3 de septiembre: Ayanna Pressley ganó por sorpresa en las primarias demócratas de Massachusetts, prometiendo “liderazgo activista”. Será la primera mujer negra en representar al estado en la Cámara de Representantes. 5 de septiembre: En un artículo anónimo en el diario New York Times, un alto funcionario de la Casa Blanca describió a Trump como incompetente y fuera de control. ¡Pero no te preocupes! Hay “adultos” como él en el cuarto. ¿Qué tienen en común la Insurgencia Demócrata y el pro-sistema republicano conservador? Ambos están locos por construir patriotismo y asegurarse de que las masas confíen en la democracia capitalista.
“Juntos hemos introducido algo increíble”, dijo Pressley a sus seguidores. “Las personas [especialmente las personas negras y las mujeres] que se sienten vistas y escuchadas por primera vez en sus vidas, una participación en la democracia y una promesa para nuestro futuro”, dijo ella. “Esa es la verdadera victoria”. Un anónimo citó al fallecido ícono imperia lista, el senador John McCain. “Todos los estadounidenses deberían [tener] el gran objetivo de unirse mediante nuestros valores compartidos y el amor de esta gran nación…. La diferencia real la harán los ciudadanos sencillos que se eleven por encima de la política, que crucen el pasillo y que decidan deshacerse de las etiquetas y unirse como uno solo: Estadounidenses”. No les creas.
La promesa de la democracia es una mentira. Vivimos en una dictadura capitalista sobre las masas que solo la revolución comunista puede terminar. En la sociedad comunista, las masas no solo “se sentirán vistas y escuchadas”. Tendrán poder real.
El patriotismo del capitalismo es una mentira. Los trabajadores en Estados Unidos tienen todo lo importante en común con los trabajadores en el resto del mundo. No tenemos nada importante en común con la décima parte de un por ciento de la población estadounidense, la clase dominante, que posee tanta riqueza como el restante 90%.
Los valores compartidos por la mayoría de los trabajadores – comunidad, cooperación, asistencia mutua, trabajo significativo y relaciones – son, en esencia, valores comunistas. Las únicas cosas que la clase capitalista realmente valora son riqueza y el poder de seguir aumentando su riqueza.
¿Son posibles la revolución y la sociedad comunista?
Incluso en los Estados Unidos, la mayoría de los trabajadores no pueden seguir viviendo como antes. Cerca de un cuarto de las familias con niños enfrentan inseguridad alimentaria. Más de un tercio de la población vive en la pobreza o cerca de la pobreza. Tres de cada cuatro se preocupan por perder sus hogares.
No es de extrañar que tantos, especialmente entre los adultos jóvenes, estén adoptando las alternativas más radicales que ven en frente de ellos.
El desorden de los gobernantes muestra que no pueden gobernar como antes. Muchos lo admiten cuando advierten de una “crisis constitucional”. McCain orquestó su propio funeral como respuesta. Pero la crisis no es solo política. Proviene de una crisis general del capitalismo mundial: una crisis de sobreproducción, no solo de mercancías sino de capital. Dentro y debido a esta crisis, las contradicciones entre las potencias imperialistas están llevando a la guerra mundial. El imperialismo estadounidense tiene más en riesgo y la mayor razón para pelear.
La clase dominante de EE.UU. mediante los dos principales partidos políticos, está haciendo todo lo posible para movilizar a las masas— para votar en noviembre. Más pronto de lo que quizás piensas, tendrán que movilizarnos para la guerra. ¿Es esta una situación revolucionaria? ¿Qué es lo que falta?
Lo que falta eres tú.
Un Partido Comunista Obrero Internacional (PCOI) lo suficientemente grande y arraigado lo suficiente en la clase trabajadora estaría llamando ahora mismo a huelgas políticas para el comunismo. Estaría preparando a las masas para la insurrección armada y la revolución.
Un PCOI masivo con una base aún más masiva tendría planes para comenzar a construir, de inmediato, una sociedad sin compras ni ventas, sin fronteras ni naciones. Una sociedad comunista basada en el trabajo colectivo voluntario para sa tisfacer las necesidades de todos. Participación masiva directa, organizada y dirigida por el PCOI, para tomar y llevar a cabo las decisiones que afectan nuestras vidas.
El comunismo, no el proceso de destitución, o el artículo 25, o las elecciones de noviembre, es la respuesta a la crisis capitalista. ¡Necesitamos que te unas y construyas el PCOI! Contáctanos en icwp@anonymousspeech.com y descubra cómo.