SEATTLE (EE. UU.) – “Comunismo: He estado pensando cada vez más que eso es lo que realmente necesitamos”, dijo una representante sindical a una camarada distribuyendo Bandera Roja en el desfile anual del Dr. Martín Luther King, Jr. Ella dio una donación de $20.
En el pasado encontramos que puede ser difícil diferenciarse de los muchos liberales, izquierdistas y socialistas que asisten a este desfile.
Estos reformistas normalmente hacen campaña por algún candidato político o colectan firmas en peticiones que piden a la clase dominante que sea amable o menos racista. No tienen nada útil que ofrecer. Nosotros si – el comunismo.
Poniendo el comunismo al frente realmente marcó la diferencia. La respuesta entusiasta de la representante sindical realmente nos hizo darnos cuenta de cómo las cosas pueden cambiar. Antes era una demócrata acérrima y muy anticomunista.
Mientras los camaradas circulaban entre la multitud, notamos que muchas de las personas con peticiones eran jóvenes y representaban la mezcla étnica diversa de nuestros vecindarios del sur de Seattle. Esto era diferente Por lo tanto, cuando un joven afro estadounidense nos pidió que apoyáramos a su candidato, nos arriesgamos y le hicimos algunas preguntas amistosas sobre el socialismo versus el comunismo. Él creía, como muchos de nosotros lo hicimos alguna vez, que el socialismo era un paso hacia el comunismo. Tomó ansiosamente una copia de Bandera Roja después de que dijéramos que la explotación y la desigualdad no podían ser eliminadas bajo el socialismo. El había pensado en esto antes, ¡pero los grupos socialistas no habían abierto esa puerta! Hubo varias buenas conversaciones en este sentido. Hicimos contactos, pero autocríticamente, nuestra célula no había sido preparada para pedirles a aquellos que conocimos que inmediatamente ayudaran a movilizar a otros. Más personas de las que nos imaginamos colaborarían si les damos una oportunidad.
Los Trabajadores Planean Desarrollar Organizadores Estudiantiles Comunistas
Después, otro camarada discutió estas experiencias y nuestra autocrítica con un amigo obrero en Boeing, quien también era por mucho tiempo un participante en estos desfiles. Inmediatamente comenzó a pensar en lo que esto significaba en la escuela secundaria donde el entrena un equipo de baloncesto de muchachas después del trabajo.
“Tenemos que tener una base”, comenzó.
“La he hecho por el equipo durante algunos años, ahora la tenemos que hacer en torno a Bandera Roja”.
En esta escuela distribuimos más de cien periódicos en cada edición. El enfatizó potencial.
“Comenzaré pidiendo a algunas, máximo diez, que escriban 5 preguntas que tengan sobre el periódico. Iré primero a aquellos que leen todo el periódico y se lo dan a sus amigos”.
Discutimos escribir respuestas cortas a estas preguntas, con la ayuda de los estudiantes de Los Ángeles, para distribuíos masivamente.
“Entonces tenemos que tener una reunión”, dijo enfáticamente. Acordamos que esto ayudaría a desarrollar un grupo básico de líderes.
Nuestra Estrategia: Movilizar Masas para el Comunismo
La primera lección de todo esto es ser abiertos acerca de la construcción de un mundo comunista con personas nuevas que conocemos, y nunca darse por vencido con viejos amigos. El éxito del comunismo dependerá de las masas que tomen esa meta como suyas y se trabajen para lograrla.
Más importante, debemos hacer planes específicos para involucrar a otras personas que encontremos, como en los mítines, o a quienes ya conocemos en la escuela o en el trabajo. Involucraremos a muchos más en el futuro, particularmente después de tomar el poder estatal.
En pequeña escala o grande, el principio director sigue siendo el mismo: movilizar a las masas para el comunismo.
