Organicemos una Huelga Politica por el Comunismo
“Nuestro contrato colectivo expira a finales de este mes”, dijo un mecánico de la MTA en una reciente reunión social. “Pueda que los choferes de autobuses opten por irse a huelga”, agregó.
“Si se deja en manos del sindicato no será gran cosa la huelga. Tendrán las líneas de piquete habituales con carne asada y cerveza”, interrumpió otro.
“Cada vez que vamos a la huelga perdemos más de lo que ganamos. Algunos piensan que no vale la pena irse a la huelga “, dijo un tercero.
Estos comentarios comenzaron una discusión muy larga y seria.
Primero, discutimos que los obreros no deben aceptar pasivamente los ataques de los capitalistas o lo que estos quieran darnos en un contrato. Eso sería rendirse sin pelear. Todos estuvieron de acuerdo en que esto no era aceptable.
Los trabajadores simplemente no pueden fingir estar muertos. Como comunistas, todos estuvimos de acuerdo en que nuestra tarea histórica como clase es ser los sepultureros del capitalismo. Esto requiere una revolución comunista. Una revolución requiere una combativa clase obrera inspirada.
Por lo tanto, la siguiente pregunta que abordamos fue: ¿Por qué debemos de luchar con los trabajadores para que nuestra clase tome conciencia de su tarea histórica? ¿Por cuáles metas deben luchar los trabajadores de MTA que inspiren a millones de personas a ingresar al PCOI y luchar por el comunismo en todo el mundo?
“Luchar por un ‘buen’ contrato no logrará eso. Incluso si obtuviéramos el mejor aumento salarial, al final de cuentas seguiremos siendo esclavos asalariados. Todavía estaremos bajo la déspota bota de los patrones de MTA y de los capitalistas estadounidenses en general”.
Todos estuvimos de acuerdo
“Necesitamos una huelga política”, alguien sugirió, “Nosotros y nuestra clase nos enfrentamos a mucho más que sólo recortes salariales y de prestaciones. Nos enfrentamos a un intenso racismo, sexismo y xenofobia con el surgimiento de grupos fascistas como “Actuar para EE.UU.” (ver página 1) y la perspectiva de guerras más grandes y mortales, incluyendo la guerra mundial (ver página 5).
“Por eso la huelga política debe ser contra el capitalismo y para el comunismo”, sugirió otro.
Luego dijimos que tal huelga rechazaría la estrategia política en bancarrota del sindicalismo. Organizaría manifestaciones masivas de los trabajadores de la MTA haciendo un llamado a otros trabajadores, soldados y jóvenes, a nivel nacional e internacional, a integrarse a la lucha por el comunismo.
Pondríamos por delante consignas políticas comunistas revolucionarias tales como “¡Abolir la esclavitud asalariada, luchemos por el comunismo! ¡Luchemos por un mundo sin dinero, explotación, racismo, sexismo, naciones o fronteras! “” ¡Producción para satisfacer las necesidades humanas, no por ganancias!” “¡Luchemos por el poder obrero comunista!
Tal huelga, paralizando la segunda ciudad más importante de EE.UU., tendría un efecto electrizante sobre la clase obrera de EE.UU. y el mundo. Sería un faro para las decenas de millones de nuestra clase que están en movimiento, como los 180 millones que hicieron huelga en la India o los 30 millones de huelguistas brasileños.
Estas masas cuestionan el capitalismo y buscan alternativas radicales. Al igual que muchos trabajadores de MTA, se están dando cuenta que las luchas reformistas sindicales son callejones sin salida que sólo prolongan nuestra esclavitud.
Miles de choferes, mecánicos y asistentes de servicio de MTA liderados por los colectivos del PCOI en MTA y los cientos de lectores de Bandera Roja en MTA pueden energizar un nuevo movimiento laboral dirigido por comunistas que luche directamente por el comunismo para destruir el capitalismo, la raíz de todos nuestros problemas.
¿Podemos organizar tal movimiento? ¡Claro que si! No sólo podemos, sino que tenemos que hacerlo: ¡los tiempos no exigen nada menos de la clase más revolucionaria y poderosa de la historia!
No será fácil y no se hará de la noche a la mañana. Requerirá paciencia y perseverancia. Todos estuvimos de acuerdo en que ganar para nuestra clase es cuántos más lectores y distribuidores de Bandera Roja ganamos, cuántos ingresan al PCOI y cuán masivo e inspirador hacemos que el comunismo sea para las masas.
Organizar tal huelga es principalmente responsabilidad del colectivo del PCOI en MTA y cerca de los 500 lectores regulares de Bandera Roja en MTA. Muchos de ellos han sido lectores por años. Algunos ayudan a distribuir de uno a cinco Bandera Roja Es hora de que den el siguiente paso ingresando al PCOI para ayudar a construir colectivos del PCOI en todas las bases de buses de MTA.
Estos colectivos del PCOI podrían aumentar masivamente la circulación de Bandera Roja luchando políticamente con sus compañeros de trabajo en MTA. Esto creará las condiciones materiales e ideológicas para inspirar a los trabajadores de MTA a organizar una huelga política de este tipo.
La historia está de nuestro lado. ¡Movilicemos a las masas para el comunismo! Ingresa al PCOI.
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