Quememos el Capitalismo, Construyamos el Comunismo
EL SALVADOR: El 7 de julio uno de los edificios del Ministerio de Hacienda en San Salvador se incendiaba en horas laborales. En la edición pasada de Bandera Roja escribimos sobre el incendio en los apartamentos de Grenfell en Londres y cómo este fue un ataque capitalista en contra de la vida de la clase trabajadora, ahora vemos a trabajadores salvadoreños en una situación similar en un contexto diferente. Con la izquierda en el gobierno, la vida de los trabajadores sigue estando en peligro incluso en las mismas oficinas del Estado.
El fuego empezó desde el cuarto piso, luego siguió hacia el nivel cinco, seis y siete, esto hizo que las personas empezaran a moverse hacia los niveles superiores hasta llegar a la azotea. La desesperación, causada por el humo y la rapidez con la que el fuego se esparcía por el edificio, hizo que un joven decidiera lanzarse con el objetivo de salvar su vida, sobrevivió. 18 personas quemadas, una en estado de gravedad y una trabajadora fallecida fue el resultado final de víctimas humanas.
Estos sucesos son comunes en las sociedades capitalistas. En Bangladesh, Londres o San Salvador, la clase trabajadora es la que sufre la consecuencia de un sistema que no valora la vida humana. Sin embargo, este suceso tiene como característica acontecer en una institución de un gobierno de izquierda. Un gobierno que no tiene la intención y no será capaz de resolver las contradicciones del capitalismo porque el gobierno en si es capitalista
Las declaraciones del presidente y el resto de mandatarios solamente se refieren a un fallo eléctrico y a recalcar que no se perdió ningún documento de estas oficinas. ““No creo que se trate de un problema de criminalidad ni terrorismo. Ha sido un fallo en el sistema eléctrico” expresó el Ministro Cáceres a la prensa. ¿Acaso la falta de una infraestructura que garantice la vida de los trabajadores no es culpa de quienes dominan y administran este sistema? ¿Acaso este no es un crimen en contra de las y los trabajadores?
Solo en el edificio del incendio trabajan 1200 personas y ninguno de los tres edificios cuenta con escaleras de emergencia, a pesar de que los trabajadores las pidieron en el 2009, al comenzar el primer gobierno del fmln.
El fmln no puede ni podrá asegurar una mejor vida para la clase trabajadora, su línea reformista es alejada incluso de los esfuerzos fallidos del socialismo en el siglo pasado y en las primeras décadas del presente. Ni siquiera la radicalización de este proceso puede terminar con el capitalismo.
La clase trabajadora organizada en su partido comunista será capaz de llevar a cabo una revolución que elimine inmediatamente los salarios, el mercado, la producción por ganancias y organizar la economía comunista que satisfaga las necesidades dependiendo del contexto histórico que se encuentren. De esta manera, los trabajadores, bajo la organización del Partido podrán asegurar que todo puesto de trabajo sea seguro para sus vidas.
Organizar para el Comunismo se vuelve cada día más importante. Los procesos fallidos del socialismo, ahora en el siglo XXI, nos muestran que para garantizar la integridad de todos y todas es necesario eliminar la base material del capitalismo. Esta no es una tarea fácil, es un proceso que requiere de todo nuestro esfuerzo. La masas siempre han aspirado a dejar de vivir bajo el sistema que atenta contra su vida de tantas maneras. ¡Confiemos en ellas! Avancemos hacia el Comunismo.