Organicemos Para el Comunismo en las Fábricas
EL SALVADOR, 29 de agosto – El presidente de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén, hizo oficial el inicio de las relaciones diplomáticas con la República Popular de China. Los chinos también aclamaron este desarrollo. El país se vuelve otro terreno en disputa de la rivalidad interimperialista. Esta medida va más allá de una estrategia electoral (como lo establece la derecha). No es un viraje a la izquierda, como los líderes del FMLN están tratando de decirles a sus militantes. China es una potencia imperialista. La decisión de abrir relaciones diplomáticas y económicas con ellos es la lógica del capitalismo, lógica que el FMLN nunca tuvo intención alguna de abandonar.
La lucha entre los imperialistas chinos y de EE.UU. es la principal contradicción en el capitalismo mundial. En la constante búsqueda de monopolizar los mercados y reducir los costos de producción, los capitalistas y sus estados imperialistas buscan las mejores estrategias geopolíticas para combatir a sus rivales. El resultado final es la guerra.
Al día siguiente, el embajador, Manes, de EE.UU. en El Salvador calificó la expansión de China de “alarmante”.
“Es un punto estratégico y están buscando crecer aquí, no solo económicamente, sino también militarmente”, dijo.
Sus declaraciones son risibles e hipócritas. Estados Unidos ha sido el imperio que históricamente dominó y masacró a la región centroamericana.
Pero el interés chino es una realidad. Los capitalistas chinos han ofrecido vender armas al ejército salvadoreño. Aunque el Ministro de Defensa ha declarado públicamente que esto no es posible, ya existe una relación con las fuerzas armadas de China.
El capital chino tiene interés en el puerto de La Unión en El Salvador. Es útil para descargar sus contenedores y cambiar sus placas para que los de El Salvador eviten pagar las tarifas de Trump Zonas Económicas Especiales: La organización comunista es nuestra única esperanza.
Los proyectos más ambiciosos del gobierno salvadoreño y del capital chino son las Zonas Económicas Exclusivas (ZEE).
En julio, el gabinete económico fmln propuso la ZEE en 26 municipios en la parte oriental del país. Allí, intentan instalar un marco legal diferente del resto del país, eliminando muchos impuestos y regulaciones. Esto es para alentar a los capitalistas extranjeros a explotar los recursos naturales y la clase trabajadora con total libertad. El FMLN ha presentado esto a sus militantes como una “oportunidad de desarrollo”. Ellos justifican la ZEE diciendo que el capital sería principalmente chino, no de EE. UU. ¡Pero esto solo ayudará a los capitalistas!
Muchos consideran inconcebible que un partido de izquierda proponga una ley tan abiertamente capitalista. Pero no es que la FMLN y su liderazgo sean “traidores” o “vendidos”. Sus políticas son consecuencia del pragmatismo económico y filosófico que ha impregnado a la izquierda en todo el mundo. El chino Xi Jinping encabeza esta tendencia ideológica.
La izquierda electorera, residuo del viejo movimiento comunista, justifica estas medidas como “fortaleciendo las fuerzas productivas” y creando “abundancia” para avanzar al socialismo. Es precisamente esta línea de etapas lo que ha impedido que la humanidad avance hacia el comunismo. Con relaciones sociales de la producción capitalista, la economía de mercado y el dinero – el socialismo es el capitalismo de estado. ¡Una nueva forma de producir y vivir aquí y ahora!
El trabajo comunista desarrollado en las maquilas es ahora aún más importante. Construyendo al PCOI entre trabajadores y estudiantes ganará masas a luchar por la revolución comunista.
Recientemente discutimos esta situación. Los camaradas obreros, tanto hombres como mujeres, saben que deben jugar un papel fundamental en concientizar las masas súper explotadas que trabajarán en la ZEE. Su experiencia nos ayudará a movilizar a más trabajadores para el comunismo y desarrollar el liderazgo que cada uno puede dar. La crisis social y ambiental que sufre la gran mayoría de la humanidad hace urgente una revolución que cambie la forma de producir y consumir en todas partes del mundo. Una revolución económica y cultural será posible con la organización de un PCOI masivo e internacional.
La clase trabajadora hoy es más grande que nunca. En el comunismo, podemos usar la tecnología y la industria para organizar la producción, no para el mercado, sino para satisfacer las necesidades más fundamentales de las masas. Los obreros administraran la producción de la manera más segura y saludable posible. Es posible y urgente romper con la lógica del capital para salvar la tierra y las especies que la habitan.
Un PCOI internacional, huelgas internacionales, intercambio internacional de conocimiento y experiencias, elevar la conciencia comunista entre las masas para construir colectivos e incluyéndolos en las discusiones fundamentales del Partido y la nueva sociedad – es una lucha contra el reloj. No hay tiempo que perder.