Más de 150 personas marcharon y tuvieron un mitin en Clearwater, Florida para apoyar a la familia de Markeis McGlockton, de 28 años. Markeis, que era negro y estaba desarmado, fue asesinado por Michael Drejka en una discusión sobre un espacio de aparcamiento el 19 de julio. El alguacil del condado de Pinella se ha rehusado a acusar a Drejka, quien es blanco. Como en el asesinato de Trayvon Martin en 2012, a dos horas de distancia, la defensa de Drejka es “defensa propia”.
Ataques racistas como este son la punta del témpano mortal del fascismo.
Ya es suficientemente malo que los policías asesinos racistas hagan que los jóvenes y hombres negros sientan que caminan con un tiro al blanco en sus espaldas. Ahora, cada persona negra en los EE. UU. tiene que tener cuidado con alguna persona blanca llamando a la policía por…. Asar carne en un parque. Dormitar en el salón de su dormitorio. Usar la piscina en su hotel. O peor: algún fascista independiente como Drejka saca un arma y los mata.
Muchos trabajadores y jóvenes nativos americanos, latinos/as y musulmanes en EE. UU. tienen anécdotas similares.
Así es como era Jim Crow. Es como era el Apartheid. Es como vemos el fascismo hoy en los Estados Unidos, Europa y otros lugares.
Los gobernantes capitalistas animan a los racistas independientes, y luego los respaldan con el poder del Estado: policías, cortes, cárceles y leyes. Su objetivo: aterrorizar a los grupos de trabajadores y jóvenes más oprimidos -los que los gobernantes con mayor razón temen más- y dividir a las amplias masas de los oprimidos.
“Siempre ha habido y siempre habrá una cláusula en alguna parte y de alguna manera que está diseñada para mantenernos subyugados “, dijo un líder de la NAACP (organización liberal para defender los negros) del condado de Pinella.
No siempre habrá.
El padre de Markeis le dijo a la multitud, “Estamos tratando de crear un movimiento sobre esto”. Alguien gritó: “Hay un movimiento, amigo. Hay un movimiento”.
Movimientos como este deben hacer la revolución su estrategia y el comunismo su objetivo. La lucha es larga y dura. Pero las masas, dirigidas por la clase obrera y unidas para deshacerse de las cadenas del capitalismo en nuestras mentes y nuestras vidas, desenterrarán y destruirán las raíces del racismo. Ninguna cláusula, ni policías, ni matones fascistas ni terror racista nos detendrán.