Los Capitalistas de EE.UU. Crean el Cristianismo de Derecha para Apoyar su Régimen (Parte I)

“Tengo a los evangélicos”, se jactaba Donald Trump en septiembre 2016. Esto era sólo parcialmente cierto. Algunos miembros de este movimiento cristiano estadounidense denunciaban a Trump por racismo, sexismo e intolerancia religiosa. Trump se jactaba realmente de tener el apoyo de la derecha cristiana. Este movimiento político religioso ha existido en EE.UU. por muchas décadas y es siempre importante para los políticos republicanos.

Los capitalistas de EE.UU. han usado a los cristianos derechistas para darle al capitalismo y al nacionalismo estadounidense una base religiosa. En varias ocasiones, los cristianos derechistas han organizado apoyo para la Guerra Fría, la guerra de Vietnam, para Israel, para

mayores gastos militares y segregación racial, no sólo en el Sur del país. Se han opuesto a leyes de bienestar social, acceso al aborto, derechos legales para homosexuales y lesbianas, y a acciones para combatir el cambio climático.

Este artículo discutirá parte de la ideología de la derecha cristiana. Resumirá cómo la clase dominante de EEUU. ha promovido ese movimiento.

Evangélicos

Los evangélicos creen que cada persona debe decidir personalmente aceptar a Jesús. A menudo promueven renacimientos religiosos masivos que tratan de persuadir a la gente a convertirse. Muchos evangélicos afirman que la Biblia es literalmente correcta, y discuten seriamente sobre el significado de los textos bíblicos. La derecha cristiana es un brazo del cristianismo evangélico. Los evangélicos izquierdistas son muy pocos.

Varios movimientos renacentistas se dieron en los 1800s. Pero los que dieron la pauta para los renacimientos posteriores fueron dirigidos por Dwight Moody en la década de los 1870. Más tarde, cuando la industria en EE.UU. crecía rápidamente los renacimientos de Moody fueron financiados por los grandes manufactureros estadounidenses, por los magnates ferrocarrileros y banqueros, incluyendo a Cyrus McCormick, director de McCormick Reaper en Chicago. Estos capitalistas esperaban que la religión mantuviera a los obreros alejados de la guerra de clases y el comunismo. La compañía de McCormick fue blanco del movimiento masivo por la jornada laboral de ocho horas que llevó a una gran huelga en 1886. Esta huelga estableció el Primero de Mayo como el día internacional para la lucha de los obreros.

Conflicto entre protestantes

Los protestantes en EE.UU. siempre han estado divididos por raza y clase. Para la época de la Primera Guerra Mundial, también hubo una importante división doctrinal entre los protestantes de EE.UU. Los llamados fundamentalistas rechazaron los descubrimientos científicos modernos como ser el origen de los seres humanos por selección natural. Insistieron en que la Biblia es correcta en cada detalle. Usualmente rechazaron la reforma social y trataron de apartarse de las corrupciones de la sociedad. Algunas de las iglesias más liberales permitieron interpretaciones menos literales de la Biblia. Estas predicaron un “Evangelio Social” que incluía la oposición a la pobreza y la simpatía hacia la clase obrera.

Uno de los desacuerdos en esta división fue acerca de cómo interpretar las profecías bíblicas. Una opinión dijo que en cualquier momento Jesús podría regresar y llevar a todos los cristianos directamente al cielo (“el Rapto”), dejando a los no creyentes para sufrir bajo la tiranía de un “Anticristo”. Eventualmente, Jesús volvería y derrotaría al “Anticristo”. El milenio, 1000 años de paz y armonía, seguiría. Una visión opuesta sostiene que los seres humanos mismos crearían el milenio y Jesús volvería al final de este.

Este desacuerdo fue y es tomado muy en serio por los evangélicos. Aquellos que creen que la primera visión ven la lucha por una vida mejor como inútil. Sólo esperan el “Rapto”. La segunda perspectiva es más optimista y hace que la reforma valga la pena.

La división en el protestantismo de los Estados Unidos ha cambiado de forma a través de los años, pero no ha desaparecido. La derecha cristiana está estrechamente relacionada con el ala fundamentalista, que todavía trata de impedir la enseñanza de la evolución. Aunque algunos evangélicos están preocupados por el cambio climático, los que están esperando el “Rapto” no se preocupan probablemente por el futuro de la Tierra. Todo depende de Dios.

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