas llegaron a tener unas 200 personas; los antirracistas unas 150. Fue la única manifestación de ACTuar ese día donde los antirracistas eran menos que los fascistas.
Eventualmente, los racistas empezaron a rodear a los contra-manifestantes mientras lo policía observaba. Nuestro pequeño grupo retrocedió a regañadientes y salimos de regreso a casa resueltos a traer la próxima vez a muchos más trabajadores y jóvenes, especialmente a los lectores de Bandera Roja.
Autocríticamente, necesitamos movilizar y reclutar cantidades mas grandes de jóvenes que ayuden a liderar la lucha por el comunismo para derrotar a estos fascistas y al sistema al que sirven.
Tuvimos buenas conversaciones y distribuimos Bandera Roja a personas genuinamente interesadas quienes estaban contentas de saber de nosotros y de esta clase de literatura.
Lo único decepcionante fue que no tuvimos más gente para hacer huir a esa escoria racista. ¡Para hacerlos temblar de miedo! ¡Para que probaran un poco del poder de los obreros! Y para tener más discusiones sobre lo que realmente es el comunismo y por qué nosotros, las masas trabajadoras tenemos que luchar por la revolución comunista.